laliga 1,2,3 | Granada-Alcorcón

Con el duende de Adrián Ramos (2-0)

  • El colombiano se convierte en el salvador de un Granada que sufre para ganar a un buen Alcorcón al que le falta contundencia en ataque

  • El Granada sigue a un punto del ascenso y a seis del líder Huesca

Estaba la grada de Los Cármenes pidiendo a voces a Joselu como solución al atasco en ataque del Granada cuando irrumpió con fuerza la estrella, ya no de este equipo, sino de toda la Segunda División. Porque un jugador como Adrián Ramos, con lo que le costó a Jiang Lizhang sacarlo de un tal Borussia de Dortmund, es un lujo tenerlo en esta categoría. Y los rojiblancos son los afortunados de poder disfrutarlo. Se ha empeñado el de Santander de Quilichao en callar las bocas que dudaban de su compromiso, aquellas que incluso le querían fuera del equipo por mucho que estuviera lesionado o que apenas hiciera pretemporada. Los últimos dos meses de Ramos son como para ir al Mundial y seguro que Pékerman está mirando sus vídeos por desgracia para el Granada, que podría perderle en la recta final de la Liga, lo que sería un contratiempo muy serio. Al trabajo oscuro que hace en cada partido, ayer sumó su vis goleadora. Marcó dos, uno de '9' puro y otro de sobrado, de tener una fuerza descomunal para esta Liga. Tantos que llegaron en los momentos indicados, cuando el Granada parecía estar empezando a pasarlo mal y el partido corría riesgo de enquistarse.

Todo porque el Alcorcón jugó bien, bastante bien. Julio Velázquez se estudió al Granada de pe a pa y le complicó mucho las cosas, a pesar de que en punta de lanza sufrieron los problemas de no tener a un ariete puramente goleador, ya que Jonathan Pereira, pese a su calidad extrema, no tiene el perfil de un punta nato. Todo el peligro alfarero llegó en botas de Álvaro Peña, cuyos disparos llevaban siempre mala idea, sobre todo uno que estrelló en el poste a punto de alcanzar el partido la media hora de juego. El técnico amarillo pobló el centro del campo con cinco jugadores y el apoyo de dos carrileros largos para salir. El Granada nunca pudo sacar limpia la pelota a pesar de la buena colocación de Alberto Martín y la omnipresencia física de un Pierre Kunde con el que el Cholo Simeone puede hacer diabluras cuando acabe su cesión en Los Cármenes.

El Alcorcón también hizo triples ayudas y coberturas a Darwin Machis, que casi siempre estaba rodeado de amarillos. Sin embargo, y como pasó en Córdoba, eso otorgó mucho protagonismo a Salvador Agra, titular en detrimento de Pedro, que terminó aclamado por la afición gracias a su velocidad y desborde, aunque le faltó mejor vista a la hora de poner los balones centrados a donde debía, como en varios pases de la muerte hacia nadie que dio en el primer tiempo.

El Granada no estuvo cómodo en prácticamente todo el partido. De hecho, el Alcorcón tuvo más el balón y acumuló a muchos hombres entre líneas, lo que provocaba algunas descoordinaciones defensivas en los granadinos. Les faltó el último pase, ya fuera porque llegaban justos a todas las jugadas o que los locales se anticipaban a todo. Así pasó buena parte del encuentro. La zaga rojiblanca leía bien todos los pases interiores del 'Alcor', destacando la capacidad de anticipación de Saunier y de Germán, estelares. Vaya tres centrales de garantías tiene este equipo que, además, ha vuelto a dejar a cero su portería por segunda vez seguida en casa.

Kunde lideraba las algaradas ofensivas de un equipo que no quería complicaciones atrás y que elaboraba algo más en ataque. La sensación, sin embargo, era de que el partido se iba hacia el empate porque no había fluidez arriba. Hasta que apareció Ramos al comienzo de los segundos cuarenta y cinco.

En dos minutos, el colombiano cerró el partido. Primero al rematar un centro, de nuevo, milimétrico de Víctor Díaz, que más que lateral es un extremo ya. El segundo explotando su sociedad con Sergio Peña y su potencia física, que le llevó a recuperar un balón dividido y vencer el cuerpo a cuerpo con los centrales para batir a Casto.

Los Cármenes pasó de pedir a Joselu a aclamar y bendecir al colombiano, el hombre clave que todos querían ver desde hacía un año. El partido acabó con el Alcorcón poseyendo el esférico, previa salvada de Javi Varas a tiro de Pereira justo tras el 2-0 que evitó mayores apreturas. A la contra no mató el Granada, aunque pudo, y los visitantes lo intentaron con denuedo pero sin inspiración, cada vez más avasallados por una defensa local que no dejó resquicios decisivos.

Van cuatro victorias seguidas. Lástima del rendimiento fuera de diciembre y enero, porque ahora el Granada podría estar mirando cara a cara al Huesca. Al menos ha habido reacción a tiempo. La racha se pondrá a prueba la semana que viene en Lugo. Se viene la parte más comprometida del calendario.

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