La pandemia por la Covid-19 está dejando a su paso un rastro de desigualdad laboral que aumenta la diferencia y la precariedad en las contrataciones y la brecha salarial que ya existía entre hombres y mujeres y Granada no es una excepción. En enero de 2021 los contratos con firma femenina cayeron más de un 21% respecto al primer mes del 2020, año que terminó con un dato esclarecedor: más de la mitad de las granadinas que trabajan perciben un salario igual o inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

A la lucha por lograr una igualdad real entre el hombre y la mujer en el ámbito laboral, uno de los aspectos que año tras año se reivindican con motivo del 8M, aún le queda mucho camino por recorrer y así lo demuestran las cifras. Pese a que con la paso del tiempo cada vez son más las mujeres que logran acceder a puestos de importancia o tener su hueco en el mundo laboral, aún falta mucho para que se cumpla esa premisa de "mismo puesto, mismo salario". Tal es así que en Granada aún existe una brecha salarial del 17% entre hombres y mujeres, según datos de CCOO y CSIF.

En concreto, las granadinas ganan anualmente 14.943 euros de media al año, frente a los 17.991 euros de sueldo anual que percibe de media un hombre. Es decir, que existe una diferencia anual de más de 3.000 euros entre mujeres y varones. O lo que es lo mismo, que una mujer tendría que trabajar 74 días más que un hombre para ganar lo mismo.

Sin embargo, esta desigualdad se intensifica aún más en los colectivos de más de 45 años. Tal es así que la diferencia salarial asciende hasta los 4.623 euros anuales entre las granadinas cuya edad oscila entre los 46 y 55 años y los hombres de esta misma franja.

A todo ello, también hay que sumar la feminización de la precariedad laboral. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) pertenecientes al último trimestre del pasado año, el 63,88% de los contratos realizados a tiempo parcial en la provincia son de mujeres, habiendo 34.300 a jornada parcial frente a 19.400 hombres. Además, tal y como señalaron desde CSIF Granada, ellas son las que concentran la mayor parte de los contratos temporales. Del total de 171.400 contratos indefinidos que se firmaron en Granada entre octubre y diciembre de 2020, 75.900 tuvieron una rúbrica femenina frente a 95.600 cuya firma fue masculina, lo que se traduce en que solo el 44,28% de las contrataciones indefinidas tuvieron nombre de mujer.

Tal y como exponen los sindicatos, por sectores, la brecha salarial es mayor en las Entidades Financieras y Aseguradoras, donde existe una diferencia de hasta 8.899 euros al año entre hombres y mujeres; seguida de la Industria, donde asciende a casi el 36% con una diferencia anual de 7.151 euros; Información y Comunicaciones, con 6.412 euros de variación; o Servicios Sociales, con 5.655 euros de diferencia. Mientras que en el sector público las mujeres cobran entre 1 euro y 1,5 euros menos por hora de trabajo que los hombres.

Si bien, en cuanto a las contrataciones, cabe destacar la caída de empleo a consecuencia de la pandemia, la cual se ha cebado además con el sector femenino a nivel nacional. Según un estudio de Randstat, en Granada se rubricaron en enero de este año 17.576 contratos de mujeres, lo que supone una caída del 21,3% con respecto al comienzo de 2020, siendo la granadina la cuarta provincia andaluza en la que más contrataciones femeninas se realizaron, tras Málaga (27.957, lo que supuso una caída del 23,1%), Huelva (20.827, que apreció una caída del 16,4%) y Sevilla (19.444, con una caída del 29,2%).

De este modo, Granada se situó por debajo de la media andaluza, comunidad en la que los contratos de mujeres cayeron un 22,9% respecto a enero de 2020, al quedarse en 139.083 las contrataciones este 2021, frente a las 180.476 que hubo el año anterior. Mientras que la media nacional de caída fue del 29%, ya que las mujeres dejaron de firmar 225.000 contratos, mientras que en el caso de los hombres la cifra de descenso se quedó en el 24%.

En concreto, según recoge el Estudio de Randstat, durante 2020 la contratación de mujeres en el país fue un 25,8% inferior a la de los hombres, mientras que el segmento femenino más perjudicado fue el de menores de 25 años, que ha visto reducido el número de contratos en un 36,5%.