Granada

"El objetivo no es la ciudad, son los ciudadanos"

  • La Agenda Local 21 es el órgano consultor del Ayuntamiento encargado de asesorar en sostenibilidad urbana

Poner en marcha un proyecto de esta envergadura requerirá contar con el trabajo de los mejores. La oficina técnica de la Fundación Albaicín decidirá quién irá desarrollando cada uno de los proyectos que están llamados a transformar la ciudad. Sea cual sea la fórmula elegida, el Ayuntamiento de Granada cuenta con uno de los mejores órganos asesores en sostenibilidad ambiental de Andalucía: la Agenda 21 Local. De hecho, buena parte de las líneas maestras del proyecto han sido diseñadas por este grupo de seis técnicos: Lorena García, Ángela Guevara, Nuria Guzmán, Verónica Márquez, Pilar Martín y Jerónimo Vida.

Pese a los más de quince años que el organismo lleva trabajando en Granada, los técnicos reconocen que siguen esforzándose en explicar qué es una Agenda 21 Local. "Hay que dejar claro que aquí no regalamos agendas", cuenta risueño Jerónimo Vida, quien en más de una ocasión ha tenido que dejar claro que el organismo no se dedica a repartir dietarios. "Somos un organismo consultor, asesoramos a la corporación municipal en materia de sostenibilidad urbana y dependemos de Medio Ambiente, pero no somos un organismo 'verde' -o al menos exclusivamente 'verde'-, somos toda la ciudad: medio ambiente, urbanismo, movilidad, economía..."

Conscientes de la transformación digital que pueden traer a Granada los Edusi, los técnicos vislumbran un futuro repleto de oportunidades infinitas. Para empezar, con este dinero habrá que hacer un nuevo inventario de emisiones en Granada para hacer frente al cambio climático que ya se da por hecho. Pero hay mucho más. "Lo mejor de la smart city es que los ciudadanos podrán participar como nunca antes lo han hecho. No hay que olvidar que el objetivo no es la ciudad, son los ciudadanos. Mejoramos las cosas para mejorar la calidad de vida de las personas", apunta Vida, quien pone varios ejemplos: desde aplicaciones móviles que permiten a los vecinos decirle al Ayuntamiento que hay una papelera rota a mapas geolocalizados que te dicen qué porcentaje de ruido en una calle es humano o proviene del transporte, la música, la naturaleza...

Pensemos en la utilización de sensores que conectados a un sonómetro y al internet de las cosas permiten detectar si una persona mayor se ha caído en casa y necesita atención. Otro ejemplo, viene una ambulancia y vamos cambiando todos los semáforos de la calle para darle paso... "Lo más importante es que toda esta información fluye en tiempo real, se analiza en tiempo real y nos permite tomar decisiones en tiempo real". En Granada, por ejemplo, tenemos ocho sensores de ruido pero ofrecen datos que hay que descargar y analizar en meses. Barcelona tiene una plataforma de 14.000 sensores que miden energía, ruido, basura, calidad del aire... y dan datos al segundo. "Eso es smart city, y eso es big data, millones de datos que permiten cambiar la calidad de vida del ciudadano".

Pero al margen de lo que la tecnología puede hacer por la sostenibilidad, es necesario pensar qué puede hacer cada ciudadano por mejorar. En Granada el sector residencial es el principal generador de contaminación. "Somos nosotros los que consumimos agua, energía, gasoil, por eso hay que ampliar la mentalidad y pasar del qué mal lo hace la administración al qué mal lo hago yo".

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