–¿Qué ha hecho estas vacaciones?

–He estado en Ibiza, que es donde suelo pasar siempre todas las vacaciones. No me gusta viajar porque allí estoy en la gloria con mi familia.

–¿A pesar de que la isla se llena de turistas?

–Sí, al final siempre vamos a los mismos sitios, donde ya conocemos a la gente y nos sentimos como en casa.

–Si un granadino es su mejor amigo, ¿conocía ya la ciudad?

–No, vine hace muchos años al pueblo de mi padre, Algarinejo, pero era muy pequeño y recuerdo poco.

–¿Le ha dado tiempo de volver a Algarinejo?

–Todavía no, quiero ir cuando vengan mis padres.

–¿Un rincón favorito de Granada?

–Diría el restaurante Juan Rana. Es el que más me gusta para ir tranquilo con mi mujer y mis hijos. Ver el atardecer ahí cenando me gusta mucho.

–¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

–Soy una persona muy tranquila y familiar. Me gusta estar en casa y tener mi rutina.

–¿Le gusta ver series y películas?

–Me dedico más a eso cuando estoy concentrado porque con los niños en casa es difícil.

–¿Y leer?

–Leo poco. No me gusta y tengo muy poca paciencia para coger un libro.

–¿Ha sido difícil la adaptación de los niños, siendo tan pequeños, a vivir en varios países?

–Creo que nos pensamos que para ellos es muy fácil porque son pequeños, pero en realidad es muy jodido. Hemos pasado momentos difíciles, pero al final son vivencias que ellos, con el tiempo, seguro que lo agradecerán. Ahora, en ese aspecto los veo un poco más maduros que a otros niños de la misma edad y seguro que la adaptación de nuevo en España será más fácil para todos.

–¿Qué es lo peor de las concentraciones?

–El tiempo que pasamos en la habitación; la espera hasta el momento del partido se hace muy larga.