Granada CF | Resaca en rojiblanco

Los encajes de bolillos de Diego Martínez o cómo el Granada CF quiere ser competitivo

  • Hacer una alineación que rinda supone cada jornada un quebradero de cabeza para Diego Martínez

Diego Martínez anima a sus jugadores en el duelo ante el Villarreal del pasado viernes.

Diego Martínez anima a sus jugadores en el duelo ante el Villarreal del pasado viernes. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Como positivo se puede calificar el regreso a la competición del Granada CF. Ha logrado cuatro puntos de nueve posibles ante equipos con plantillas muy superiores y objetivos europeos, en una primera semana con tres partidos y que comienza a pasar factura. Insiste Diego Martínez cada vez que puede en sus comparecencias de prensa que tiene que hacer encaje de bolillos para formar un once competitivo. Las lesiones, una plaga que no cesa esta temporada, y las molestias normales tras un parón de dos meses sin pisar el césped, hacen que el técnico vigués se vea obligado a rotar, aunque en su cabeza ya estaba esta idea de cara al regreso de LaLiga Santander.

El ser un equipo camaleónico ha sido la tónica del cuadro rojiblanco en las dos últimas campañas. Pero en esta semana los continuos cambios de sistema demuestran el trabajo que realiza el cuerpo técnico nazarí, que es capaz de variar en apenas seis minutos de esquema. Se trata de sorprender al rival donde la calidad no llega. Y ante el Villarreal fue un claro ejemplo. Se gozaron de ocasiones, se dominó gran parte del choque pero los partidos se definen en las áreas y ahí, el cuadro castellonense demostró estar muy por encima.

Las rotaciones

Con respecto al duelo frente al Getafe, Diego Martínez introdujo ante el Betis cinco cambios. Ante el Villarreal, fueron tres las variaciones en el once inicial. Cuatro más que su rival, que dejó claro tener mayor fondo de armario pues es el principal candidato para ocupar la séptima plaza que da derecho a jugar en Europa. Los problemas para formar una medular estable ante las lesiones de Montoro y Gonalons condicionan, en parte, la preparación de los partidos en los que la frescura física en este tramo tan intenso de la competición es determinante.

Antoñín

Entre los jugadores que están llamados a gozar de más minutos se encuentra el delantero malagueño Antoñín, la apuesta rojiblanca una vez cerrado el mercado invernal. El ‘18’ rojiblanco debutó en Primera División ante el Getafe y el pasado viernes demostró tener una frescura y un descaro que puede venir muy bien en la recta final de la competición. El ex del Málaga, gracias a su polivalencia, le dio otro aire al ataque nazarí. Demostró potencia, velocidad y un buen uno contra uno. Evidentemente, le queda aún mucho pero mostró detalles de jugador de calidad que con confianza puede crecer en muy breve espacio de tiempo.

Yangel Herrera volvió a liderar el centro del campo rojiblanco. Yangel Herrera volvió a liderar el centro del campo rojiblanco.

Yangel Herrera volvió a liderar el centro del campo rojiblanco. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Presenciar en directo un encuentro de alto nivel en el que no hay público, deja algunos detalles que pasan muy desapercibidos cuando los aficionados llenan las gradas de los estadios. Ya no sólo los gritos de ánimo entre compañeros, las órdenes de los porteros y los técnicos, sino también las quejas a los árbitros, la presión que ejercen los suplentes y los lamentos de los entrenadores. Ante el Villarreal, se pudieron escuchar las quejas de Diego Martínez ante alguna que otra acción para la ‘galería’ de Antonio Puertas, las reprimendas a Rui Silva por sacar antes de tiempo y no tener cabeza en la salida del balón o la tranquilidad que transmitió a sus futbolistas en el tiempo de descuento.

'Nuevo' fútbol

Y es que en el ‘nuevo’ fútbol, los partidos duran mucho más y suelen ser prácticamente diez minutos más de media lo que se extiende un choque y precipitarse por sacar rápido una falta lateral puede evitar sumar un punto. Fue lo que ocurrió en tiempo de descuento cuando Azeez quiso sacar rápido pero, desde el banquillo, se le pidió tranquilidad. La falta era “buena”, como se pudo escuchar, y tras su ejecución hacia Germán, Antonio Puertas pudo empatar pero su disparo se fue junto al palo derecho de Asenjo. Detalles que a veces pasan desapercibidos y que, al jugarse a puerta cerrada, se pueden disfrutar.

El otro fútbol

Fue curioso contemplar cómo, entre el personal que trabaja en el club para que todo salga a la perfección en los partidos, los hay que viven con intensidad los encuentros. En el sector de Preferencia se situaron dos trabajadores que, una vez cumplida su misión, pudieron disfrutar el choque y animar a los de Diego Martínez. “¡No saben jugar!”, en alusión al cuadro de Javi Calleja, o “¡vamos Granada!” se pudieron escuchar perfectamente. Porque, como dice el técnico vigués, todos tienen que sumar para puntuar y meter ‘presión’ desde la grada es un claro ejemplo.

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