Desde la llegada de Diego Martínez al Granada CF, si algo ha mostrado su equipo es que es un bloque en mayúsculas. Se podrá ganar o perder, pero casi siempre compite y no se da por vencido. Sabe manejar los momentos de los partidos y ponerse el mono de trabajo cuando hay que hacerlo. Es un clásico ya que cuando los rojiblancos se ponen por delante en el marcador, la victoria siempre cae de su lado. Pero faltaba una remontada y ésta llegó este sábado ante el Espanyol (2-1), que no demostró ser el colista de la tabla clasificación.

Los de Abelardo se fueron del Nuevo Los Cármenes con cero puntos al ver cómo su rival logró voltear por primera vez en la temporada un resultado adverso. Y lo hizo mostrando una capacidad de concentración y trabajo que han llevado a disfrutar de una plácida campaña que no se recordaba en Primera División en los últimos cuarenta años.

Buen inicio

La puesta en escena no pudo ser mejor. Durante más de veinte minutos se jugó casi siempre en campo contrario, llegando con cierta facilidad al área de Diego López y con equilibrio en ataque por ambas bandas. Si no era Machís, era Víctor Díaz el que colgaba el cuero al corazón del área para que la dupla formada por Roberto Soldado y Carlos Fernández los remataran. Los de Abelardo se vieron sorprendidos por un equipo que, en teoría, está cansado por la acumulación de partidos en el mes de enero pero que arrancó el duelo decidido y sin especular.

Sin embargo, conforme fueron avanzando los minutos el Espanyol fue soltándose en ataque gracias a la calidad de Raúl de Tomás, que fue una pesadilla para la zaga granadina gracias a su movilidad en todo el frente de ataque. De sus botas nacieron las mejores acciones ofensivas de su equipo, bien acompañado por Sergi Darder, y en el segundo acto por Embarba, otro de los fichajes de relumbrón de los pericos en este mercado invernal.

Las fuerzas se fueron equilibrando poco a poco hasta que un supuesto penalti de Domingos Duarte sobre De Tomás que Cuadra Fernández señaló y el VAR no rectificó, aunque las repeticiones dejaron muchas dudas, permitió a los catalanes adelantarse en el marcador. Fue 'RDT' el que se encargó de materializarlo, sembrando dudas en la grada porque a partir de ese momento, el Espanyol fue mejor.

Momento en el que Darwin Machís anota el segundo tanto del Granada CF.

Incluso tuvo una clara ocasión en las botas de Sergi Darder que no aprovechó cuando tenía todo a su favor para hacer el 0-2 (36'). Un minuto después, de nuevo De Tomás gozó de una buena oportunidad pero su disparo con la izquierda lo despejó Rui Silva. Los visitantes llegaban con facilidad a las inmediaciones del arquero luso. Pero un destello de calidad rojiblanca igualó la contienda. El tanto no llegó por medio de una acción combinada sino tras un envío en largo a Soldado que prolongó para Carlos Fernández, que eludió a un rival y habilitó, con un preciso pase interior, a Machís que ante la salida de Diego López definió con calidad por debajo de las piernas. El gol animó a los locales, que por medio de Yangel Herrera, Víctor Díaz y Antonio Puertas pudieron adelantar a su equipo antes del descanso.

Pillería

El paso por vestuarios le sentó muy bien a los de Diego Martínez, que nada más iniciarse el segundo acto voltearon el marcador gracias a una acción de pillería de Machís. El venezolano le ganó la partida a Naldo, que se confió, y cedió en el área a Carlos Fernández, devolviéndole así el regalo que el sevillano le hizo en el primer tanto. El espigado ariete cedido por el Sevilla FC se marchó con un movimiento de cadera de su par y con la derecha, su pierna mala, alojó el esférico en la escuadra de Diego López.

Los rojiblancos aventajan ya en quince puntos más el ‘average’ al cuadro de Abelardo

Se había hecho lo más difícil, que era remontar un resultado adverso. Pero su rival no bajó los brazos en ningún momento y nunca se dio por vencido. Hasta la hora de partido, Machís fue el hombre más peligroso del Granada CF pero en los últimos 30 minutos el cansancio copero comenzó a aparecer. Desde el banquillo se buscó aportar frescura en la medular con la entrada de Azeez, Foulquier y, por último, Eteki.

Así jugó el Granada CF ante el Espanyol.

Tocaba pertrecharse atrás, defender la renta y buscar a la contra asustar a su rival. Y en eso el Granada CF es todo un experto. Ya podía enviar el cuadro de Abelardo cientos y cientos de envíos al área que, bien Germán o bien Domingos Duarte, los despejaban de cabeza. Que había que cerrar los espacios por banda y apretar a su par, ahí estaban Víctor Díaz y Carlos Neva para secar a Embarba y Melendo. Y es que el técnico perico sacó todo su arsenal ofensivo en la recta final del choque. Los Calleri, Raúl de Tomás, Embarba, Wu Lei, Melendo y Vargas, con Sergi Darder por detrás, hacía imposible irse alegremente al ataque pues se quedaban descolgados y una posible pérdida podía ser mortal.

Oficio

La afición se percató de ello y ya se está acostumbrando a pedirle a sus jugadores que no pierdan el sitio, tiren de oficio y no cometan graves errores. Porque ya saben que este equipo sabe defenderse. Y así fue para alcanzar la cifra de los 30 puntos, aventajar en quince más el average al Espanyol y poder viajar al Wanda Metropolitano con mucha más tranquilidad. Toca centrarse en la Copa para ampliar un poco más el sueño y la leyenda de este equipo.