Granada CF

De los banquillos a la consulta médica

  • Salvador Castillo, uno de los doctores del cuerpo médico del Granada CF, entrenó al Recreativo en la temporada 1994-1995

Salvador Castillo fue contratado esta temporada procedente del Cádiz.

Salvador Castillo fue contratado esta temporada procedente del Cádiz. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El mundo del fútbol a veces presenta historias dignas de ser conocidas. El balompié suele generar pasiones para aquellos que lo viven con intensidad y son muchos los que, de alguna u otra manera, quieren seguir vinculados a un deporte que para miles de personas ha sido el sueño de su vida pero que no todos pueden alcanzar.

Se suele empezar como futbolista en edades muy jóvenes pero no siempre se tiene la calidad necesaria para llegar a ser profesional. De hecho, en proporción son muy pocos los que alcanzan las dos primeras categorías. Otros buscan en los banquillos continuar ligados aunque sea entrenando a equipos de las categorías inferiores para ‘matar el gusanillo’. Los hay que colaboran de forma altruista en la organización de los equipos porque, en parte, forma parte de su vida. Y otros buscan una salida profesional que, en cierto modo, les pueda permitir seguir vinculados.

Más de dos décadas

En el Granada CF de la presente temporada, hay una curiosa historia de uno de sus miembros que tuvo un pasado como técnico y que ahora sigue viviendo el fútbol pero desde otra perspectiva. Se trata de Salvador Castillo, uno de los doctores del cuerpo médico rojiblanco, que hace más de veinte años tuvo la posibilidad de sentarse en el banquillo para dirigir al primer equipo filial.

El galeno también dirigió a los infantiles del Cenes y los cadetes y juveniles del Granada

Fue en la temporada 1994-1995. Por aquel entonces el cuadro nazarí presidido por Pepe Aragón, que posteriormente dimitió, vagaba por la Segunda División B con muchos problemas tanto institucionales como económicos y deportivos. Por el banquillo pasaron hasta tres entrenadores, entre ellos José Víctor, y se terminó en el puesto decimotercero. Obviamente, la principal preocupación era el primer equipo pero el club tenía a su primer filial, el Recreativo, en Tercera División.

Salvador Castillo acompaña a Machís y Alberto Lara en el duelo ante la Real Sociedad. Salvador Castillo acompaña a Machís y Alberto Lara en el duelo ante la Real Sociedad.

Salvador Castillo acompaña a Machís y Alberto Lara en el duelo ante la Real Sociedad. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Como casi siempre salvo alguna excepción, pocos eran los jugadores que subían a la primera plantilla. Por ello, la junta directiva optó por renovar la plantilla del ‘Recre’ que tenía una media de 18 años para competir en una categoría en la que jugaban equipos como el Málaga CF, que cogió el testigo del CD Málaga tras su desaparición, y que jugaba en La Rosaleda ante miles de aficionados. Los responsables de la cantera de la entidad no se lo pensaron y decidieron otorgarle la dirección de dicho equipo a un joven granadino. Se trataba de Salvador Castillo quien, a sus 22 años, tuvo la oportunidad de entrenar por primera vez en categoría nacional. Previamente se hizo cargo de los infantiles del Cenes y los cadetes y juveniles del propio Granada CF.

Malos resultados

Castillo, por tanto, conocía la cantera sin embargo la aventura no salió como esperaba. La poca experiencia de sus futbolistas, la dureza de la competición y los problemas en la entidad no ayudaron a que pudiera mantenerse en el Grupo IX de Tercera. Catorce encuentros estuvo al frente del histórico conjunto que posteriormente pasaría a llamarse Granada B. Su balance no fue especialmente bueno pues tan sólo ganó dos encuentros, ante el Torremolinos y el Garrucha, perdiendo el resto de partidos, alguno de ellos con goleadas como el 8-0 que le endosó El Ejido o el 2-6 del Maracena en el antiguo Los Cármenes. Tras su destitución pasaron por el banquillo el argentino Mario Luna, uno de esos personajes que pululan por el mundo del fútbol, y Gabriel Rosario Lázaro. Pero ninguno pudo evitar el descenso a Regional Preferente.

Experiencia

La aventura de Castillo como técnico terminó y se centró en sus estudios, siendo el médico de numerosos equipos de Segunda y Primera División. Inició su carrera como galeno en las filas del Rayo Vallecano, antes de recalar en el Xerez de la mano de Lucas Alcaraz. Con el entrenador granadino también coincidió en el último Real Murcia que logró el ascenso a Primera División. Posteriormente, pasó por el Almería y su última experiencia fue como máximo responsable en los servicios médicos del Cádiz.

La llamada del Granada CF le pilló en Jerez de la Frontera, donde tenía consulta pues es especialista en medicina del deporte. No se lo pensó dos veces, comenzó a trabajar en la pretemporada en el stage en Marbella y regresó a casa, aunque sea en otra faceta distinta a la que llevó a cabo hace 27 años. Pero siempre, eso sí, con el mismo escudo en el pecho.

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