Agricultura

Una tractorada histórica paraliza Granada de este a oeste para reivindicar un mejor trato para la agricultura

Uno de los manifestantes en las marchas del martes en la Circunvalación de Granada

Uno de los manifestantes en las marchas del martes en la Circunvalación de Granada / ANTONIO L. JUÁREZ / PHOTOGRAPHERSSPORTS

El campo granadino está en huelga y su movilización pasará a la historia de Granada. El martes 6 de febrero de 2024 será recordado como una jornada en la que, convocados a través de redes sociales de forma casi improvisada, los agricultores conseguían que sus reivindicaciones se escucharan y que la movilidad de toda la provincia haya estado en jaque casi todo el día. La movilización en Granada capital se levantó apenas se sobrepasó la seis de la tarde aunque, eso sí, muchos de los participantes dejaron clara su intención de volver a protestar este miércoles. 

Tras desconvocarse los cortes protagonizados por los tractores, el tráfico fue recuperando su normalidad de forma paulatina. Los últimos tractores en retirarse fueron los que cortaron el tráfico en la A-92 entre Loja y Huétor Tájar.

Las movilizaciones agrícolas, convocadas de forma casi espontánea sin la participación de las organizaciones agrarias, han provocado muchas complicaciones en el tráfico en distintos puntos de la geografía granadina, hasta el punto de ser la provincia española en la que más problemas hubo en la movilidad porque la llamada a la manifestación ha explotado a la vez en toda España, pero no con la misma fuerza que lo ha hecho en Granada, el lugar en el que más fuerte se han dejado sentir estas movilizaciones.

Y es que la Agrupación Nacional de Agricultores y Ganaderos del Sector Primario, la ya conocida como Plataforma 6F, ha conseguido parar el latir de Granada. Sobre todo en las horas puntas, donde sus cortes en las carreteras han provocado el caos entre los ciudadanos. Más de 30 kilómetros de retenciones sumados en todas las carreteras, además de parones intermitentes en algunas vías, han sido los causantes.

La autovía A-92 ha sido el foco principal de las movilizaciones de estos agricultores. De este a oeste, y también en su zona central, la Autovía de Andalucía ha sido la que más retenciones ha registrado. En la zona norte de la provincia, a la altura de Cúllar, en la carretera se han llegado a concentrar hasta 200 tractores y 300 personas, solicitando mejoras para el sector primario. Mientras, en el Poniente, a la altura de Huétor Tájar, se vivía la mayor concentración, con 11 kilómetros de retención en sentido Almería y 10 kilómetros en sentido Málaga. La Guardia Civil tuvo que habilitar una vía de servicio para vehículos ligeros mientras tres tractores cortaban la calzada y provocaban que el tráfico de mercancías estuviera horas detenido.

La Autovía, colapsada. La Autovía, colapsada.

La Autovía, colapsada. / Photographerssports

En medio, unos agricultores convocados desde Pinos Puente cortaban también la vía a la altura de Atarfe y Albolote. Dejaban sus tractores en la estación del Torreón en Atarfe y cortaban la autovía a pie. La Guardia Civil intentó evitarlo, pero no lo consiguió. Los manifestantes abrían paso a muy pocos vehículos cada hora, ante unos conductores que reclamaban paso en los mayores momentos de tensión. Hubo que dejar paso a varios vehículos de emergencia y a particulares con gente dependiente a su cargo. 

Pero también hubo problemas, sobre todo en las horas puntas de la mañana y el mediodía, así como por la tarde, coincidiendo con las horas de salida del trabajo, en la Autovía de Circunvalación GR-30. La principal arteria de movilidad de la capital sufrió los cortes intermitentes de 15 minutos de media debido a dos piquetes de 50 agricultores de La Vega, uno a la altura de Armilla y otro en el Cerrillo de Maracena, en el enganche con la A-92G. Esto provocó que el mediodía y la tarde fuera un caos en el tráfico de la capital, al colapsarse las arterias urbanas  con conductores desesperados y buscando caminos alternativos para llegar a su destino. Pese a que el Ayuntamiento de Granada activaba un dispositivo especial con más de 800 agentes de la Policía Local para minimizar el impacto de las protestas, la hora punta, con la salida de los colegios y de los empleos, dejó las principales arterias granadinas inundadas de tráfico.

A pesar de las molestias ocasionadas por los cortes de tráfico ocasionados por los tractores de los agricultores granadinos, tanto desde los convocantes como de las Fuerzas del Orden, se hizo hincapié en que la ciudadanía se ha mostrado comprensiva con las reivindicaciones del campo. 

Otro aspecto que se ha puesto de manifiesto es la casi perfecta organización mostrada por los agricultores que mostraban su protesta con respecto a las tractoradas realizadas anteriormente en la provincia de Granada. En la capital, los manifestantes, que cortaron las entradas a la ciudad y el acceso a la Circunvalación en la entrada desde Armilla y en la Avenida de Andalucía, apenas dejaban pasar un número limitado de vehículos cada cierto tiempo. Eso sí, se facilitó la circulación a vehículos oficiales, ambulancias e, incluso, coches fúnebres. Del inmenso atasco producido hubo quien sacó rédito, como un restaurante del Polígono de El Florido, que contó con más clientes de los habituales con la presencia de conductores, manifestantes y miembros de las Fuerzas del Orden. 

La carretera A-44 a la altura de Iznalloz fue el último de los puntos críticos. La zona en la que se concentraron las protestas fue en la Venta de la Nava, donde los agricultores también interrumpieron el tráfico con camiones, tractores e incluso sus coches particulares desde las 10:00 de la mañana, dejando pasar solo varias decenas de coches cada hora. 200 personas en calzada y 30 tractores impidieron el paso de los vehículos tanto en dirección Motril como en dirección Jaén.

La Subdelegación del Gobierno en Granada se informó de que ninguna de las protestas que se han desarrollado se consideraban comunicadas. O lo que es lo mismo, no fueron autorizadas. Unas movilizaciones ante las que sólo pudieron pedir "respeto" a los agricultores, para evitar que se produjeran daños, tanto materiales como personales. No los hubo, las movilizaciones se desarrollaron sin incidentes.

Estos agricultores siguieron el llamamiento de la Agrupación Nacional de Agricultores y Ganaderos del Sector Primario, cuyo manifiesto alude a la "pasividad de los sindicatos agrarios", en referencia a la postura de organizaciones como COAG, Asaja y UPA que, con Cooperativas Agro-alimentarias, no apoyan estas protestas en Granada. Los agricultores granadinos se organizaron a través de las redes sociales, una poderosa arma si es bien utilizada, como demostraron este martes.

El colectivo se suma así a las protestas por la crisis del campo, con las que reivindican más flexibilidad de la Política Agraria Común (PAC), medidas contra la inflación, la rebaja o derogación de la ley de Bienestar Animal, el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria, que los productos que entren del extranjero lo hagan en las mismas condiciones fitosanitarias para evitar competencia desleal, ayudas contra la sequía y el mantenimiento de la rebaja del gasóleo agrícola, entre otras exigencias.

"Nos están asfixiando"

Antes de que saliese el sol, cientos de estos trabajadores estaban ya montados en sus vehículos para participar en la tractorada. Diego Salas, agricultor de la Vega y partícipe de las protestas en Armilla, reconocía a este periódico que las reivindicaciones "son las de muchos años atrás", y que "los cambios de producción nos están machacando".

Preguntado sobre los causantes de esos problemas, Salas apunta dos: los precios de origen y "el cumplimiento de la Agenda 2030" que están provocando que las explotaciones "no sean rentables". "Nos están asfixiando", sentenciaba el manifestante. 

Salas también apunta a la necesidad de "mantener el campo", no solo para la supervivencia de los propios agricultores, sino también para el país en su conjunto, ya que "muchas veces se importan productos de otros países que no tienen controles sanitarios", de ahí el alegato de este manifestante, que como muchos otros actúa de forma ajena a las asociaciones agrarias, de "no depender de otros países" y aprovechar los recursos de España. 

Por su parte, los grupos de organizadores de las tractoradas destacaban la elevada participación en unas protestas que está previsto continúen en los próximos días, y que, según el portavoz de la convocada en el Altiplano, Roberto Motos, han contado con "una afluencia masiva que no se esperaba".

Motos ha explicado que la convocatoria que se había realizado en Baza, como zona de confluencia de la protesta del Altiplano de Granada y Almería, no se ha llegado a completar en tanto el dispositivo de la Guardia Civil la ha dividido, de tal modo que algunos tractoristas han proseguido hacia la capital granadina y otros hacia Murcia.

En el corte entre Atarfe y Albolote, el grupo que ha llegado desde Pinos Puente ha lamentado que un agricultor participante en las protestas resultara herido en una mano cuando accedía a la A-92 mientras los agentes de la Guardia Civil trataban de impedirlo. Según el responsable de las movilizaciones en esta zona, José Guzmán, los agentes pidieron el DNI a varios de los participantes tras este hecho, con momentos de tensión que fueron reconducidos sin lamentar mayores sucesos.

El portavoz se congratuló de que la manifestación no se haya tratado de "boicotear" en lo que restaba de mañana. Todo ello gracias, ha añadido, a la "fuerza" de los agricultores, con más de mil tractores en las carreteras granadinas, según esta misma fuente, que ha destacado la "asistencia" y las "ganas" de los participantes por hacer ver el momento por el que pasa el campo granadino en medio de la sequía.

El Gobierno "empatiza" 

En ese contexto, el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, aseguró este martes que el Ejecutivo central "empatiza" con sus preocupaciones, aseveró que "se están adoptando medidas" como "la prohibición de la venta a pérdidas" o la "devolución del impuesto especial de hidrocarburos por el gasóleo agrícola, que en otros países europeos está provocando los conflictos con los agricultores", pero asegurando que son medidas que en España "ya se acordaron en su momento". Sea como sea, "se pueden mejorar siempre todas las situaciones" sobre la base del diálogo.

Donde no llegaron a producirse problemas fue en el Puerto de Motril, a pesar de que una treintena de agricultores se concentraron desde primera hora de la mañana en las inmediaciones de la entrada como medida de protesta por la crisis que sufre el campo. Llegaron a amenazar incluso con tratar de cortar el paso de los camiones procedentes de Marruecos que llegaban a la dársena, pero ante la fuerte presencia policial desistieron de su movimiento.

Los manifestantes aseguraron estar cansados de sentirse "ninguneados" pese a ser un sector esencial en la cadena alimenticia, y, sin embargo, ahora se ha convertido en un negocio insostenible. "Los agricultores tenemos inundados los mercados de productos de terceros países, unido a la huelga en Francia, han hecho que el producto nacional se quede en los estantes de los supermercados o en las fincas porque no tienen venta", explicó el portavoz de los agricultores concentrados en la dársena motrileña, José Villegas.

Lamentaron que ahora mismo están vendiendo a pérdidas, y "no es rentable trabajar con todo lo que tenemos que pagar para sacar adelante la cosecha". "Están ahogando al agricultor pequeño y mediano, y las medidas están enfocadas hacia las grandes corporaciones que son las que pueden sacar adelante, y van oprimiendo al pequeño y saliendo ellos adelante".

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