Los padres de la estudiante española Natalia Sánchez Uribe, desaparecida en París la semana pasada, pidieron este martes que su caso no se convierta en un "circo", mientras la investigación prosigue sobre el paradero de la joven.

Su padre, que se ha desplazado a la capital francesa, indicó por teléfono a Efe que están siguiendo de cerca y con el apoyo del consulado español los avances de las pesquisas, que están en manos de la Policía francesa en colaboración con la Guardia Civil. Las autoridades consulares se reunieron ayer con la familia, a la que están acompañando en sus gestiones, confirmaron fuentes diplomáticas.

Asimismo, el Ayuntamiento de Calvià (Mallorca) se ha puesto a disposición de la familia de Natalia Sánchez. El alcalde del municipio, Alfonso Rodríguez, se ha puesto en contacto directamente con la familia, residente en la localidad, para ofrecerles su apoyo en cualquier asunto que el Ayuntamiento les pueda ayudar.

Según ha informado la Cadena Ser, se han tomado muestras de ADN a los familiares, además de tomar declaración a personas de su entorno y, de momento, la investigación no apunta a ningún sospechoso ya que todas las hipótesis están abiertas, incluida la posibilidad de que se trata de una desaparición voluntaria, ya que Natalia Sánchez escribió en redes sociales "cuando la salud mental es mala date un respiro", el mismo día de su desaparición.

Si bien, la joven había confesado a alguna de sus amigas que se sentía "perseguida y observada" desde hacía varias semanas.

Cartel de la desaparición de Natalia Sánchez.

Natalia Sánchez Uribe tiene 22 años y es universitaria. Sus padres son de Granada, lugar donde también nació ella, pese a que se mudaron a Palma de Mallorca. Hace unos años comenzó sus estudios en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona, que le permitieron trasladarse a París hace ocho meses para cursar una beca Erasmus en la prestigiosa Universidad de La Sorbona, que finaliza en apenas dos semanas.

Sin embargo, nada se sabe de Natalia desde el pasado día 1 de mayo salvo que seis días después -este lunes- fue localizada su mochila, con el teléfono móvil y el ordenador dentro, en un parque cercano a la Universidad.