Muy pocos peros se le pueden poner este curso al Granada CF. El equipo está cumpliendo con creces en casi todos los frentes, tiene prácticamente en la mano la clasificación para jugar las eliminatorias de ascenso y está muy bien posicionado para pelear por subir de forma directa.

Quedan sólo siete jornadas y, ahora, ascender es el objetivo. Esta plantilla se ha ganado a pulso pelear por eso. Soñarlo, pensarlo, decirlo y escribirlo no es incompatible con el discurso de técnicos y jugadores, con que no se salgan de su camino, con la senda del partido a partido, esa que tan segura ha sido hasta ahora.

Entre esas escasas taras del equipo está la dependencia, al menos en cuanto a resultados, que tiene de Ángel Montoro. Su ausencia ha sido un obstáculo que hasta ahora no ha sido capaz de superar el plantel. El valenciano ha faltado a cuatro partidos y en ninguno de ellos fue capaz de ganar el Granada.

Los rojiblancos tienen este domingo la oportunidad de saldar esa cuenta pendiente. Reciben a las seis de la tarde en el Nuevo Los Cármenes al Nástic de Tarragona y lo hacen sin Montoro. Ya toca vencer sin él.

No hay rival fácil

Hablar de partido asequible o menos complicado que otro en Segunda División es una osadía, se ve cada jornada. Eso no quita que si haces una encuesta y preguntas a quién te quieres enfrentar, seguro que el Nástic es uno de los más citados.

Si se obvia al descalificado Reus, el cuadro tarraconense es el penúltimo de la clasificación y está a once puntos de la salvación. Tras empatar la pasada semana ante el Sporting (0-0), todo lo que no sea ganar en Granada es para el Nástic quedarse sin opciones reales de permanencia.

El cuadro catalán sólo ha sumado cuatro puntos en las seis últimas jornadas y fuera de casa se desangra, ya que en sus nueve salidas más recientes acumula ocho derrotas y un empate con sólo un gol a favor.

Puede parecer fácil para el Granada, pero nunca se pueden olvidar ni los precedentes ante equipos que llegaban como víctimas propicias, más aún sin el concurso de Montoro, ni la categoría que es.

Llegan los nazaríes al partido plenos de moral tras haber ganado en la última jornada en Lugo (1-2) y también en su anterior comparecencia en casa (1-0 al Málaga) aunque entre ambos partidos perdió en Gijón (1-0).

El once

El puesto en el once titular de Montoro será, salvo sorpresa, para el nigeriano Ramón Azeez, que formará el doble pivote con San Emeterio, mientras que habrá más cambios en la alineación al recuperar su sitio en la media punta Fede Vico, que no jugó en Lugo por sanción.

Este sábado entrenó el equipo en el Nuevo Los Cármenes a puerta cerrada y la convocatoria se conocerá este mismo domingo. El club sacó de su parte médico tras la sesión de ayer a Víctor Díaz, que arrastraba desde primeros de semana un problema muscular, lo que quiere decir que estará en el carril diestro.

Si al final no fuera de la partida el capitán, Quini estaría en la derecha y recuperaría su sitio de inicio en el carril zurdo Adri Castellano.

El otro jugador con problemas, aparte de los lesionados de larga duración Fran Rico y Alex Martínez, es Antonio Puertas, que no ha podido trabajar con el grupo en toda la semana por una contusión en el gemelo derecho que arrastra desde el anterior encuentro.

Con la vuelta de Fede Vico, Martínez iba a tener que decidir entre Antonio Puertas, Dani Ojeda y Álvaro Vadillo para los extremos, toda vez que también está sancionado Alejandro Pozo, por lo que los problemas físicos del almeriense pueden mantener en el once tanto a Dani Ojeda como a Vadillo.

La duda

La otra gran duda aparece en el puesto de ‘nueve’. Sólo Martínez sabe si volverá a actuar de inicio Rodri Ríos o recuperará para la titularidad al colombiano Adrián Ramos. El resto del equipo será el mismo de las últimas jornadas.

En el Nástic, el central Fali está sancionado, mientras que están en el dique seco el extremo Sebas Coris y los centrocampistas Ramiro Guerra y Javi Márquez. Dos ex rojiblancos como Uche y Luis Suárez formarán el duo atacante de los catalanes.