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Una provocación insólita

  • Un grupo de musulmanes radicales quiere manifestarse contra la política británica en Afganistán en la localidad a la que llegan los féretros con los soldados muertos

La provocación no podría ser mayor: un grupo de extremistas islámicos en el Reino Unido eligió la pequeña localidad inglesa de Wootton Bassett, un lugar que simboliza como ningún otro el luto del Reino Unido por sus soldados muertos en Afganistán, para albergar una marcha de protesta contra la política británica en el país centroasiático y, en general, contra la actitud hacia los musulmanes.

Prácticamente todas las semanas pasan por el lugar coches fúnebres con los féretros de los soldados caídos y una y otra vez se reúnen allí miles de personas para rendir el último homenaje a los militares.

Precisamente por esas calles pretende el grupo extremista Islam for United Kingdom (Islam para el Reino Unido) portar ataúdes simbólicos en recuerdo de todos los musulmanes "muertos en nombre de la democracia y la libertad".

Hasta la intervención de soldados británicos en Iraq y Afganistán, Wootton Bassett era un lugar del condado de Wiltshire conocido por la cercana base aérea de Lyneham. Pero desde que los cadáveres de los soldados muertos en el extranjero llegan al país aterrizando en esa base, donde son recogidos por coches fúnebres para someterlos a autopsias, los veteranos, familiares y habitantes de la población siguen continuamente el desfile, protagonizando tristes escenas.

Desde entonces, en Wootton Bassett se lanzan flores y se reparte consuelo a los familiares de las víctimas.

Pero ahora, los extremistas del grupo pretenden manifestarse en ese simbólico escenario e incluso no tienen escrúpulos ni a la hora de hacer una comparación con los nazis.

La marcha no está concebida como un acto en recuerdo "de la impía potencia ocupadora británica", sino de todas las atrocidades en Afganistán, anunciaron los islamistas.

Y el presidente del grupo, Anjem Choudary, que calificó a los atacantes del 11 de septiembre de "mártires", siguió envenenando el ambiente: "Creo que están implicados en crímenes de guerra (...) en Afganistán hubo campos de concentración como en la Alemania nazi", dijo sobre los soldados británicos.

Poco después, llegaban los cadáveres de otros dos soldados de 23 y 19 años, que hacen ya el número 244 y 245 de los caídos en la guerra de Afganistán.

Los políticos se mostraron indignados: el primer ministro Gordon Brown calificó la pretensión del grupo radical de "repugnante" y "desagradable".

El ministro del Interior, Alan Johnson, mostró su respaldo en el caso de que la Policía considere que debe prohibir la marcha para mantener el orden público.

Pero también los musulmanes moderados que viven en este pais están conmocionados y destacan que Islam for UK habla sólo por una minoría de los musulmanes, advierten de agresiones y anuncian incluso la posibilidad de una contramanifestación convocada por ellos mismos.

Los planes de las protestas son sin embargo agua en el molino de los grupúsculos británicos de la extrema derecha, que el pasado otoño planearon escaramuzas en las manifestaciones.

Entre ellos está la English Defence League (la Liga de la Defensa Inglesa), que en una carga abierta publicada en su web y dirigida al extremista Choudary se ofrece para asumir los costes de su desaparición para siempre del país. Unas 400.000 personas en la red social de internet Facebook ya han exigido a la Policía que se produzca una prohibición de la protesta.

Pero Scotland Yard no podrá decidirse hasta que los organizadores, que esperan al menos 500 participantes, anuncien oficialmente su intención de convocar la manifestación.

Lucy Aldridge, que perdió a su hijo William de 18 años en una encerrona de los talibanes advierte que "si finalmente tiene lugar la manifestación, ésta no transcurrirá en ningún caso de forma pacífica".

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