Elecciones generales 2023

La resistencia del PSOE amarga un gran resultado del PP en Granada

Vicente Azpitarte, Marifrán Carazo, Francis Rodríguez y Carlos Rojas

Vicente Azpitarte, Marifrán Carazo, Francis Rodríguez y Carlos Rojas / Antonio L. Juárez / Photographerssports

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales en Granada. Pero. Muchos peros, tantos como incógnitas hay en la formación de Gobierno y en la lectura de unos resultados que, en el fondo, para los populares son muy buenos. Pero porque el PSOE ha aguantado el tirón y de qué manera, perdiendo un escaño pero manteniendo prácticamente el mismo número de votos que en las de 2019. Y pero también porque Vox y Sumar obtienen un escaño, con lo cual prácticamente se repite el panorama de hace cuatro años en cuanto a representación, simplemente cambiando el tercer diputado entre populares y socialistas. En Granada sobrevive el multipartidismo.

El PP ha triunfado pero con matices. Obtiene tres escaños, uno más que en 2019, con Carlos Rojas, María Lourdes Ramírez y Pablo Hispán. Por ese lado, un éxito. Un diputado más y cerca de 70.000 votos más que hace cuatro años, absorbiendo una parte del electorado de Vox y sobre todo el que dejó atrás Ciudadanos. Los populares ganan en la provincia con el respaldo de casi el 37% de los ciudadanos que han ejercido su derecho al voto. El PP, en comparación con las elecciones más recientes, con los populares muy movilizados, los resultados van al alza. Los 182.000 de estas generales son 7.000 votos más que los 175.000 de las Andaluzas de hace un año y 11.000 más, eso sí, que en las municipales del pasado mes de mayo. Un resultado así, tan espectacular, sin embargo, no ha levantado todas las sonrisas en el PP. Alegres, ma non troppo era lo que se podía respirar en la sede de los populares granadinos ante el complicado panorama para gobernar. Pedían una mayoría consistente que no se ha traducido en escaños.

Una subida semejante hundiría a cualquier rival pero en el PSOE había cierta esperanza contenida con los resultados, que podrían darle la posibilidad de seguir gobernando pese a perder. Los socialistas pierden un representante de la provincia en el hemiciclo nacional, y se queda con dos (Carmen Calvo y José Antonio Rodríguez Salas), pero sacan la cabeza a flote y de qué forma. Los socialistas no ganan en Granada aunque suman más votos con respecto a hace cuatro años, cerca de 2.400 en un contexto muy desfavorable, y sobre todo, suben en casi 7.000 respecto a las municipales de hace apenas un mes.

Vox sostiene su escaño por Granada, con Jacobo Robatto, y con holgura a pesar de haber perdido prácticamente 22.000 votos con respecto a las últimas generales, aunque sube de forma espectacular en comparación con las municipales (casi 37.000 votos más, lo que confirma que encuentra más apoyos en clave nacional que cercana). No hubo efecto Macarena Olona, que no le roba sufragios al partido que la vio nacer políticamente y consigue 429 sufragios. Sumar, con Martina Velarde, salva y finalmente con margen, el diputado obtenido con Pedro Honrubia hace cuatro años. Obtiene 56.000 votos, casi 3.000 menos que bajo la marca Podemos, pero, como el Gobierno y el PSOE, mantienen el tipo. Y eso sí, son casi 20.000 votos más que sumó la izquierda en bloque en las municipales.

Que la noche iba a ser larga y emocionante en Granada se barruntaba desde las encuestas a pie de urna. GAD3 daba clara mayoría al bloque de derechas pero Sigma2 daba en Granada a Sumar el escaño y dejaba fuera a Vox. Muchas diferencias para un margen tan escaso de mejora. El PSOE arrancó con fuerza y cuanto más tiempo aguantó en cabeza, más se complicado iba a tener despeñarse. Los socialistas mantuvieron el tipo hasta mediado el escrutinio. No fue hasta el 52% cuando el PP le superó en número de votos totales, aunque no en escaños. Desde el principio, PSOE y PP se repartían tres y Vox uno. Es decir, los socialistas conseguían sostener parte del voto del campo, donde Vox ha obtenido también buenos resultados, y donde Sumar se estaba dando un batacazo importante.

A partir del 50% iba a llegar el voto más urbano, el que suele favorecer habitualmente al bloque más a la derecha. Fue cuando el PP empezó a distanciarse, aunque nunca con guarismos como aspirar a un escaño más, y el PSOE empezó a sumar pero con menor intensidad. Fue cuando empezó la remontada del partido de Yolanda Díaz, que se mantenía a poco más de mil votos para obtener escaño. La remontada llegó en la segunda fase del recuento, cuando empiezan a contabilizarse los espacios más urbanos, y así es donde Sumar ha fijado su objetivo para llegar al Congreso. La formación de izquierdas remontó de forma vertiginosa y de estar a 1.808 votos del escaño con un 52% se puso por delante por 382 cuando el recuento llegó al 75% en detrimento del PSOE. La diferencia no dejó de subir con respecto a los socialistas. De ahí a que, pese a los resultados, la sensación final entre la izquierda sea de triunfo. Un triunfo de mínimos en el que el bloque progresista en la provincia se logra mantener y dejar que la ola azul quede en marejadilla.

En el Senado, el PP obtiene tres representantes, dos más que en 2019, que son los que pierde el PSOE, por lo que los populares sí obtienen aquí la mayoría amplia que buscaban para el Congreso.

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