El running está de moda y cada vez más gente lo practica. No solo es un buen método para bajar de peso y mantenerse en forma, sino que además es beneficioso para la salud. Está demostrado que reduce el riesgo de enfermedades, ayuda a combatir el estrés y aumenta el autoestima, entre otros beneficios.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Granada y Jaén ha descubierto que la mejor forma de salir a correr es descalzo. Esta técnica, denominada barefoot running, continúa siendo muy debatida por los corredores, entre los que no se practica de forma mayoritaria, pero sí cada vez más.

En el estudio, en el que participaron 39 corredores voluntarios, se demostró que no utilizar ningún tipo de calzado para salir a correr disminuye las posibilidades de que el atleta sufra lesiones, independientemente de su velocidad, y siempre que se haga de manera adecuada. Esto es debido a que se producen cambios significativos en el tipo de apoyo del pie cuando hay calzado y cuando no. Al correr descalzo, se incentiva la adquisición de un patrón biomecánico técnico de carrera más eficiente, ya que se inicia el contacto del pie con el suelo en la zona metatarsiana (apoyo adelantado). Al utilizar habitualmente zapatillas, se lleva a cabo la técnica opuesta: se inicia el contacto con el suelo con la zona calcánea (la parte posterior del pie), y se generan importantes picos de impacto que inciden negativamente en la salud y en el rendimiento deportivo del corredor.

Los participantes desarrollaron un programa con ejercicios específicos durante doce semanas, realizados en césped natural con carga progresiva, tanto en carreras de forma continua o interválica y sprints. Tras finalizar el estudio, se comprobó cómo los atletas que corren descalzos cambian significativamente la técnica con la que impacta inicialmente el pie con el suelo. Los corredores de apoyo retrasado, gracias al programa, modificaron de forma significativa hacia un patrón más adelantado tanto a velocidades confortables como altas.

"Este comportamiento mecánico en las extremidades inferiores, unido a un excesivo movimiento trasversal del tobillo, parecen estar íntimamente ligados al desarrollo de lesiones de carácter crónico", explica el profesor del departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR y uno de los autores de esta investigación, Víctor Manuel Soto Hermoso.

Sin embargo, los investigadores advierten de que hay que ser prudente a la hora de iniciar la carrera con los pies descalzos, por lo que aconsejan realizar un estudio multidisciplinar acerca del sistema muscular y esquelético tanto a nivel estático (podológico y postural), como dinámico (estudio de la locomoción andando y corriendo); analizar la técnica, las fuerzas y los elementos elásticos y contráctiles, además de un estudio del calzado habitual.

La investigación ha tenido tal éxito que ha sido publicada en la revista Journal of Sport and Health Science, en un artículo donde se recogen los resultados obtenidos tras desarrollar un entrenamiento basado en la carrera descalza para comprobar su efecto en los corredores.