El Granada CF ya sabe competir

Pedro Alemañ, Faye y Oscar Naasei celebran el tanto del empate de Arnaiz en Santander. / Agencia LOF

Se las prometían muy felices los aficionados del Racing de Santander al descanso en el partido de su equipo ante el Granada CF. Los de José Alberto López se fueron a los vestuarios con 2-0, la sensación de haber podido sentenciar el choque antes y mostrándose muy superiores a su rival. Sin embargo, la charla que le dio Pacheta a sus jugadores en la caseta y el cambio de José Arnaiz por Rubén Alcaraz, uno de sus pilares, cambió todo.

Los rojiblancos ajustaron varios aspectos, presionaron más juntos y dieron un pase adelante para sorpresa del líder de Segunda División, que no fue hasta la recta final del choque cuando se soltó algo, pero ya con empate a dos en el marcador. Los rojiblancos ofrecieron la imagen que todo seguidor granadino quiere: ambiciosos, intensos, trabajadores y ganando duelos. Eso que en el primer acto apenas se vio. Compitieron y eso es mucho.

Las dos caras

Lo cierto es que en El Sardinero, un campo con solera donde siempre gusta acudir, el Granada CF ofreció dos caras. Una situación que se ha repetido en más de una jornada. Pacheta quiere que su equipo sea regular, pero le cuesta. Ser constantes durante 90 minutos, equilibrados y sin altibajos se ha visto en muy pocos encuentros. El que viera solo la primera mitad se quedaría con un equipo que, jugando así, tendrá muy complicado lograr la permanencia en Segunda División. Pero en la reanudación todo fue muy diferente. Apareció la capacidad de desborde de Faye, Pedro Alemañ entró más en juego, Sergio Ruiz se hizo grande en la medular y, un partido más, Jorge Pascual volvió a marcar para mantener vivo a su equipo.

El correcaminos

Que Álex Sola esté jugando en un equipo cuya principal aspiración es tratar de seguir en la categoría un año más es sorprendente. El donostiarra está demostrado un compromiso que ha enamorado a la afición rojiblanca. Su esfuerzo es innegable, ya no solo en ataque, sino que trabaja a destajo en la presión, realiza esfuerzos intensos continuados y no se deja nada sobre el terreno de juego. Su espíritu y capacidad de adaptación a cualquier posición le convierten en un jugador esencial en el esquema de Pacheta, que tiene claro que su equipo son Álex Sola y diez más.

Arnaiz

Una de las buenas noticias del choque en Santander fue la aportación de José Arnaiz. Al talaverano, el fichaje más mediático y con más bagaje en Primera División de la presente temporada, le ha costado entrar en la dinámica del equipo. No llegó en buen estado físico tras dos años en Osasuna con pocos minutos. A ello hay que sumar unas molestias físicas que le impidió tener continuidad. Pero parece que, superada esa fase, comienza a verse al Arnaiz que todos desean. El técnico burgalés no se lo pensó y cambió el dibujo en el descanso para dar entrada en la media punta a un jugador que, si algo tiene, es una gran pegada. No se lo piensa cuando tiene opción de disparo y así lo demostró en la recta final tras recortar en el área a un rival, obligando a Jokin Ezkieta a hacer una gran parada en un acción que pudo suponer el 2-3. Un portero que no pudo atajar el duro disparo que realizó desde 25 metros que dio lugar al empate a dos tras tocar el cuero en un futbolista de la barrera. Son dos tantos ya de Arnaiz en las dos últimas citas, algo que a buen seguro le servirá para coger confianza. Pacheta lo está deseando.

El salvador

El Granada CF tiene un serio problema en la portería y bien haría en reforzarla en el marcado invernal. Sus dos guardametas están contando para los seleccionadores de Argelia, en el caso de Zidane, y el combinado sub 21 en el de Astralaga. Sin el primero, el segundo fue tratado con mimo durante toda la semana y finalmente pudo jugar. Con muchas dudas en el juego aéreo sobre todo en el primer tiempo, en la segunda mitad vivió mucho más tranquilo hasta que llegó la recta final del choque, en la que evitó la derrota de su equipo a disparos de Arana. Primero repelió un remate del delantero del Racing a bocajarro tras un centro desde la izquierda y, en la última acción del envite, se hizo grande en un mano a mano, terminando levantando los brazos ante la afición rival, acción que dio lugar a una tángana final sin consecuencias. Lo normal es que siga bajo el arco el próximo sábado ante el Córdoba debido a la lesión de Zidane. Será su tercer partido como rojiblanco en el que espera dejar la portería a cero.

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