Desde la soledad que genera estar lejos de la familia Sergio Parla, una de las incorporaciones del mercado invernal del Recreativo Granada, no tendría ningún problema en “jugar en junio, julio o cuando sea necesario. Soy un profesional pero ahora toca quedarse en casa”.
El pivote madrileño, de 27 años, reconoce que “lo que peor llevo es estar solo por lo que trato de ocupar las horas para no volverme loco. Tengo a mi familia en Madrid e ir a entrenar y estar con mis compañeros era el mejor momento del día. Aunque hablo con ellos por videollamada y están bien, me gustaría estar con ellos”.
Lamento
Una de las cosas que más lamenta el ex del Calahorra es que el parón ha llegado cuando “estábamos en una buena racha, la gente estaba confiada en que se podía sacar la situación que parecía tan complicada hace unos meses y teníamos muchísima ilusión”. No obstante, es optimista y considera que “volveremos más fuertes pero aún queda mucho por competir”.
Al menos, el entrenar en casa hace que se haga el día más llevadero. En ese sentido, apunta que “todos los días nos pasan ejercicios nuevos, así que siempre tengo trabajo que hacer y por las mañanas estoy entretenido. Gracias al material cedido por el club está siendo mucho más fácil realizar el entrenamiento pues yo estaba prácticamente recién llegado y no disponía de casi nada”.
Pero es evidente que echa de menos el contacto con sus compañeros aunque “siempre mantenemos el contacto por las redes sociales o por WhatsApp, pero los miércoles tenemos videoconferencia con el grupo. Nos juntamos todos un rato, hablamos y vemos algún vídeo de fútbol con los entrenadores”.
Volveremos
Por último, cree que “volveremos a jugar aunque eso suponga modificar de alguna forma la siguiente temporada, acortando plazos o con más jornadas entre semana. La Federación tiene un papel fundamental ahora, pero no terminar la Liga puede generar algunos problemas”.
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