La Real Academia de Bellas Artes de Granada es de las más antiguas de cuantas existen en España. Su nómina de miembros ha sido tan numerosa como ilustre. A lo largo del tiempo ha ido atesorando una gran colección de arte, producto de los muchos artistas que han engrosado sus filas y que han ido dejando huella de su paso por la misma.

Tradicionalmente, a la inmensa mayoría de las Academias se les ha achacado su gran cerrazón, su manifiesto distanciamiento hacia la ciudadanía, su desapego hacia una modernidad a la que se le veía casi en la distancia. Que una institución como la de Nuestra Señora de las Angustias abra sus puertas y enseñe sus tesoros no sólo es importante para Granada sino que, también, dignifica su labor desentrañando parte de su patrimonio adquirido a lo largo de los muchísimos años de existencia -la Academia se creó el 18 de enero de 1777 bajo el reinado de Carlos III-; además, nos ofrece una visión totalmente distinta, pues en esta exposición se muestra cómo, artistas de clara dimensión tradicional, comparten producción con creadores de nuevas hornadas y escorados, abiertamente, hacia los postulados más avanzados.

Dos visitantes contemplan las imágenes.

Muchos han sido los importantes artistas plásticos que conforman el elenco académico de tan docta institución; muchos han sido los nombres propios del arte de Granada; artistas importantes que han configurado una historia grande, selecta y llena de pasión creativa. Para esta ocasión, se ha confeccionado una cuidada muestra, acertadamente comisariada por el académico Eduardo Quesada Dorador que presenta pinturas, esculturas, dibujos, grabados y fotografías realizadas entre 1934 y 2023. La misma viene a continuar la exposición 'Tesoros de la Academia. El legado documental y artístico de la Real Academia de Bellas Artes de Granada (1777-1936)' que tuvo lugar, también en el Centro Cultural Gran Capitán entre diciembre de 2021 y febrero de 2022.

Artistas

La muestra Tesoros de la Academia. La Contemporaneidad en las colecciones de la Real Academia de Bellas Artes de Granada (1934-2023) recoge un amplio número de obras de artistas que son miembros de la Academia, que han ingresado como miembros de número donando, por tal motivo, una obra de su creación. En este apartado el número de artistas y obra es importante, con nombres tremendamente significativos en el panorama artístico granadino; autores que marcaron una época -Gabriel Morcillo, Joaquín Capulino, Benito Prieto, Manuel Maldonado, Antonio Moscoso, Rafael Revelles o Francisco Izquierdo, Miguel Viribay o Cayetano Aníbal, entre otros-; pintores que ejercieron un arte avanzado cuando los tiempos no eran demasiado proclives para ello -Miguel Rodríguez-Acosta, Manolo Rivera, Vicente Brito-; también autores que constituyen el núcleo más importante de esa pintura que es el centro actuante de la actividad pictórica en Granada -Jesús Conde, Carmelo Trenado, Paco Lagares, Juan Vida o María Teresa Martín Vivaldi-; escultores que ofertaron las diversas posiciones de una expresión que fue importante -Eduardo Carretero, Juan Antonio Corredor, Nicolás Prado, Antonio Martínez Olalla, Miguel Barranco, Juan Antonio Castro Vílchez, Miguel Moreno y Ramiro Megías-; así como los fotógrafos Fernando Morales Henares, Carlos Pérez Siquier y Antonio Arabesco.

La obra del artista granadino Joaquín Peña-Toro que puede verse en la muestra.

Junto a estos artistas académicos la exposición ofrece un amplio y variado número de artistas cuya obra está presente en la Academia por haber obtenido algunos de los premios que la misma ha convocado. Así nos encontramos con obras importantes de los pintores Alfonso Luque, Jesús Zurita, Paco Montañés, Joaquín Peña-Toro, Juan Francisco Casas, Mari Ángeles Díaz Barbado, Bernardino Sánchez Bayo y Emilio Luis Fernández; también las fotografías de José María Mellado, Juan Jesús Huelva y Francisco José Sánchez Montalbán. La muestra se completa con obras de Antonio Cano Correa, Carmen Jiménez, Hernán Cortés y Manolo Rivera que fueron Medallas de Honor de la Academia.

Creo que es importante que la Academia muestre sus obras. Lo es porque, no cabe duda, es una realidad artística aplastante acumulada a lo largo del tiempo. Pero lo es más, porque se abre al conocimiento general de la ciudad. Granada puede contemplar un patrimonio que, si no fuera por muestras como ésta, la mayoría de sus obras -salvo las que están depositadas en el Museo de Bellas Artes- estarían fuera de la contemplación del pueblo. Es interesante, asimismo, porque aglutina una parte de la historia del arte de Granada; una historia de arte moderno, con obras de artistas importantes que posibilitan una colección viva y actuante.