La empresa titular de la Sala Príncipe, que fue desalojada el pasado sábado de madrugada por acoger una fiesta de estudiantes de Secundaria que triplicaba el aforo permitido, podría ser multada con hasta 601.012,10 euros por infracción muy grave, según recoge la Ley 15/1999 de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía. En el caso de que la Administración apercibiera al local, sería reincidente, ya que la Sala Príncipe ya fue multada con 30.050,61 euros por superar el aforo en 300 personas en una fiesta celebrada el 25 de febrero de 2005. Para los casos de reincidencia, la normativa recoge una sanción accesoria de cierre del establecimiento por un periodo que va de los cinco años y un día a los diez años.

Además, la Administración podría sancionar al titular del local con una sanción de carácter grave por "las actitudes permisivas o negligentes [...] respecto del consumo de bebidas alcohólicas o de tabaco por menores de edad". Una de las asistentes a la fiesta, de sólo 15 años, aseguró que a pesar de que la entrada -por la que habían abonado diez euros- incluía dos consumiciones no alcohólicas, a una de sus amigas sí le sirvieron una bebida con alcohol en la barra del establecimiento. En el momento de la clausura, en la discoteca se contabilizaron 598 personas cuando el aforo está limitado a 206. Además, prácticamente todos eran menores de al menos media decena de institutos de Granada, que celebraban la fiesta de fin de cuarto de Secundaria. Por último, la apertura de la sala a menores hasta las siete de la mañana -la actuación policial fue a las dos de la madrugada- está prohibida por la Orden de 25 de marzo de 2002, que establece la media noche como hora de cierre para las discotecas de "juventud", esto es, a las que pueden acceder los menores de 18.

Por su parte, la Sala Príncipe dio su versión de los hechos a través de una carta publicada en la red social Facebook. En ningún momento desmiente que en el local se congregaran en el momento del desalojo 598 personas, sino que se escuda en que "los aforos de los locales no están bien calculados". Además, niega que se hubiera servido alcohol a los menores como sí asegura una de las asistentes y afirma que la discoteca "no estaba llena a reventar" y que ésta "puede albergar cómodamente a 650 personas". Es más, afirma que los asistentes estaban "a gusto en un ambiente agradable". Sin embargo, según fuentes de la Local, fueron los propios chicos los que llamaron a la Policía al sentirse agobiados.

La carta alega que "los aforos no son una buena unidad de medida" y califica la cifra de "absurda e incongruente". Por último, el texto añade que "los dueños de la sala estamos en trámite de solicitar el aumento del aforo al Ayuntamiento de Granada".