José Antonio García | Cantante de 091

"Las canciones de 091 han envejecido bien; escuchas una y no te parece rancia"

  • La banda granadina regresará a los escenarios el sábado para dar uno de los conciertos más esperados del festival En Órbita

  • "Los temas del nuevo disco serán súper rockeros y cien por cien 091", asegura García

La banda granadina 091 al completo, con José Antonio García en el centro.

La banda granadina 091 al completo, con José Antonio García en el centro. / Salvador Serrano

Si hay una fecha que los seguidores granadinos de 091 recuerden con especial cariño, ésa es la del 17 de diciembre de 2016. El grupo actuaba por última vez con su gira Maniobra de resurrección ese día en el Palacio de Deportes. El tour no sólo los había traído de vuelta 20 años después de su directo de despedida en Maracena, sino que los había colocado de nuevo en el mapa del rock español. Algo justo y necesario. "Nos vemos en otra resurrección", dijo su cantante, José Antonio García, a modo de despedida aquel día. Dicho y hecho.

El conjunto formado por García, José Ignacio Lapido, Tacho González, Jacinto Ríos y Víctor Lapido regresará a los escenarios el sábado en uno de los conciertos más esperados del festival En Órbita. La actuación coincide con la grabación del nuevo disco, cuyas canciones serán "cien por cien 091 y súper rockeras", asegura El Pitos. Muchos cruzarán dedos para poder escuchar algún adelanto en Fermasa. Al final, como bien decía el tema Otros como yo, "son insondables los caminos del Señor".

Jose Antonio García, durante su actuación en el último concierto de la gira 'Maniobra de resurrección'. Jose Antonio García, durante su actuación en el último concierto de la gira 'Maniobra de resurrección'.

Jose Antonio García, durante su actuación en el último concierto de la gira 'Maniobra de resurrección'. / Miguel Ángel Molina / Efe

-Después de 25 años, han vuelto al estudio para grabar nuevas canciones. ¿Recuerda la primera vez?

-La primera vez que nos metimos en un estudio fue en Sevilla. Allí iban a cantar flamencos y grababan sevillanas y cosas así. Nosotros éramos rockeros. No había amplificadores. Lo enchufábamos todo por línea. Una vez grabados los instrumentos, entré a cantar. Recuerdo que el técnico decía: “¿Pero este es vuestro cantante?”. Yo estaba despistado (ríe). Ese es el primer recuerdo que tengo de la primera vez que fuimos a grabar, en el año 82.

-El último trabajo, Todo lo que vendrá después, publicado en 1995, sonaba mucho más rockero, eléctrico y directo que los anteriores. ¿Y éste, a qué suena?

-Te puedo dar una pista. Tenemos al mejor compositor y letrista de España -en alusión a José Ignacio Lapido-.

-El sonido de Lluvia de piedras, su primer disco en solitario, tiene más que ver con TNT que con 091. ¿Esto influirá en el sonido del nuevo trabajo?

-El disco que estamos haciendo es 091 cien por cien. Lo importante del disco es que José Ignacio no ha bajado la guardia y mantiene el nivel muy alto. Las canciones van a ser súper rockeras.

-Siempre han sido muy críticos en sus temas con el sistema, sus taras y la industria musical. Recuerdo canciones como Fuego en mi oficina, Qué fue del siglo XX, La vida qué mala es. ¿Lo seguirán siendo en este nuevo disco?

-Sí. Las letras siempre han sido un poco ambiguas. Cada uno puede ver reflejado en ellas sus inquietudes y luchas. Nosotros hemos vivido con los pies en la tierra, pero dejamos abierta el concepto de la letra para que cada uno lo interprete como quiera. Hemos hecho la prueba en el grupo y nos hemos preguntando qué nos sugiere a cada uno. Y cada uno tenía una idea distinta.

-Joe Strummer os decía que contra viento y marea lucharais por mantener vuestra dignidad artística por encima de intereses comercial. ¿Ha sido duro mantener esa máxima?

-Nosotros hemos antepuesto todas las cosas por ser nosotros mismos, sí. Aunque muchas veces nos haya perjudicado pero hemos mantenida una línea.

-¿Qué opinan de la voraz industrial musical ustedes, que son unos supervivientes?

-La industria musical se ha devorado a sí misma. Empezó vendiendo discos y funcionó. Pero llegó un momento que había otros negocios más rentables y no les importó la música, ni los músicos. No ha cuidado al público para que sigan consumiendo música. Les ha dado igual. Ha conseguido que se autodestruya. La industria hoy día saca productos muy simplones. Pero menos mal que está la autoproducción para solventar eso.

-Han sido siempre un grupo muy serio y honesto en sus planteamientos. Nunca se han vendido. ¿Qué opina de programas como Operaciones Triunfo o La Voz? ¿Acudirían si le invitaran?

-No creo que fuéramos. No es una cosa que vaya con nosotros. En este tipo de programas directamente anulan la personalidad de cualquiera. Ellos van buscando un producto concreto. Cuántos nombres pueden quedar de todas las ediciones de Operación Triunfo que se han celebrado. No, no iríamos.

-La trayectoria del conjunto estuvo marcada injustamente por las dificultades: malas producciones, técnicos pésimos, malas decisiones tomadas por directivos de las empresas musicales. ¿Qué sienten ahora, que un gran público os respalda y llenan estadios por toda España?

-Es una satisfacción. Lo hemos conseguido. Nos ha costado muchísimo llegar hasta donde estamos. Mucha gente pensará que ha sido casual o fruto de la suerte. Somos trabajadores de la música y hemos ido poquito a poco. Hemos creado nuestro sello a base de esfuerzo. Hemos intentando que cada disco sea mejor que el anterior y no bajar nunca el nivel creativo. Eso al final tiene su recompensa. Las canciones han envejecido muy bien. Escuchas una canción de 091 y no te parece rancia. Es una canción que la escuchas y te parece actual.

-¿Han quedado satisfechos con este nuevo disco?

-No te puedo dar muchos detalles por ahora, pero ya te digo que nosotros tenemos un nivel y no lo bajamos. Este disco está al nivel de 091.

-Volviendo a los obstáculos a los que os habéis enfrentado. Uno de ellos fue la producción. La gente decía no suenan lo mismo en el directo que en el disco.

-Esa fue una lucha casi constante en nuestra carrera. Nosotros queríamos sonar en los discos como en el directo. Pero era imposible. Cada vez que íbamos a grabar un trabajo teníamos un productor distinto. Intentaban que sonáramos como el grupo de moda. Siempre endulzaban nuestro sonido. Nosotros éramos más cañeros. Con 12 canciones sin piedad empezamos a acercanos a nuestro sonido en directo. Es un lastre que la mayoría de grupos españoles hemos tenido. Pero ha pasado porque las compañías no creían en nosotros.

-El otro día me decía la sobrina de Ángel Doblas, Lola Índigo, que "las discográficas al final pelean por ti cuando eres un producto rentable".

-Claro. Antes, a lo mejor no te echaban de la discográfica pero te apartaban. Muchas compañías nos han tenido como un grupo de nivel pero sin ventas masivas. Sin embargo, los americanos se han sabido vender mejor.

-Hace más de 40 años empezó su carrera musical -en concreto con TNT-. ¿Qué ha ganado y qué ha perdido con los años?

-He ganado experiencia, madurez y sabiduría. Soy de esas personas que piensa que nunca se acaba de aprender. Siempre te acaban sucediendo cosas que dices: "Es imposible que me pueda pasar con lo que se y ocurre". Lo importante es estar conforme con tu vida y yo lo estoy. Después de un camino tan pedregoso he hecho lo que he querido y me dedicado a la música.

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