Real Sociedad-Granada|La Pizarra

Sufrir formaba parte del plan

  • El Granada juega todo el encuentro con el 5-4-1 como esquema

  • El banquillo vuelve a contribuir en la consecución del triunfo

Puertas celebra con Yangel Herrera el primer tanto granadinista

Puertas celebra con Yangel Herrera el primer tanto granadinista / Efe

El Granada CF puede ganar o perder sus partidos, pero siempre deja patente que tiene un plan trazado. El bloque dirigido por Diego Martínez disputó los 90 minutos con un 5-4-1 sobre el terreno de juego. Parar las oleadas de la Real Sociedad fue lo más complicado, pero el equipo volvió a salir victorioso. Los cambios volvieron a tener su cuota de importancia para alcanzar el éxito del triunfo.

Once inicial

El conjunto granadinista confió su suerte de nuevo a la defensa de cinco efectivos, que contó con la novedad de Jesús Vallejo. El zaguero cedido por el Real Madrid se ubicó en esta ocasión entre Víctor Díaz y Domingos Duarte. Carlos Fernández volvió a partir desde la banda derecha, aunque gozó de su habitual libertad de movimiento en el frente de ataque.

Duelo de ideas

Los primeros compases del choque evidenciaron que la presión visitante no iba a ser asfixiante desde el primer minuto. El bloque defensivo rojiblanca esperaba la entrada del cuero en su mitad de campo para morder. Los futbolistas de Imanol Alguacil dejaron claro con largas posesiones que no iban a rifar el esférico. Con el paso de los minutos el Granada se animó a realizar algunas presiones en campo rival, aunque la calidad txuri-urdin disminuyó la posibilidad de sorprender con algún robo.

El papel de Carlos Fernández

La inteligencia del ‘24’ es una bendición para el equipo. El joven atacante jugó buena parte del encuentro muy lejos del área de Moya, pero ganó mucho oxígeno recibiendo de espaldas y aguantando balones. Su movilidad le permitió dar apoyos en numerosas partes del campo.

Tiki taka

Correr detrás del balón causa mucha fatiga física y mental. El Granada trató de disfrutar de posesiones duraderas, pero se lanzó a picar sin avisar. Domingos Duarte, central izquierdo, se animó a subir y poner un centro medido tras un buen numero de pases rojiblanco. La cabeza de Puertas puso el broche a una gran jugada en una de las primeras llegadas al área de Moya.

Verticalidad

El segundo tanto del encuentro reflejó la capacidad nazarí para plantarse en el área rival. Un pase rival a la nada cayó en las botas de Jesús Vallejo, que superó una línea blanquiazul con un buen pase para Yangel Herrera. El venezolano buscó y encontró, con la ayuda de Diego Llorente, a Soldado, que batió a Moya. El Granada fabricó un tanto en apenas dos pases. Mucha capacidad para hacer daño.

El Granada realizó dos cambios en la línea defensiva El Granada realizó dos cambios en la línea defensiva

El Granada realizó dos cambios en la línea defensiva / Departamento de Infografía

Merino arruina el plan

El 0-2 al descanso era un botín muy valioso. A buen seguro que Diego Martínez trazó un plan en el vestuario para salir al césped con las mejores garantías, pero el rápido tanto de Mikel Merino echó por tierra el colchón.

Oxígeno y velocidad

Pasada la hora de juego, Diego Martínez decidió mover el banquillo por primera vez. Soldado y Yan Eteki dejaron su sitio a Machís y Ramón Azeez. El cometido del nigeriano era contribuir a detener el chaparrón donostiarra, mientras que Machís debía ser una amenaza al contragolpe.

Aerolíneas Germán

Diego Martínez se topó con el infortunio de la lesión de Jesús Vallejo, que tuvo que ser sustituido por Germán. El zaguero gaditano salió enchufado al partido y ganó numerosas disputas aéreas. Su contribución fue importante para defender los envíos laterales de la Real Sociedad en el tramo final de partido.

Las bandas deciden

La pausa para la hidratación del minuto 75 sirvió para que el cuerpo técnico rojiblanco recalcase la importancia de tapar las alas, pero Näïs Djouahra consiguió poner otro buen balón en el área para Oyarzabal.

Los cambios suman

Que los revulsivos aporten es una de las señas de identidad del Granada. Machís se pasó muchos minutos corriendo para ayudar en defensa en lugar de correr a la espalda de la zaga donostiarra, pero puso un balón en el flequillo de Domingos Duarte que valió un gol de oro.

A las barricadas

El 2-3 terminó de volcar a la Real Sociedad en el área de Rui Silva. Diego Martínez empleó su última ventana de sustituciones para dar entrada a Gil Dias y Martínez, que relevaron a Puertas y Yangel Herrera. El onubense se situó en el centro de la defensa, lo que hizo que Víctor Díaz ocupase el lugar de Yangel Herrera por delante de la retaguardia. El capitán volvió así a mostrar su polivalencia. Gil Dias se colocó en banda izquierda para ayudar en tareas defensivas.

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