Cuenta Kurt Busiek que la premisa argumental de Superman: Identidad secreta está sacada de un viejo número de DC Comics Presents, fechado allá por 1985, cuando las Crisis en Tierra Infinitas. Los ilustres veteranos Elliot S! Maggin y Curt Swan -Busiek no lo dice, pero el entintador era el fenomenal Al Williamson- se sacaron de la manga un mundo sin superhéroes, Tierra Prima. O más concretamente un mundo con un solo superhéroe, Superboy, que ni siquiera sabía que era Superboy. "Me sentí enganchado al personaje en el acto", dice Busiek en su introducción, "y vi grandes posibilidades en él, una fabulosa tensión entre las expectativas exteriores y su secreto interior, un contexto diferente a cualquier otra serie de Superman, porque en el mundo de este Clark, Superman no es más que una marca registrada, un icono de la cultura pop. (…) Yo quería leer una serie mensual sobre aquel chaval. Qué diablos, quería escribirla".

Busiek pasa por ser uno de los guionistas más talentosos del género en las dos últimas décadas, y tiene en su haber obras resonantes como Marvels, Astro City o las primeras andanzas del Conan de Dark Horse. Con un prestigio ganado a pulso, adorado por los lectores y mimado por la crítica, era solo cuestión de tiempo que lograse dar forma a sus ideas sobre Superman en un mundo sin superhéroes. Esto es Identidad secreta, un relato humano, delicioso y absorbente que desarma el mito de Superman y lo ofrece de nuevo a los lectores, de una pieza. Y si sobresaliente es el trabajo literario, no menos reseñable es el apartado gráfico, debido a un espectacular y elegantísimo Stuart Immonen, que dibuja y colorea las páginas. Immonen hace suya la historia desde el minuto uno, y difícilmente cabe imaginarla en un registro visual diferente, con otro ritmo y otras imágenes que no sean estas hermosas estampas de un mundo que clama por salirse de la viñeta y cobrar vida propia. Los cuatro tomos prestigio de la serie original vieron la luz en 2004, y ECC los acaba de reeditar en este estupendo volumen que se lee de un tirón.

Kurt Busiek, Stuart Immonen. ECC. 208 páginas. 18,95 euros.