Crisis del covid-19

Ocho personas sin hogar, expulsadas del Palacio de Deportes por conflictivas

  • La instalación cuenta en la actualidad con 138 personas sin hogar acogidas para pasar el confinamiento, casi el límite de su capacidad

Ocho personas sin hogar, expulsados del Palacio de Deportes por conflictivos

Ocho personas sin hogar, expulsados del Palacio de Deportes por conflictivos / Jesús Jiménez / Photographerssports

El Palacio de Deportes es la instalación municipal que ha cambiado su uso para ponerse a disposición de la ciudad con motivo de la pandemia por el coronavirus. Con la competición deportiva suspendida, su cancha y sus instalaciones son ahora la casa de los sintecho de la ciudad. Personas sin hogar que pasaron primero por el pabellón Paquillo Fernández pero que luego hubo que trasladar al Palacio por falta de espacio en la primera ubicación y una vez descartado por parte de Armilla la cesión de Fermasa, que reservó estas naves para un posible hospital de campaña ante la saturación de hospitales, aunque todavía no ha hecho falta recurrir a ella.

Así, desde el 27 de marzo las personas sin hogar están cumpliendo el confinamiento en esta instalación.Según ha explicado el concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Granada, José Antonio Huertas, en la actualidad hay 138 personas allí acogidas, un número que lo acerca a su máximo de capacidad y que es el más alto desde que comenzó el servicio. “Allí tienen cubiertas todas sus necesidades, se les dan cuatro comidas al día”, se realizan talleres, aseo y todo lo necesario para que pasen este tiempo, atendidos por la Fundación Atenea.

Además, tienen un servicio de biblioteca, con libros donados por el Club de los Libros Perdidos, “que se asignan a una persona y se desinfectan cuando lo terminan cumpliendo todas las normas para evitar contagio”.

También se han activado reuniones diarias en grupo para “solucionar los posibles problemas de convivencia”, que también los ha habido aunque se han controlado. De hecho, saltó a las noticias la agresión con un punzón de un usuario a un vigilante y también la entrada a instalaciones prohibidas forzando cerraduras.

Según Huertas, se ha expulsado del servicio a algunos usuarios con diligencias judiciales o a personas con faltas reincidentes. En total se han expulsado a ocho personas “muy conflictivas”.

También hay quien sale y vuelve y quien sale y ya no regresa. “No es una cárcel ni un internado, si quieren salir salen y cuando regresan el personal de vigilancia los cachea para que no introduzcan ningún objeto prohibido”, explica. Eso sí, se advierte que si se repite muchas veces un incumplimiento de horario, no pueden seguir allí ya que esa plaza se tiene que poner a disposición de otra persona que lo requiera. “Los que siguen es porque quieren. Y sabemos que hay personas que han salido y están por ejemplo en el entorno de la biblioteca Francisco Ayala pero son casos que quieren vivir allí”.

Según Huertas, han llegado a casi la totalidad de personas sin hogar ya que al principio se atendió a los que iban al centro de calle Arandas pero después recibieron más peticiones.

Además, también realizan las salidas para retirar medicación o tratamientos ya que hay casos de usuarios con problemas de adicciones o alguna enfermedad mental que requieren también un seguimiento y una intervención que se controla.

El Ayuntamiento de Granada está satisfecho con este recurso y el trabajo que se está realizando así como la labor para que estas personas puedan estar atendidas y con recursos durante el confinamiento que comenzó hay ya cinco semanas y sobre el que no hay todavía fecha de finalización prevista.

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