El Granada cumplió de sobra en el partido de presentación ante su afición, que empató (1-1) en el Nuevo Los Cármenes ante un Málaga que se llevó el Trofeo Ciudad de Granada al ganar por 3-2 en la tanda de penaltis que decidió el vencedor del 'bolo'.

El equipo rojiblanco, que fue de menos a más en el choque, dispuso de ocasiones de sobra para vencer, pero no las aprovechó y acabó viendo cómo el eficaz Málaga perforaba su portería tras una pérdida de balón que fue muy castigada.

Estuvo el equipo, salvo en esa acción, seguro atrás, tuvo fútbol en el primer tiempo y empaque en el segundo. Marcador aparte, dio la sensación de que está preparado para que empiece lo bueno.   

Con la duda de la portería y de la puesta a punto de algunos jugadores llamados a ser importantes que se unieron más tarde al equipo, Karanka apostó de inicio por un once que se puede parecer bastante al que se estrene en liga el próximo fin de semana en Ibiza, con Quini de lateral zurdo y Alberto Soro como enganche tras Matías Arezo.

El Granada dominó en un inicio de partido trabado entre dos equipos que fueron siempre a la presión alta. Los laterales se mostraron ofensivos desde el inicio y los dos jugadores de arriba generosos a la hora de venir a recibir para descargar.

En una de esas acciones Soro puso un pastel a Bodiger, valiente para descolgarse con asiduidad pero que no controló bien cuando se pudo plantar solo en el mano a mano.Respondió el timorato Málaga con un chut fuera de Javi Jiménez y otro de Fran Sol a las manos de Raúl Fernández.

Quini se lleva el balón ante un jugador del Málaga

El mejor arma de la pretemporada, el robo arriba, dio al Granada la primera gran ocasión del choque, salvada por Reina en el mano a mano ante un Arezo que le enseñó el remate tras asistencia de un eléctrico Uzuni. Segundos después evitó el meta el gol olímpico de Ricard, que tiene un guante en su bota derecha.

Ritmo

Superado el ecuador del primer acto llegó una gran ocasión para cada equipo. El dominio local casi se traslada al marcador con el 1-0, pero el chut de Soro tras revolverse bien en el área se fue al palo.

La réplica la dio Rubén Castro, que casi marca con la testa en el primer balón que tocó después de encontrarle la espalda a Miguel Rubio.

A la media hora, Petrovic se postuló como lanzador de faltas con un derechazo lejano que puso en apuros a Reina, atento tras un traicionero bote del balón justo ante él.

Marcó el Granada a la vuelta de la pausa de hidratación (38’) con otro de sus grandes recursos de esta etapa preparatoria: balones al espacio a Uzuni y que marque Puertas. Arezo envió el balón a tierra de nadie en una medio chilena, el albanés sacó a su par un metro en un suspiro y asistió para que el almeriense, con tanta sangre fría como suspense y calidad, permitiera al Nuevo Los Cármenes gritar de nuevo gol.

Comenzó la segunda parte con un susto, que solventó bien un rapidísimo André, y con la entrada del campo de Jonathan Silva, lo que devolvió a Quini a la derecha, Miki Bosch y Callejón, situándose el motrileño como enganche por detrás de Arezo.

El inicio del segundo tiempo fue tan plúmbeo como el del primero, con Antonio Puertas y Uzuni poniendo las gotas de calidad para evitar bostezos y André demostrando ante Rubén Castro, aunque no valía por fuera de juego, que hace bien las palomitas.

El paso de los minutos hizo que el Málaga tuviera más el balón ante un Granada bien colocado en el campo, pero con un juego menos fluido que antes del descanso. Callejón se apuntó al robo arriba ante Jozabed, que en un partido de verdad hubiera sido expulsado por trabar al motrileño.

Del 2-0 al 1-1

Antonio Puertas tuvo el 2-0 en sus botas a la hora de juego. Le faltó ajustar su chut unos centímetros tras una preciosa acción personal.

Poco después llegó una de las mejores noticias del amistoso con la entrada al campo de Víctor Díaz, Rochina (ambos inéditos hasta ahora en pretemporada y que se ubicaron en la banda derecha de lateral y extremo respectivamente) y un ovacionado Jorge Molina.

Necesitó muy poco el Málaga para empatar. El 1-1 llegó en el minuto 70 tras una pérdida de balón de Rochina de esas que en liga cuestan puntos. Fran Sol galopó por la izquierda y su pase atrás lo aprovechó Álex Gallar.

El tramo final del encuentro fue lo menos interesante. El cansancio apareció en el terreno de juego, sobre todo en un Málaga que sólo hizo dos cambios en todo el duelo.

Justo antes de que entrara Bryan Zaragoza, una de las sensaciones de la pretemporada al que tenía muchas ganas de ver en acción el respetable, tuvo el 2-1 Jorge Molina, que falló con la testa lo que no suele fallar.

En la tanda de penaltis falló más el Granada que el Málaga. André paró uno y los visitantes mandaron otro al palo, pero los locales estuvieron aún más descartados. Rochina e Ignasi Miquel tiraron mal a las manos de Reina y Callejón estrelló el suyo en el poste.