Tomás Olivo invertirá 40 millones en el Serrallo Plaza: "Ya tenemos interesados en ocupar los locales vacíos"
El propietario del Nevada Shopping formaliza la compra de su principal competencia en Granada, que pasaba por tiempos de declive
Olivo negocia la compra del Serrallo para su imperio comercial
Operación cerrada. El empresario Tomás Olivo, propietario del Nevada Shopping de Armilla y otra decena de centros comerciales en toda España, acaba de firmar la compra del Serrallo Plaza, el otro gran centro comercial de Granada, que en los últimos años pasaba por un evidente declive, sobre todo por la enorme competencia que suponía el propio Nevada, a muy poca distancia. Este miércoles, 29 de octubre, la compraventa entre Aliseda Inmobiliaria y el dueño de General de Galerías Comerciales se ha formalizado en una notaría de Madrid. El propio Olivo ha explicado a este periódico tras la compra que el objetivo es hacer una reforma del edificio y una recomercialización de los locales. Toda la operación, la compra y la remodelación, tendrá un coste aproximado de 40 millones de euros.
Olivo lleva años con interés en este centro comercial que construyó y abrió en 2012 uno de sus competidores, el empresario granadino Roberto García Arrabal. La idea original, hace tiempo, era abrir allí un outlet, un modelo de negocio que no entraría en competencia directa con el Nevada Shopping y sería complementario. Ahora, preguntado por esta posibilidad, el empresario explica que habrá que estudiarlo porque "tienen que venir los operadores importantes" y ahora mismo hay locales ocupados. El objetivo a corto plazo, por tanto, pasa por esa reforma y por completar y alquilar los espacios que actualmente están cerrados. "Ya tenemos interesados en ocupar esos locales".
El Serrallo Plaza es el principal centro comercial ubicado en el término municipal de Granada capital, en su límite sur. Tuvo años de apogeo hasta que la empresa de Tomás Olivo consiguió desbloquear y terminar el Nevada Shopping, un negocio mucho más grande y ambicioso ubicado a muy poca distancia, apenas tres kilómetros, en el colindante municipio de Armilla. Entre ambos edificios hay siete minutos en coche, así que era demasiada competencia para tan poco espacio. El público se decantó pronto por el Nevada (a partir de su apertura en 2016) y el Serrallo empezó a decaer.
El declive del Serrallo puede acabar a partir de esta nueva adquisición, 13 años después de su apertura. Con locales vacíos y la ausencia de potentes marcas de moda, el edificio ha dado cada vez más cabida a actividades diferentes, desde la restauración a la actividad física o a las oficinas bancarias, ya que CaixaBank trasladó allí a gran parte de su personal en Granada tras la venta del edificio del Cubo a la Junta de Andalucía.
Tomás Olivo, que tiene el 99,6% de la empresa General de Galerías Comerciales, gestiona una decena de centros comerciales en España, entre ellos, además del Nevada de Granada, el emblemático centro comercial La Cañada de Marbella. En el último año ha apostado por ampliar su cartera de activos y una de las últimas adquisiciones, anunciada este verano, es el proyecto del nuevo gran centro comercial en Valencia, llamado Infinity, donde se prevé una inversión total de 400 millones de euros.
Tomás Olivo lleva años detrás de la adquisición del Serrallo Plaza, un centro comercial que fue el más puntero en Granada en los primeros años de vida pero que perdió fuelle tras la apertura del Nevada en Armilla, uno de los principales negocios del empresario murciano, que estaba muy próximo a su competencia. El Serrallo fue en su momento la gran apuesta comercial de la ciudad y se construyó sobre una superficie de más de 55.000 metros cuadrados, con un resultado de 25.000 metros construidos. García Arrabal llevó a cabo una inversión que rondaba los 40 millones de euros, con el apoyo financiero del Banco Popular. Ahora, Olivo lo ha comprado por una cantidad inferior, ya que todo su proyecto, con la reforma incluida, tiene un presupuesto de 40 millones.
Aquellos fueron los años de esplendor del promotor granadino, un tiempo en el que Olivo tenía parada la construcción del Nevada por orden judicial. Pero en pocos años, las cartas se invirtieron, cuando el centro de Armilla pudo finalizar su construcción y arrancó la actividad comercial en 2016, acaparando la principal afluencia de público debido a la enorme oferta. Luego conseguiría una indemnización de 165 millones de la Junta de Andalucía, que fue condenada judicialmente por los años de paralización de la obra.
Quien comenzó a tener problemas judiciales fue el promotor del Serrallo, con el inicio del caso que lleva el mismo nombre (por la construcción de una discoteca junto al complejo donde estaba previsto un quiosco) y el estallido después del caso Nazarí, de presunta corrupción urbanística. En el primer proceso resultó condenado por prevaricación común y en el segundo aún está pendiente de la resolución de la pieza principal, en la que está investigado. Tomás Olivo llegó a ejercer la acusación particular contra García Arrabal en el caso Serrallo y ahora se ha quedado con el edificio.
Una de las principales fortunas del país
General de Galerías Comerciales, la empresa de Tomás Olivo, tiene más de 20 años de experiencia y es referente del sector de centros comerciales en España, tanto en Andalucía, como en Cataluña, Valencia, Islas Canarias y la Región de Murcia. En total, suma 1.100 locales comerciales que reciben millones de visitas al año. En los próximos años tiene previsto "acometer nuevos proyectos en grandes bolsas de suelo adquiridos así como ampliaciones en complejos comerciales existentes".
Con todo este negocio, Tomás Olivo tiene, según Forbes, la quinta mayor fortuna del país, que asciende a 4.800 millones de dólares, solo por detrás de Amancio y Sandra Ortega, Rafael del Pino y Juan Roig. Su negocio no se limita a los centros comerciales, ya que en los últimos años ha comprado una gran cantidad de patrimonio y suelo. En las cuentas anuales de General de Galerías Comerciales respecto al ejercicio 2024, se indica que la sociedad contabiliza 454 millones de euros en inversiones inmobiliarias y 261 millones en existencias, compuestas fundamentalmente por suelos y proyectos en desarrollo.
Granada no es una expcepción y hace unos años adquirió el edificio Colón de Gran Vía, conocido por la ubicación de Cortefiel en sus bajos, y el de Telefónica, dos inmuebles emblemáticos en pleno centro. En el primero, se prepara una reforma para convertirlo en un hotel de cinco estrellas que podría ser explotado por una cadena especializada en gran lujo.
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