"Ojalá pudiera darte un último abrazo": Granada recuerda a Adolfo Torres, guardia civil fallecido en Paiporta durante la dana
Armilla acoge un emotivo acto en homenaje al agente que perdió la vida en Paiporta el pasado año
Sus dos hijas, así como amigos y compañeros, se trasladan a la ciudad para honrar su memoria
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"Aunque haya pasado un año entero, a mí me parece que fue ayer", así se ha dirigido Carlota Torres, hija de Adolfo, guardia civil fallecido en Paiporta durante la dana en la "primera y única carta" que escribió a su padre y que ha leído este lunes en el acto que la asociación Guardia Civiles Solidarios ha organizado en Armilla para hacerle entrega a ella y su hermana de 30.000 euros recaudados durante la cuarta campaña de ayuda para los damnificados en Valencia.
Adolfo Torres, de 51 años, falleció en los primeros días de la dana cuando trató de sacar varios vehículos oficiales del garaje del acuartelamiento con el fin de ayudar a los vecinos de Paiporta, pero la mala suerte quiso que una riada entrase en el aparcamiento y se lo llevase por delante, a pocos días de celebrar su cumpleaños con sus dos hijas, que este lunes han acudido al homenaje.
Con esfuerzos por contener las lágrimas, siéndole imposible en varios momentos, Carlota ha hablado por ella y por su hermana Leire, a la que prometió cuidarla siempre y no dejarla nunca sola, como ha continuado leyendo la misiva que su padre nunca recibió.
"Sé que desde donde estés nos estás viendo y cuidando con cada paso que damos", ha continuado la joven, que reconoce también que una parte de ella se "niega a creer que nunca más volverá a ver" al agente. "Te has ido demasiado pronto, pero el tiempo que compartimos nos enseñaste todo lo que necesitábamos. Eres el mejor padre que la vida nos podía haber regalado".
Ya con las lágrimas a flor de piel, la hija ha reconocido que su padre siempre va a acompañarlas, a ella y su hermana, "en cada paso" y ha mostrado su deseo de despedirse de su padre. "Ojalá pueda darte un último abrazo", ha concluido.
Las palabras de la joven han puesto el punto final a un emotivo acto que ha tenido concluido con la entrega simbólica del cheque de 30.000 euros, un "colchón económico" para las dos hijas del guardia civil que servirá para que puedan "pagarse sus estudios o afrontar cualquier gasto" que puedan tener, como ha declarado al inicio José Cabrera, presidente de Guardia Civiles Solidarios, varios de cuyos miembros se trasladaron hasta la Comunidad Valenciana para aportar su granito de arena a quien lo necesitase.
"Siento no haber podido hacer más"
Una de las primeras personas que se encontraron fue al cabo Jorge Villa, hoy también presente en el acto de Armilla y que ha sido el encargado de poner "la parte emotiva" al discurso, aunque su relato ha estado tintado, era inevitable, de un tono más bien taciturno.
Él fue uno de los primeros agentes en salir cuando empezaron las lluvias, pensando "que no iba a volver", después de recibir información sobre cómo los distintos pueblos comenzaban a inundarse a raíz de las lluvias torrenciales. Ya con el agua en retirada, "desde el primer minuto", las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado se pusieron a trabajar para tratar de devolver todo a la normalidad, pero la zona que dejó la dana a su paso "fue indescriptible, una zona de guerra", en palabras de Villa, quien ha querido agradecer a todos los que, como los miembros de Guardia Civiles Solidarios, se trasladaron para ayudar. "Fueron nuestra esperanza", ha recordado el cabo, quien llegado este momento ha entonado un mea culpa y ha lamentado "no haber podido hacer más".
Llegado a este momento, Villa, impulsor de la iniciativa, se ha dirigido a las hijas del guardia civil, a las que ha interpelado asegurando que su padre "salió a ayudar y falleció como es, como compañero, como ser humano y ayudando sin saber a quién", ha asegurado, pronunciando las últimas palabras sobre el ruido de los aplausos.
También desde Paiporta ha acudido Eusebio Flores, miembro de Protección Civil en el puesto de mando de la localidad, la primera persona que "dio algo de luz" a los agentes que se desplazaron desde Granada, según lo ha presentado Cabrera.
Los primeros días, ha recordado Flores, iban "como pollos sin cabeza", pero poco los distintos cuerpos empezaron a engrasar la maquinaria y todo el trabajo fue algo más fácil. Durante su intervención, Flores ha reconocido que se sintieron solos durante los días de la dana y que las "autoridades no respondieron y a día de hoy tampoco".
Finalmente, la alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, quien ha expresado su "orgullo y satisfacción" hacia Guardia Civiles Solidarios por el trabajo realizado durante la dana, así como al guardia civil fallecido "ayudando a los ciudadanos en uno de los momentos más duros de nuestro país".
"Nadie quiere que esto ocurra en España"
Tras el acto y en declaraciones a los medios, Cabrera ha calificado las sensaciones vividas como "muy fuertes. "Los que hemos estado allí en primera línea trabajando, nos ponía los pelos de punta".
Aunque agradece "el trabajazo" hecho por los suyos, el presidente de Guardia Civiles Solidarios reconoce la dureza de lo vivido en la Comunidad Valenciana, a donde "poco a poco la ayuda va llegando". Pero especialmente destaca la dificultad de volver a la rutina y lo ejemplifica con un ejemplo: "El otro día estaba hablando con un compañero de Granada y me decía 'mira que he visto cadáveres y cosas, pero lo de Valencia me ha afectado mucho'", porque a juicio de Cabrera, la sociedad está acostumbrada a ver este tipo de desgracias "por la tele o en otros países, pero nadie quiere que en España ocurra esto"
Una última sorpresa
Además del cheque con el dinero recaudado, el acto ha incluido otra sorpresa, pues la asociación Manos que ayudan ha entregado a Carlota y Leire un cuadro de la artista Mayka Sosa, que ilustra a las personas que han ayudado, de una forma u otra, a mitigar los efectos de la dana.
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