Osasuna-Granada CF Crónica

Golazo que vale un puntazo para el Granada CF

  • Montoro firma una obra de arte para igualar (1-1) en el minuto 90 el tanto marcado por Chimy Ávila al borde del descanso ante un Osasuna que acabó con diez por la expulsión de Cote

Montoro es felicitado tras marcar el gol del empate para el Granada CF

Montoro es felicitado tras marcar el gol del empate para el Granada CF / Efe (Pamplona)

Un golazo de Montoro cuando se cumplía el minuto 90 permitió al Granada CF sumar un puntazo en su visita a El Sadar al empatar (1-1), hacer bueno el pasado triunfo ante el Sevilla y echar por tierra las ilusiones de Osasuna de colocarse líder, algo que estuvo a punto de conseguir con demasiado poco asido el tanto de Chimy Ávila en el primer tiempo.

Los locales se quedaron con uno menos por la expulsión de Cote justo al entrar en un último cuarto de hora en el que apenas sufrieron pese a las acometidas visitantes. Hasta que Montoro, que entró al campo en el minuto 83, frotó la lámpara mágica y el genio brindó un sensacional gol que vale su peso en oro.

La buena primera parte del Granada sirvió para poco al recibir un tanto justo cuando el crono llegaba al minuto 45.

Luis Abram, superado en casi todos los lances por sus oponentes, despejó al centro con la testa, Oier empalmó el rechace desde fuera del área, el esférico tocó en Víctor Díaz y el Chimy Ávila, más listo que nadie, cazó la bola, se protegió ante Carlos Neva y fusiló desde cerca a Maximiano.

No merecía el Granada irse abajo al descanso, pero en los compases finales de ese primer tiempo, justo cuando ya no estaba en el campo un tocado Gonalons que fue reemplazado por Monchu, perdió el control de un choque que tuvo casi desde el inicio.

Hasta el 1-0 fue un primer acto igualado y con pocas opciones de gol, aunque ambas escuadras tuvieron las suyas. Las más claras del Granada nacieron en las botas de Rochina, poco participativo pero decisivo cada vez que entraba en contacto con el balón.

En el minuto 24 casi sorprende a Sergio Herrera desde lejísimos tras salir el meta de su área a cortar un ataque. Antes había asistido a la perfección a Machís, que forzado y con poco ángulo se topó con el meta local.

El Granada, bien asentado con el 1-4-4-2 elegido esta vez por Robert, mantuvo a raya a Osasuna, que sólo agitaba su juego cuando entraba en acción el Chimy Ávila. Primero probó a Maximiano con un cabezazo flojo, después con un tiro lejano que tenía mucha mala leche. A la tercera acertó.

Montoro, suplente esta vez, calentó cuando Bacca cayó mal tras un salto y parecía que iba a tener que abandonar el campo. Sin embargo, fue Monchu el elegido cuando se lesionó Gonalons.

La clara conclusión es que al técnico le gusta el valenciano de interior o de media punta pero que no lo ve en el doble pivote, donde lució un excelente Luis Milla, el mejor jugador con diferencia del partido.

Mazazo antes del descanso

La desconexión visitante antes del descanso se ejemplificó, aparte de con el gol recibido, con la buena ocasión de Rubén García, que mandó el balón arriba en lugar de firmar el 2-0.

No dio el Granada el esperado paso adelante al inicio del segundo tiempo, sino que se mantuvo la tónica de los instantes previos al descanso, con dominio y llegadas de Osasuna. Esta vez con un par de saques de esquina mal defendidos por los rojiblancos en los que se volvió a rozar el 2-0.

Momento en que el Chimy Ávila marca el 1-0 Momento en que el Chimy Ávila marca el 1-0

Momento en que el Chimy Ávila marca el 1-0 / Efe (Pamplona)

Los de Moreno trataron de agarrarse a Machís, demasiado guadianesco aunque peligroso cuando podía buscar el uno contra uno tras recibir después de un cambio de orientación de algún compañero.

Un par de centros del venezolano fueron rematados fuera por el dúo colombiano, el primero con el hombro por Luis Suárez y el segundo con la testa por Bacca.

Los arranques rojiblancos, los intentos del Granada por meterse en el partido, duraban un suspiro. Osasuna no paraba de meter miedo con sus llegadas y, mientras tanto, Robert no movía ficha, como si no viera ni el 1-0 ni la incapacidad de los suyos. Hasta el 71 no hizo cambios, con las entradas de Arias y Jorge Molina.

Otra vez apareció Rochina y otra vez meneó la contienda. Con su pase dejó en el mano a mano ante Sergio Herrera a Luis Suárez, agarrado por Cote para evitar un gol que, con todo, estuvo a punto de lograr el colombiano. La expulsión del zaguero local fue clarísima.

El final

De ahí al final, pese a estar el Granada con uno más, el meta local no tuvo que parar ninguna, salvo la falta de la tarjeta roja, en la que intervino bien ante Rochina.

Los locales se rearmaron agotando sus cambios y Robert hizo lo propio. Además de a Montoro, prefirió a Escudero antes que a atacantes como Soro o Puertas. La idea estaba clara. Meter a mucha gente por dentro y dejar espacio para las subidas de Arias y el propio Escudero, ambos frescos.

El fin justifica los medios. No ahogó el Granada a Osasuna y el que tuvo que actuar fue Maximiano ante un intento peligroso de Kike García.

Pero apareció Montoro para recordar que los viejos rockeros nunca mueren y que un jugador como él, siempre mejor en el campo que en el banquillo. Golazo que vale un puntazo.

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