Estreno de la adaptación de Sara Molina de la obra lorquiana

Una 'Comedia sin título' en diálogo con el siglo XXI

  • Sara Molina estrenará del 5 al 7 de marzo su "arriesgada" versión de la pieza inacabada del poeta granadino en el Centro Lorca

La dramaturga, directora y actriz Sara Molina posa en el interior del Centro Lorca.

La dramaturga, directora y actriz Sara Molina posa en el interior del Centro Lorca. / Carlos Gil

Granada, 1995. La ciudad de la Alhambra se preparaba para los Mundiales de esquí -que finalmente se organizaron un año después–. A las compañías locales de teatro se le pidió que montarán una obra de Lorca como acción cultural paralela a la celebración deportiva. Sara Molina eligió Comedia sin título porque le llamó la atención "el hecho de que estuviera inacabada". "Sólo había un primer acto. A mí eso me posibilitaba desarrollar mi propia dramaturgia", explica la directora teatral jienense afincada en Granada.

En ese momento, a la artista le interesaba ser "muy fiel al texto" y llevar a cabo "una puesta en escena comedida, muy al pie de la letra". Ahora, casi tres décadas después, la dramaturga tiene una "sensación de vértigo" al enfrentarse de nuevo a un texto "tan complejo". "Hace 25 años sentí que era un trabajo muy logrado y me gustó mucho sobre todo por el elenco con el que conté. Elegí a una serie de intérpretes que eran perfectos para la pieza. Me dieron una gran satisfacción", reconoce.

Molina presentará su "arriesgada" y contemporánea adaptación del cinco al siete de marzo en el Centro Lorca. Esta versión de Comedia sin título, estrenada en los Teatros del Canal, fue muy aplaudida en el Festival de Otoño de Madrid el año pasado. "El festival cerraba con una sección donde se hacían tres Lorcas. Me encargaron uno de ellos. Celebraban el Año Lorca con motivo del primer viaje de Federico a Madrid. Cuajó el volver a reponerla la pieza. Carlos Aladro, que era en ese momento el director del festival, me preguntó si me apetecía volverla a montarla. Acepté. Fue genial", recuerda.

La representación de 'Comedia sin título' en los Teatros del Canal de Madrid. La representación de 'Comedia sin título' en los Teatros del Canal de Madrid.

La representación de 'Comedia sin título' en los Teatros del Canal de Madrid. / G. H.

La obra, dice es "totalmente diferente: la puesta de escena, la interlocución con la pieza, el número de intérpretes". "Se hace una puesta en escena muchísimo más arriesgada. El texto se utiliza como dispositivo escénico, y no de forma ortodoxa como un fragmento literario. El texto se interrumpe. Parar en un momento el texto y comentarlo, hacerlo con actores con acento por su origen, interpelar a la pieza y hacerle preguntar, introducir a un performer (Paquito Nogales) que hace trabajo con el cuerpo. Todo eso supone un riesgo porque no está en la pieza. En el segundo y tercer acto elucubro mi propia propuesta", señala defensora del teatro contemporáneo y experimental.

La encargada de la dirección de esta versión también sentía "el deseo de olvidar; como decía Tadeusz Kantor, hay que olvidar y recordar todo”. "En esa encrucijada he hecho la nueva revisitación de la pieza. Olvidándolo y recordándolo todo", declara.

El nuevo montaje se plantea como un diálogo entre el universo personal de Molina, y el primer acto del texto del poeta granadino. ¿Se hablará de temas de actualidad como la inmigración, el feminismo? "Está todo. Si no está directamente aludido, está encarnado. Hay dos actores senegaleses, una actriz nigeriana. Tenemos a Cristina Morales, la Premio Nacional de Narrativa. Contaré con un performer madrileño. Hay una interlocución con cantidad de temas tanto formalmente como por las personas que están en la pieza", detalla sobre la obra "atravesada por un montón de posibilidades, reflexiones y temáticas".

La verdad, el dolor, la ficción

¿De qué vivencias personales se alimenta esta adaptación? "De mi propia relación con el teatro, con el teatro contemporánea, con mi propia dramaturgia. Se alimenta de preguntas mías sobre la verdad, sobre lo que es real y no, sobre la ficción, sobre el dolor. Hay todas esas interpelaciones. Cuestiones no sólo mías de mi biografías, sino de la gente que participa en la obra", precisa.

Álvaro Holgado, José Manuel Ruiz, Molina y Mónica Francés preparan la obra. Álvaro Holgado, José Manuel Ruiz, Molina y Mónica Francés preparan la obra.

Álvaro Holgado, José Manuel Ruiz, Molina y Mónica Francés preparan la obra. / Carlos Gil

Como bien explican en el libro Artes de la escena y de la acción en España, "condicionada por su formación como actriz y bailarina, Molina no concibe un espectáculo únicamente desde la reflexión: un espectáculo es "un tramo de vida", y dentro de su complejidad la vida también abarca lo irracional, lo intuitivo y lo emocional. Lo que los espectadores contemplan no es la esencia de una idea, es un trozo del tejido vivo de la aventura emocional, intelectual y estética compartida por un grupo de personas durante unos meses. Para alcanzar este objetivo, Molina piensa que los actores deben implicarse en el proceso creativo".

Un elenco lleno de "intérpretes muy libres"

El elenco estará formado por "intérpretes muy libres; gente muy ecléctica, no encorsetada", destaca la directora teatral. "No son persona que directamente centren única y exclusivamente su actividad en ser actores de reparto, de compañía, etc. Pero tampoco son amateur. La misma Mónica Francés es poeta. Los dos actores senegaleses tienen un grupo de rap en Madrid y han hecho bastantes cosas de poesía escénica. Eso es lo que hace que agranda las posibilidades en vez de reducirlas", recalca.

En este grupo de actores destaca la escritora granadina Cristina Morales, Premio Nacional de Narrativa 2019. La autora tiene su propia compañía de danza, llamada Iniciativa Sexual Femenina. Completan el reparto Ana Contreras, Mónica Francés, Malick Gueye, Álvaro Holgado, Queen Idehen, Borja López, José Luis Lucas, Victoria Mariani, Seriye Mbaye, Santiago Ortiz Casanova, José Antonio Pérez Ferrer, Miguel Rojo y José Manuel Ruiz Martínez.

"Es insufrible que un teatro de la espalda a la realidad de su tiempo", escribe Lorca en Comedia sin título. ¿El teatro debe ser comprometido con su tiempo siempre? "Más que comprometido, si no puede llegar a ser comprometido, el teatro debe dialogar con su tiempo. Estar atento a éste. A veces intentas comprometerte y te excede la complejidad del momento en el que vives. No puedes abarcar tantos temas", reflexiona.

El Centro Lorca acogerá estas semanas los ensayos de la obra dirigida por Molina. El Centro Lorca acogerá estas semanas los ensayos de la obra dirigida por Molina.

El Centro Lorca acogerá estas semanas los ensayos de la obra dirigida por Molina. / Carlos Gil

"¿Por qué hemos de ir siempre al teatro para ver lo que pasa y no lo que nos pasa?", se lee en la obra. ¿Se programan demasiadas comedias blancas? "Se hace de todo pero no se programa de todo porque no hay mercado. Hay una gran dificultad para mostrar trabajos experimentales y encontrar circuitos donde exhibirlo desde siempre. Se hacen apuestas seguras, comerciales. Hay grupos que desarrollan un trabajo muy interesante que llevan 20 o 30 años y todavía no lo hemos visto en Granada. Prefiero no pensar en ello", reconoce Molina, que cree que Granada "tiene una deuda con el teatro y sufre la pena de no tener una súper programación de teatro".

Ir a ver una pieza de Lorca, dice Molina, "siempre merece la pena". "Más en esta ocasión. Hablamos de una pieza poco representada y pieza inacabada. Una pieza en la que cualquier actor, director, entra en diálogo con esa falta, con lo que falta en la pieza. Seria tan absurdo como preguntarnos por qué ir a ver un Shakespeare, un Hamlet, un Romero y Julieta. Efectivamente son piezas que dialogan. Vemos cómo dialogan con su contemporaneidad o excontemporaneidad. Son piezas que permiten que se interprete el papel de espectador, que interpelan directamente a un espectador y no a un público", admite. Una Comedia sin título en diálogo con el siglo XXI y también con nosotros mismos. No se la pierdan.

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