Hace poco más de una década, el Granada CF estaba en Segunda División B. Un pozo de donde era muy difícil salir y más una entidad como la rojiblanca, que estaba acuciada por las deudas. Pero la llegada de Gino Pozzo y Quique Pina cambió por completo el futuro de un club que, en poco más de diez años, ha multiplicado sus recursos y que ve el futuro con mucho optimismo, coronavirus al margen.
Porque si se analizan los presupuestos con los que ha contado el club nazarí en este último periodo, el crecimiento ha sido exponencial. Desde la conversión en Sociedad Anónima Deportiva, obligado al ascender en Alcorcón en la campaña 2009-2010 a la Liga de Fútbol Profesional, pocos podrían imaginar que en este curso, por ejemplo, se dispongan de unos 60 millones de euros. Y más teniendo en cuenta que en 2002 se descendió a Tercera División por el impago de 388.000 euros a los jugadores bajo la presidencia de Francisco Jimena.
Presupuesto actual
El cambio económico que ha experimentado el Granada CF ha sido tal que ha pasado, de contar en 2010 con un total de ingresos de 1.883.350 euros, a casi 32 veces más en diez años. Con el ejercicio actual en curso, Antonio Fernández Monterrubio, director general del club, reconoció el pasado mes de febrero que se estarían en torno a los 60 millones de presupuesto, una cifra que no llega a ser la récord pues en la temporada 2016-2017, la primera de Jiang Lizhang al frente del octogenario club, se llegaron a superar los 66 millones de ingresos, en concreto 66.630.000 euros, según lo publicado por palco23.com, un portal especializado en información económica en el deporte.
Las famosas cuentas del fracaso, pues pese a esa ingente cantidad de dinero se terminó descendiendo en una año para olvidar, reflejaron una mala gestión de los recursos al contar con casi 45 millones por derechos de televisión, más diez por publicidad y explotación comercial, a lo que hay que sumar cinco por plusvalías por traspasos, casi 3,5 por abonados y más de tres por otros conceptos.
Los ascensos
Y es que se ha pasado de contar, en teoría, con menos de dos millones de presupuesto en el primer año de Pina a 60 o más. Pues hay que matizar que realmente en aquella campaña del regreso a Segunda, gran parte de los jugadores eran cedidos por Udinese y sus emolumentos no computaban en las cuentas rojiblancas en su totalidad. Con el ascenso, las cantidades aumentaron considerablemente y se pasó, en el único que el Granada CF estuvo en Segunda con Pozzo (2010-2011), a un presupuesto que rondó los nueve millones, un cifra que se incrementó en veinte millones más con el regreso a Primera División.
Sin embargo, en la máxima categoría no hubo muchas variaciones presupuestarias pues desde el curso 2011-2012 al 2015-2016, el crecimiento económico a nivel presupuestario no fue a más. En torno a los treinta millones fue la tónica en los presupuestos del club, y eso que hubo traspasos más que jugosos. Al menos, se invirtió en infraestructuras como la construcción de la Ciudad Deportiva de la carretera de Alfacar, que se estrenó en septiembre de 2015 y que aún está por completar.
Derechos por televisión
Gran parte del dinero que los distintos rectores han podido gestionar han llegado en esta última década por los derechos televisivos. Se trata de cantidades que han ido oscilando en función de los puestos obtenidos en la tabla clasificatoria, de ahí que el incremento de ingresos por esta vía en la anterior etapa en Primera, en la que se estuvo seis años pero sin superar la decimoquinta plaza, no hayan variado en exceso.
No obstante, fue el acuerdo televisivo del curso 16/17 el que impulsó la economía de todos los clubes del país. El Granada CF, en ese año, recibió nada menos que 44,6 millones mientras que en otras temporadas percibió 18,5 (curso 14/15); 31 un año más tarde pero siempre muy lejos de los trece que ingresó en su estreno en Primera en 2011-2012 y que hizo que Pina, el entonces presidente, se quejara en su momento al considerar que LaLiga se estaba desvirtuando por el reparto económico de los derechos televisivos.
El descenso supuso un palo económico para la entidad, lo que implicó la reducción del número de trabajadores y más tras no conseguir regresar a Primera en la campaña 2017-2018, y eso que contaba con una ayuda de LaLiga. Los recortes se prolongaron más aún la pasada temporada, con una reducción del 12% en sueldos y salarios no deportivos y del 44% en otros gastos de explotación. Pero Diego Martínez y los suyos lograron ascender y el futuro se mira ahora con mucho más optimismo.
En función de la clasificación
Sobre todo porque cuando se reanude la competición, si es que finalmente es así y si se mantiene la actual novena posición en tabla, por televisión se podrían alcanzar casi los 60 millones, que fue lo que la Real Sociedad cobró el año pasado por terminar noveno. Pero eso son solo conjeturas. La realidad es que el Granada CF ha crecido mucho en apenas once años.
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