Cuando el próximo lunes Granada CF y Real Betis salten al terreno de juego, para un jugador de los 22 que pisen el verde del Estadio Nuevo Los Cármenes será especial. Se trata de Rui Silva, el guardameta portugués que volverá a Granada pero para medirse al equipo que le dio la oportunidad de jugar en LaLiga Santander.

El luso defendió la elástica rojiblanca durante cuatro campañas y media. Vivió un descenso, un ascenso y, sobre todo, fue partícipe de la mejor temporada de la historia de la entidad nazarí. Llegó con 22 años y se fue en plena madurez, con la etiqueta de gran portero pero sin dejar ni un sólo euro en las arcas del club.

Profesional

A Rui Silva no se le puede achacar nada en su trayectoria con el Granada CF. Jugador tímido fuera del terreno de juego, su profesionalidad quedó fuera de toda duda y con el paso de los años fue creciendo como portero gracias, sobre todo, a la confianza que le dio Diego Martínez.

Sobre todo porque sus inicios no fueron buenos. Llegó en el mercado invernal del curso 2016-2017 con el equipo en una dinámica muy negativa y un plantel de jugadores en su mayoría cedidos y poco comprometidos. Ni Lucas Alcaraz ni Tony Adams contaron con él y terminó siendo convocado en 19 ocasiones pero sin disputar ni un solo minuto. Estuvo a la sombra del mexicano Ochoa pero nunca se quejó, al menos públicamente.

En su primera temporada y media apenas jugó tanto en Primera como en Segunda División A

Con el Granada CF en Segunda División y Javi Varas como uno de los fichajes estrella, el de Aguas Santas siguió sin tener oportunidades con José Luis Oltra. De hecho, debutó en la jornada 17 ante el Rayo Vallecano debido a un problema familiar de Varas mostrando alguna de las cualidades que en las siguientes temporadas ofreció en cada partido. Ya no jugaría más hasta la jornada 37 con Pedro Morilla en el banquillo. Con Miguel Ángel Portugal disputó las dos últimas fecha en las que dejó una buena imagen pero su equipo ya no se jugaba nada.

Rui Silva trata de evitar que Benzema remate de cabeza en el pasado Betis-Real Madrid.

Pero su trayectoria en el Granada CF cambió con la llegada de Diego Martínez. El fracaso del curso anterior hizo que se tuviera que bajar el presupuesto y se apostara por Rui Silva bajo el arco, que respondió a lo grande. Fue el ‘Zamora’ de Segunda División tras encajar 27 goles en 40 partidos y una pieza esencial en el inesperado ascenso. Dejó su portería a cero en 18 ocasiones y tan sólo se perdió el último encuentro de la temporada, con la Primera División en el bolsillo, para que pudiera debutar Aarón.

Histórico

El portugués se había ganado la confianza y el cariño de la afición granadina y en las dos siguientes temporadas fue indiscutible para el técnico gallego. En la 2019-2020 disputó un total de 35 partidos en LaLiga Santander más dos de Copa del Rey, encajando 44 goles entre ambas competiciones y convirtiéndose en el arquero que pasará a la historia por ser el que defendió el arco nazarí en la clasificación para la Europa League por primera vez.

Pese a los intentos de la dirección deportiva por renovarle finalmente llegó libre al Betis

El internacional luso cumplía contrato el pasado mes de junio y desde la dirección deportiva, con Fran Sánchez a la cabeza, se intentó por todos los medios prolongar su vinculación con la entidad que este año ha cumplido 90 años. Pero se interpuso el Real Betis, con Antonio Cordón a la cabeza que lo conocía bien, y le puso un contrato sobre la mesa irrechazable al que el Granada CF no pudo llegar. Pese a ello, siguió comprometido y rindiendo a gran nivel pese a la cantidad de goles que encajó el cuadro rojiblanco.

Silenciosa despedida

Disputó 46 duelos entre Liga y Europa League en los que encajó nada menos que 67 tantos. Y eso que detuvo hasta cuatro penaltis, una faceta en la que ha ido mejorando con el paso de las temporadas. Sin público en las gradas, se despidió en el césped ante el Real Madrid el pasado 13 de mayo y posteriormente por medio de un comunicado en Instagram de un club en el que ha crecido exponencialmente. No hubo un acto oficial. Llegó en silencio y se fue igual. A buen seguro que la afición rojiblanca lo recibirá con cariño antes del inicio del duelo ante su nuevo equipo a un jugador que regresa a la que fue su casa y en la que ofreció un gran rendimiento cuando se confió en él. Se espera que el club le haga un pequeño homenaje porque Rui Silva lo merece.