No pensó Diego Martínez lo más mínimo en el partido del jueves contra el Manchester United a la hora de componer su once inicial para medirse al Villarreal.

El venezolano Machís, recién salido de una lesión, fue el único jugador que parece será titular en la Liga Europa y empezó el choque ante los amarillos en el banquillo, ya que otros futbolistas clave rojiblancos como Gonalons o Montoro, que podrían haber sido reservados, formaron en un once en el que el técnico no se guardó nada.

Los dos completaron una medular en la que siempre está Yangel Herrera, por lo que recuperó el preparador el 1-4-1-4-1, dibujo que más le gusta esta campaña.

Soldado fue el atacante elegido en detrimento de Jorge Molina, mientras que Quini apareció como el único jugador que será baja el jueves por no estar inscrito en la competición continental y que fue titular.

Los citados Gonalons y Montoro, junto a Antonio Puertas, fueron las tres novedades en el once del Granada respecto al duelo anterior frente al Valencia, saliendo del mismo Yan Eteki, Domingos Quina y Fede Vico.

Un rival reconocible

En el Villarreal, Unai Emery mantuvo el 1-4-4-2 que tanto le gusta, con Gerard Moreno y Bacca como pareja atacante que parece consolidada y cuatro cambios en relación al choque pasado contra el Cádiz, con las vueltas de Pedraza, Pau Torres, Capoue y Rubén Peña.

En definitiva, pese a que ambos conjuntos tiene una cita marcada a rojo en el calendario el jueves, pusieron lo mejor de cada casa para medirse este sábado a mediodía en el verde del Nuevo Los Cármenes. Y le salió la jugada mucho mejor al cuadro amarillo, que dicho sea de paso tiene menos lesionados que el Granada y fondo de armario mayor y de más calidad.

La presión alta del equipo rojiblanco en los instantes iniciales vaticinaba un encuentro como el de la primera vuelta en La Cerámica, en el que los amarillos tuvieron muchos problemas para crear peligro. Incluso, pese a la ocasión de cabeza de Gerard Moreno, se veía al Granada mejor asentado y medio fluido en ataque, con Yangel Herrera pisando bastante el área contraria.

Todo fue un espejismo, y dos factores contribuyeron a que el partido se pusiera pronto muy cuesta arriba: la presencia de Gerard Moreno y la acción del 0-1.

Otra vez el VAR

Perjudicó al Granada ese extraño y difícil de entender criterio que tienen actualmente los colegiados a la hora de señalar o no como penaltis las manos en el área.

La de Víctor Díaz, desequilibrado en un salto que hizo con los brazos arriba, entendieron en la sala VOR que sí era pena máxima.

Así se gestó el 0-1. Y después apareció Gerard Moreno, indetectable con sus movimientos durante toda la tarde para los jugadores rojiblancos y que decidió él solo el choque con su enorme calidad. Los jugadores amarillos encontraban verdaderas autopistas cada vez que atacaban por ambas bandas, con sus laterales convertidos en puñales. De nada servía la superioridad rojiblanca en la medular, porque el Villarreal defendió con orden y atacó de una forma tan veloz como dañina.

Cambios

No tocó nada Diego Martínez en el descanso, aunque sí que lo hizo cuando apenas se habían jugado unos minutos del segundo tiempo y la dinámica, lejos de mejorar, empeoró, con claras llegadas de los amarillos ante un Granada claramente superado en todas las líneas.

Se fue Víctor Díaz y reapareció Darwin Machís, manteniendo el equipo el dibujo 1-4-1-4-1, pero con Antonio Puertas como improvisado lateral diestro.

Los otros cuatro cambios de Diego, ya con 0-3, se hicieron pensando claramente en el jueves.

Salieron cuatro jugadores fundamentales en sus planes para acabar dibujando sobre el campo un 1-4-4-2, con Fede Vico y Yangel Herrera formando un inhabitual doble pivote, Adrián Marín como lateral zurdo, Puertas de nuevo como extremo y un cansado Kenedy formando en los instantes finales el dúo atacante junto a Jorge Molina.