granadiNIstas y mundialistasestadísticas

El padre de la selección

  • Fue el primer seleccionador nacional de España, a la cual llevó a la plata en los Juegos de 1920

  • 'Inauguró' el Estadio Centenario de MontevideoLa huella del Granada CF en la mayor competición del mundo

Verano de 1941. Para el debut del Granada CF en Primera División, el presidente Ricardo Martín Campos buscó a alguien con experiencia. Y disparó con pólvora de rey. Se trajo a Paco Bru, un mito, una leyenda que la noche de los tiempos ha ido tapiando hasta casi el olvido. Figura en cientos de bases de datos, pero su vida la cuentan mejor en letras que en cifras. La rocambolesca historia de Paco Bru, se llamó. Lo escribió él mismo. Martín Campos le convenció a razón de 1.500 pesetas al mes durante dos temporadas.

Este madrileño, que algunos dicen que nació en Filipinas, deportiva y futbolísticamente se formó en Barcelona. Fue jugador (entre otros, del Barça y del Espanyol), entrenador, periodista, directivo, conferenciante, atleta, atracción de circo (actuaba como 'forzudo') y árbitro de fútbol. Se cuenta que la primera vez que pitó no evitó que el público y los jugadores le vieran meterse una pistola en el traje (por entonces, los árbitros lucían hasta corbata). Quería "un partido tranquilo", se le atribuye, aunque nunca se demostró que aquello sucediera. También contaban de él que fue practicante de jiu-jitsu, un arte marcial que le ayudó corporalmente para hacer mejores controles de balón. Una leyenda en todo el sentido de la palabra.

Paco Bru fue el primer entrenador del Granada en Primera DivisiónSe trata del tercer entrenador con más triunfos en Primera con el Granada

Es considerado el padre de la selección española de fútbol. Corría 1920 y la Federación Española encargó a tres entrenadores hacer un equipo nacional por primera vez en la historia para concurrir a los Juegos Olímpicos de Amberes. Entre ellos, Bru. A la hora de realizar la concentración, dos de ellos, Ruete y Berraondo ni aparecieron y el madrileño se quedó al frente de un equipo que alcanzó la medalla de plata, y que para siempre quedó bautizado como La Furia. Una España todavía joven que podría haber llegado a jugar en el Mundial uruguayo, además siendo una de las favoritas, de no haber sido tan caro.

Para cuando aterrizó en Los Cármenes, a su espalda ya llevaba una amplia trayectoria en los banquillos: Real Madrid, Girona, Espanyol, fue enviado por la FIFA a Cuba para desarrollar el deporte en la isla de caimán verde... Y lo más importante, fue la representación de España en el primer Mundial de fútbol de la historia, ya que la selección, su selección, declinó participar en Uruguay 1930 por los costes del viaje.

Bru dirigió a la selección nacional de Perú, que estaba encuadrada en el grupo C junto a la anfitriona y al final campeona, Uruguay, y Rumanía. El combinado andino cayó en sus dos encuentros. El primero ante los europeos por 3-1 en el estadio de Pocitos, aunque Souza Ferreira igualara a falta de un cuarto de hora para el final. El segundo ante los rioplatenses, en un encuentro para la historia. Uruguay hacía su debut en el Mundial en el mítico Estadio Centenario, el "monumento del fútbol mundial" como se lee en sus paredes. Y en aquel partido para la eternidad estuvo presente una persona que luego, once años después, pisaría el césped de Los Cármenes.

El Estadio Centenario fue una de las tres sedes de aquel Mundial y el escenario de los grandes partidos. Construido para la ocasión, recibió ese nombre ya que en aquel 1930 también se conmemoraban los cien años de la independencia del Uruguay. Más de 100.000 espectadores en un campo que aún no estaba finalizado. En algunos sectores el cemento aún estaba tan fresco que los espectadores dejaron su firma. Aún hoy, bajo los asientos, pervive aquel recuerdo.

Perú aguantó casi todo el partido los embates locales, campeones olímpicos dos años antes y hasta el momento, considerados campeones del mundo oficiosos. Castro, a la media hora del segundo acto, acabó con los andinos y con su periplo mundialista.

Once años después de aquella experiencia, Paco Bru vivió la aventura de hacer debutar por primera vez en la historia al Granada CF en Primera División. Aquí dejó huella, la impronta de ser un gran entrenador. Salvó al equipo con holgura en su primera temporada, la 41-42, haciendo lo propio en la posterior aunque con la mediación de la disputa de una promoción contra el Valladolid en Barcelona, vencida por 2-0 con doblete de Juan Nicola. Estuvo aquí 59 partidos, con 24 victorias, 10 empates y 25 derrotas. Cumplió su contrato, cumplió sus objetivos y se fue un técnico que hasta la temporada pasada fue el segundo entrenador del Granada CF con más victorias en Primera División. Su registro de 19 triunfos lo superó Lucas Alcaraz la temporada 2016-17. Ahora es tercero. Y parece que lo seguirá siendo durante mucho tiempo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios