Si hay una etapa educativa que ha sufrido con especial virulencia los cambios normativos en Educación, esa es Bachillerato. Y dentro de Bachillerato, los de segundo curso se han demostrado como sufridores natos. La introducción de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) del ex ministro José Ignacio Wert trajo de cabeza a alumnos, profesores y familias. Las medidas que posteriormente pergeñó su sucesor en el cargo, Íñigo Méndez de Vigo, para suavizar la Lomce tampoco dieron respiro a estos estudiantes. El cambio de Gobierno y la llegada a la cartera de Educación de Isabel Celaá promete nuevos cambios en un año especialmente sensible, en el que los bachilleres se preparan para su 'asalto' a la Universidad.

Mientras se cocinan los cambios -ya se ha decidido incorporar la asignatura de Historia de la Filosofía, que actualmente se imparte como materia optativa en segundo de Bachillerato, como obligatoria en esta etapa educativa, una modificación que se incorporará a la reforma de Lomce que está elaborando actualmente el Ministerio de Educación y FP, según indica el Ministerio- hay datos que pueden trazar el recorrido de los cambios normativos en el rendimiento de los alumnos. Uno de esos datos es la nota media de acceso.

La tasa de aprobados siempre ha estado por encima del 90% salvo hace dos cursos

Según los datos aportados tras cada convocatoria ordinaria de la Selectividad por la Universidad de Granada (UGR), en el curso 2011/2012 cuando se fijó la nota de admisión máxima en 14 puntos, la nota media de acceso fue de 6,95. En aquella convocatoria de junio aprobó el 92,9% de los que se presentaron. Un curso más tarde, en el 2012/2013 -que estuvo marcado por las movilizaciones estudiantiles contra los recortes-, la nota media de acceso cayó a su mínimo de los últimos años, un 6,01.

También descendió el número de aprobados: el 90,15% de los que se presentaron a Selectividad en alguna de las sedes coordinadas por la Universidad de Granada consiguieron superar la prueba. Desde entonces, la nota media de acceso a la Universidad entre los estudiantes que se han presentado a través de la UGR se ha mantenido siempre por debajo del 6,4, mientras que la tasa de aprobados en las sucesivas convocatorias de la rebautizada como Prueba de Evaluación de Acceso a la Universidad (Pevau) ha fluctuado hasta alcanzar el máximo de 93,4% del curso 2015/2016. Un año más tarde, en el 16/17, este indicador cayó por debajo del 90% (89,1% más concretamente), un dato que se atribuyó a un único examen. En concreto, la polémica surgió en el de Historia, cuando se preguntó por los Gobiernos democráticos, el último tema de un temario que en algunos centros no había dado tiempo a completar, según denunciaron los alumnos, a causa de los vaivenes que sufrió la normativa y la dilación en la confección de la misma, con dudas incluso sobre la continuidad de la prueba. En esa convocatoria cayó el número de aprobados, y también se resintió la nota media de acceso, que pasó del 6,36 del curso 2016/2016 al 6,171. En la convocatoria del pasado junio, la tasa de aprobados repuntó hasta el 92,05% y la nota media se quedó en un 6,26. Se trata de un dato similar al de los últimos años, pero por debajo del registrado en junio de 2012, cuando la media fue siete décimas superior (6,95).