Los resultados en pretemporada no sirven para sacar conclusiones acerca de lo que va a suceder cuando empiecen los partidos de verdad.

El mejor ejemplo es el Granada de Diego Martínez la pasada campaña, ya que firmó un periodo preparatorio con irregulares marcadores y, poco después, comenzó la temporada como un tiro, ganándolo todo en LaLiga Satander y la Liga Europa.

El Granada de Robert Moreno ya ha cerrado sus encuentros de preparación y el próximo rival que aparece en el horizonte es el Villarreal, en un compromiso que ya es de los de verdad, con puntos de por medio.

La valoración, en cuanto a resultados se refiere, tiene que ser positiva, ya que el Granada CF ha sumado cuatro victorias, un empate y sólo una derrota.

No obstante, en estos casos es importante tener en cuenta múltiples factores, el principal de ellos el nivel del oponente al que te mides.

Desde ese punto de vista los choques no han sido demasiado exigentes, ya que enfrente ha estado sólo uno conjunto de la misma categoría, tres de una menor, dos españoles y uno inglés, y dos que militan en la tercera división nacional.

El balance del Granada en pretemporada contempla triunfos frente al Bournemouth británico (2-1), el Linense (3-0), el Málaga (3-1) y el Linares (2-1), un empate ante el Espanyol (1-1) y una única derrota, en este caso contra el Alcorcón (0-1).

La cuestión goleadora

Si el hecho de haber perdido sólo un partido es uno de los aspectos más positivos, uno de los más negativos es que el Granada ha recibido goles en cinco de los seis partidos. Sólo fue capaz de dejar su meta a cero ante el Linense.

Desde el punto de vista anotador, algo similar, ya que ha marcado en cinco de los seis envites y el duelo ante el Alcorcón fue el único en el que no lo hizo.

La poca importancia que tienen los resultados en pretemporada se manifiesta en el hecho de que el Granada disputó hasta en dos ocasiones dos amistosos en apenas 24 horas.Y fue, precisamente, en los partidos contra el Alcorcón y el Linares, los que disputó sólo un día después de haberse medido a Espanyol y Málaga, respectivamente, cuando ofreció su peor nivel al acusar el cansancio.