"Continúo apostando por la canción por encima del estilo"
Leiva. Músico
El madrileño arranca la gira de su tercer disco 'Monstruos' esta noche en el Palacio de Congresos a las 22 horas. El artista es productor del próximo disco de Joaquín Sabina.
¿Cuántas páginas se habrán emborronado gracias a canciones como Pólvora o Electricidad? Este viajero de los espacios comunes abre con sus canciones carreteras por donde todos hemos transitado alguna vez. Viejas heridas, nostalgias, batallas por luchar o la declaración de intenciones más canalla, forman el reino mítico donde habitan sus letras. Todo ello conjugado con la energía y el despliegue de gusto que hace en cada uno de sus discos, perpetúan a Leiva como una figura imprescindible. Este artista arranca su gira Monstruos, su tercer disco en solitario, y ha decidido hacerlo en Granada esta noche en el Palacio de Congresos a las 22 horas.
-¿Qué ha significado para usted este 'Monstruos'?
-Ha sido algo inesperado, me pasó igual con Pólvora. Mantener lo que tengo siempre me parece un éxito y cuando crece un poco más me quedo sorprendido y me ilusiona mucho. En este caso Monstruos ha sido un poquito más grande que Pólvora y eso que para mí ya fue mucho.
-¿Qué mensaje quiere dar con este trabajo?
-Que sigo investigando, que quiero seguir haciendo compañía a la gente y que sigo apostando por la canción por encima del estilo. Me sigue interesando buscar canciones e investigar sonidos. También voy dándole una vuelta a mi propio sonido. Esta cosa que dicen ahora todos los artistas de todas las disciplinas: "salirme de mi zona de confort", me da bastante rabia oirla. Yo no he querido salirme de mi zona de confort, pero sí he querido investigar un poco. Pero ya te digo, al final lo que ando buscando siempre es la canción y cada vez trabajar con menos producción y menos elementos, o sea, ir eliminando fuegos artificiales de mi obra. Ese es un poco el camino para mí.
-Ha decidido arrancar la gira en Granada. ¿Por qué?
-El primer show de un gira siempre es un momento muy importante porque ahí ves un poco la realidad de lo que pasa. Tu estás vendiendo discos y aunque la gente te diga que está muy bien, para mí el termómetro está en los conciertos. Allí es donde ves si el repertorio funciona y cómo va la comunión de la gente con las canciones nuevas. Y Granada es un sitio muy agradecido. No nos apetecía irnos a un sitio más frío. En el arranque nos apetecía ir a un sitio donde el público nos ayudara un poquito. A Granada llevo viniendo 17 años, he tocado en todos sitios. Sobre todo al principio, cuando no nos conocía nadie aún. Además es un sitio muy musiquero y cuando haces una gira es uno los lugares donde te apetece ir.
-En Breaking bad dice "fue una rara pérdida el anonimato". ¿Hasta qué punto echa de menos ser invisible en Malasaña por ejemplo?
-Yo soy bastante invisible, sigo comprando el pan y mis cosas en Malasaña. Es decir, hago una vida muy normal y tengo una popularidad muy cómoda y muy comedida. Sí es cierto que en algunos momentos de mi vida el cambio fue más complicado pero no seré yo quien llore por eso. Hay gente que le seduce todo esto de la fama pero a mi me seduce cero patatero. Se la regalo a quien la quiera.
-¿En este disco saca todos sus monstruos?
-No sé si todos porque es algo inabarcable el delirium que tengo en la cabeza, pero sí que voy reconciliándome conmigo mismo, conociéndome y sacando mis propios nudos. Es un álbum bastante terapéutico y bastante honesto con lo que soy ahora mismo. Pero siempre queda algún monstruo por ahí escondido con cara de muy malo.
-¿Entonces este disco responde a esa necesidad de exorcizar todos los males?
-Es verdad que este disco en ocasiones hay versos que resultan bastante explícitos y parece que es un disco donde cuento todos mis problemas para quedarme limpio, pero no es así, al final las canciones no sólo sirven para exorcizar cosas ni para sacarlas. A veces sirven para demostrar que sigues vivo,que estás enamorado de tu oficio, y que disfrutas haciéndolo. No es un disco que va con una cuchilla de afeitar al lado. Siempre he intentado protegerme y no exponerme mucho en mis canciones, cosa que me suele costar bastante. Porque cuando uno no tiene la capacidad literaria que tiene Sabina o Serrat, que de repente pueden inventarse historias o meterse en otras ajenas. Los que somos humanos tenemos que encontrar las historias mirando hacia dentro casi siempre, por lo tanto acabas contando un poco lo tuyo. Pero siempre intento protegerme un poco para no quedar con una mano delante y otra detrás, aunque casi nunca lo consigo la verdad.
-El Nobel de literatura este año ha sido para un músico, Bob Dylan. ¿Qué opina de ello?
-Para mi la condición de músico a Dylan se le queda corta, es uno de los mejores poetas americanos sin lugar a dudas, si no el mejor. Dylan y su mensaje transciende de la música. Barriendo para casa, me parece una noticia increíble porque el oficio de la canción se eleva a la alta cultura. Con este Nobel el mundo ha puesto el foco en la música y ha dicho que esto también es literatura.
-Pero todavía no lo ha recogido...
-Él es así, es un tipo que ha demostrado durante mucho tiempo que la capacidad empática no es lo que le define. Es un tipo encabronado con el mundo que vive en un gira eterna. A mí me parece el grandísimo modelo a seguir sin lugar a dudas.
-¿Entonces el premio Cervantes debería ser para Joaquín Sabina por ejemplo?
-¿Por qué no va a ser para él o para Serrat? Al fin y al cabo una grandísima parte de la importancia de la obra de Joaquín y de Serrat tiene que ver con sus textos. Están elevadísimos a la poesía, y tienen la categoría suficiente para recibir un Cervantes. Me parece que es algo que se debería producir.
-Volviendo a 'Monstruos'. ¿Cree que es el álbum donde se le percibe más vulnerable?
-Probablemente sí. Pero al final las ideas que te haces de los artistas que te gustan, lo digo porque yo soy seguidor y fan de gente, no siempre se ajustan a la realidad. Por eso no sé si en algún momento la gente se pensó que yo iba por ahí con gafas de sol, descorchando champán por las calles y tirando televisiones por las ventanas.
-Normalmente se le percibe como un tipo canalla, y en 'Monstruos' ese viraje se ha notado.
-Lo soy pero también soy un tipo bastante normalito, cada día más.
-¿Qué ritual ha seguido en la creación de 'Monstruos'?
Normalmente escribo las canciones mientras estoy de gira, es una cosa que hago siempre. No acabo la gira, paro y me pongo a escribir porque me angustia mucho pensar que tengo una época para escribir canciones. De hecho ya estoy escribiendo canciones para el próximo disco, tengo ya seis o siete nuevas. Siempre estoy escribiendo, me da igual que haya terminado un disco o que esté mezclando. Las canciones que tengo cuando estoy acabando una gira son el disco que suelo sacar. Tampoco necesito un lugar óptimo, no soy nada excéntrico con eso.
-Si sólo pudiera cantar una de las canciones de Monstruos, ¿Cuál sería?
-Probablemente Electricidad sería la canción que creo que representa más la nueva etapa de mi carrera. Es un momento importante en Monstruos.
-¿Cuál de ellas le ha costado más componer?
-Guerra Mundial. Porque no tenía estribillo y Carlos Raya me dijo: la canción es preciosa pero no tiene estribillo. Me costó mucho sacar uno y gracias a Carlos lo encontré. Esa canción, que parece que sale sola tiene muchas horas de trabajo detrás.
-Estás colaborando en el próximo disco de Joaquín Sabina, y esta es la segunda vez que le pones música a sus canciones. ¿Qué se siente al trabajar junto a uno de tus ídolos?
-En este caso soy el productor y hemos hecho las canciones juntos. Yo las músicas y Benjamín Prado y Joaquín las letras. Ya tenemos terminada la primera parte del disco y solo nos queda la segunda. Llevamos tres o cuatro meses viéndonos casi todos los días y trabajando juntos...esto me lo llevo a la tumba, es un regalo.
-Deme unas pinceladas de qué va a salir de esa colaboración.
-Creo que vamos a hacer un disco bueno. Hace tres meses no lo sabía porque estábamos escribiéndolo y componiéndolo, pero hoy puedo decir que vamos a hacer un disco muy bueno.
-Va a comenzar su gira, con tantos temas en su repertorio, ¿es difícil elegir el 'set list' de los conciertos?
-Obviamente se van quedando fuera muchas canciones. Ya en este repertorio queda poquito de Pereza porque van desapareciendo. De este disco entrarán al menos ocho o nueve temas, y cada vez va siendo más difícil. Hay que sacar canciones que son fuertes en el repertorio, y muy populares para mi público, pero para que entren las nuevas tienes que ir dejando otras atrás. Así que es bastante doloroso, pero hay que sacar a la cantera.
-¿Qué canción lleva siempre consigo en las giras?
-Animales y Como lo tienes tú, ambas de Pereza.
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