25-N

La reivindicación feminista pasea sin miedo por la noche de Granada

La reivindicación pasea sin miedo por la noche de  Granada

La reivindicación pasea sin miedo por la noche de Granada / Jesús Jiménez / Photographerssports

Las calles de Granada volvieron a teñirse ayer de color violeta en una nueva manifestación con motivo del 25-N en el año IId.C. (después del Covid). El ambiente festivo y el reivindicativo se dieron la mano en una noche en el que las mujeres y hombres de la capital (en total unas 2.400 personas según las cifras facilitadas por la Policía Nacional) hicieron piña en defensa de una causa común: la eliminación de la violencia de género, una lacra que se ha cobrado ya dos víctimas este año en la provincia de Granada.

Con puntualidad casi británica, pocos minutos después de las 18:00 horas, la cabecera de la manifestación partió de Triunfo y puso rumbo hacia el Paseo del Salón, donde puso punto final a sus reivindicaciones, que este año se han unido bajo el lema ‘Contra las violencias machistas nos cuidamos, nos levantamos y luchamos’. Por el camino, no faltaron las consignas tradicionales de este tipo de protestas comoel de “solas y borrachas queremos llegar a casa”, “no estamos todas, faltan las asesinadas”, “que no, que no, que si duele no es amor” o “luego dirán que somos cinco o seis”.

Tampoco faltaron guiños al “solo sí es sí”, otro de los must del movimiento feminista y que ahora da nombre a la reforma legislativa del Ministerio de Igualdad, cuya polémica generado en torno a la rebaja de penas a violadores sobrevoló los días previos a la manifestación y, a buen seguro, volverá a hacerlo en las próximas jornadas.

De cualquier forma, la polémica se quedó en casa esa noche y la marea violeta discurrió con total normalidad en una jornada que fue de menos a más, pues la calma de los primeros minutos precedió a una tormenta que fue ganando fuerza con el paso de los minutos y las leves consignas de los primeros momentos (en algunas ocasiones casi inaudibles) terminaron por convertirse en cánticos ensordecedores cuando la cabecera de la manifestación apenas había llegado a la sed e de Subdelegación.

De hecho, uno de los momentos más festivos de la jornada tuvo lugar a pocos metros del edificio gubernamental, a la altura del hotel Santa Paula. Fue aquí cuando tomó las riendas la batucada Bembé, que puso el ritmo, a base de percusión y baile, a este 25-N, logrando por un momento acallar las voces reivindicativas.

Tras este merecido descanso para las gargantas, la marcha volvió a arrancar en dirección a la Plaza del Carmen –uno de los puntos centrales de la manifestación al ser sede del Ayuntamiento–, para después dirigirse hacia Puerta Real y enfilar Acera del Darro para llegar al Paseo del Salón, línea de meta de esta marea violeta en la que se escenificaron los micromachismos a los que, aún hoy, tienen que hacer frente las mujeres en su día a día.

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