Granada CF-Celta | La pizarra

El Granada CF, sin espacios y sin sorpresas

  • Nazaríes y celtiñas protagonizan un partido en el que prima el rigor táctico sobre la fluidez

Luis Suárez intenta un pase con la presión de Murillo.

Luis Suárez intenta un pase con la presión de Murillo. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Con el infausto recuerdo del 1-4-4-2 aún en el imaginario nazarí, Diego Martínez optó por el mismo sistema que cumplió con brillantez en el duelo copero del pasado jueves –eso sí, ante un rival de categoría inferior. El técnico vigués introdujo la figura del mediapunta para establecer un nexo entre el centro del campo y la delantera, gran carencia del clásico sistema con sólo dos centrocampistas. El elegido para esta tarea fue Fede Vico, que llegaba crecido tras su buena actuación frente al Navalcarnero.

De hecho, sólo el cordobés repitió como titular tras el choque copero. Si tenemos como referencia el último partido de LaLiga Santander, Luis Milla (por lesión) y Germán Sánchez (por decisión técnica) fueron las ausencias en la formación inicial del Granada.

Planteamiento

El Granada, conocedor de la naturaleza combinativa de su rival, planteó un partido sin la posesión del esférico en el que poder salir con celeridad inmediatamente después de recuperar la pelota. Fede Vico efectuó labores de centrocampista cuando los del ‘Chacho’ Coudet atacaban la portería de Rui Silva y de segundo punta cuando la tenencia de balón era nazarí.

Los rojiblancos intentaron evitar las precisas composiciones en poco espacio del Celta basculando hacia el balón de manera destacada. Diego Martínez prefirió impedir el entonamiento de los gallegos a resguardarse defensivamente de un cambio de juego que hubiera podido herir de gravedad a los granadinistas.

El rival

El conjunto entrenado por el ‘Chacho’ Coudet aterrizaba en el Nuevo Los Cármenes con una dinámica negativa de cuatro partidos consecutivos sin conseguir ganar que los colocaba en una posición compleja. La baja de Iago Aspas condicionó toda la actualidad del cuadro gallego, que pudo volver a su habitual estructura de 1-4-1-2-1-2  con el regreso del ‘Príncipe de las Bateas’.

El Celta intentó dañar los intereses nazaríes mediante el uso de dos bazas: la superioridad en la lucha por el centro del campo (los celestes contaban con cuatro jugadores por los tres del Granada y la libertad de movimientos de Aspas. El ‘diez’ se dejó caer con relativa regularidad a banda para generar espacios en el medio que pudieran aprovechar Brais Méndez o Nolito llegando desde segunda línea.

Kenedy

El extremo brasileño del Granada fue la única pieza que consiguió salirse de un guion de partido plano e inapetente. Kenedy, que está ‘de dulce’ –lleva dos choques consecutivos siendo el jugador más destacado de los rojiblancos– hizo todo lo que podía hacer durante el partido (y quizá algo más). El zurdo, actuando a pierna cambiada desde el costado derecho, regatea, atrae, llega, dispara, cede, recupera… Actualmente uno de los activos más valiosos de los rojiblancos.

Sin espacios

El partido, enfangado por un poco vistoso pero efectivo rigor táctico, condenó y defenestró la fluidez del balón en el centro del campo. El Celta de Vigo, con algo más de un exagerado setenta por ciento de posesión estéril, no pudo hilar jugadas de manera pulcra gracias a una trabajada y efectiva presión alta de los jugadores granadinistas que provocó multitud de balones rifados por parte de Murillo y Araujo.

Así dispuso el Granada ante el Celta de Vigo. Así dispuso el Granada ante el Celta de Vigo.

Así dispuso el Granada ante el Celta de Vigo.

La naturaleza del encuentro se cobró varias víctimas en las filas rojiblancas. Posiblemente el más perjudicado fue Luis Suárez, que tiene como principal cualidad la explotación de los espacios mediante su potencia en conducción. Machís, otro especialista en atacar huecos entrelíneas, también cuajó una actuación gris.

Cambios

Con un duelo que dejó de jugarse en la divisoria de los dos campos, Diego Martínez optó por retirar a uno de los jugadores del medio –Fede Vico, en tres cuartos– e introducir a Antonio Puertas. El ‘diez’ nazarí, que en un principio pareció colocarse en la misma posición que ocupaba Vico, terminó situándose varios metros más adelante y actuar de segunda punta con Luis Suárez sobre el césped y como uno de los dos delanteros en la 1-4-4-2 a la que mutó el sistema del Granada con la entrada de Roberto Soldado.

Enquistados

Como se antojaba desde prácticamente el principio del choque, el marcador no se movió en todo el partido. Granada CF y Celta de Vigo, en dinámicas negativas, parecieron firmar un empate que beneficia a los dos conjuntos.

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