Doctor Infierno, el médico granadino del equipo de aguas abiertas que tiene su propia banda de rock
Música
Granada/Néstor Zurita (Granada, 1972), el médico del equipo español de aguas abiertas, cuenta medio en broma medio en serio, que tiene un plan B para cuando abandone la medicina y no es otro que dedicarse a la música, de hecho es uno de los componentes de Doctor Infierno Rock Band, un grupo nacido entre conversaciones de quirófano y compuesto mayoritariamente por personal sanitario. Además Zurita, o Doctor Infierno, tiene una relación especial con María de Valdés, la malagueña que se proclamó subcampeona del Mundo de Aguas Abiertas hace unos días en Doha. En el 'box' del equipo, se fundieron en un abrazo nada más llegó la nadadora, a la que había intervenido quirúrgicamente mediante una tenodesis de la porción larga del bíceps, para solventar un problema en el hombro, lo que le ha permitido volver a nadar en las mejores condiciones posibles.
Zurita es Doctor infierno por una historia personal. Cuando llevó a su hermano al altar montado en una Harley Davidson, Nanol, como cariñosamente llama a su hermano no le reconoció al principio y le dijo: "En vez del doctor Zurita, pareces el doctor Infierno, y así empezó la leyenda", comenta. Dice que su afición por la música nació viendo aquellas películas los domingos por la tarde de Elvis Presley junto con su madre y que su tío Jorge, que tocaba en orquestas y bandas de rock, además de enseñarle sus primeros acordes, le regaló su primera guitarra, una guitarra española que aún conserva con un cariño especial.
Traumatología deportiva
Pero Zurita lo que quería, como buen rockero, era una guitarra eléctrica. Así que empezó a ahorrar introduciendo monedas de 100 pesetas en una botella. El día que iba a comprar la guitarra de sus sueños, le acompañó a la tienda su abuelo, que pagó parte de la misma para que esperara más ahorrando y pudiera disfrutar de la misma cuanto antes. Pero antes que músico, ya quiso ser médico. "Con cinco años ya quería ser médico", recuerda y como le gustaba mucho el deporte se especializó en traumatología deportiva. "Acabé la especialidad en Cirugía Ortopédica y Traumatología en 2004 y empecé a super especializarme, me hice traumatólogo porque era la mejor manera de aunar mis dos pasiones: la cirugía y el deporte, sobre todo tras mis inicios en el CAR de Sierra Nevada, que me dio la posibilidad y de estar en contacto con el deporte de elite. Me especialicé en traumatología deportiva, cirugía artroscópica y en especial en el hombro por mi relación con la natación", cuenta.
Estuvo un año de becario en el CAR de Sierra Nevada y allí entró en contacto con el mundo de la natación, que le dio la oportunidad de acudir como voluntario al Europeo de Sevilla de 1997. "Allí conocí a José Daguerre, que es el jefe de los servicios médicos de la Federación, y él fue quien me dio la oportunidad de colaborar en las diferentes categorías del equipo nacional. En el actual ciclo olímpico soy el responsable de los servicios médicos del equipo español de aguas abiertas de lo cual estaré agradecido y orgulloso", indica.
Como médico ha formado para el equipo desde el Europeo de Madrid 2004. Últimamente acudió al Mundial de 2019 en Gwangju (Corea del Sur), al Europeo de Budapest, el de Roma, donde María de Valdés fue subcampeona de Europa en 2022, el Mundial de 2023 en Fukuoka (Japón) el 2023 y ahora en este Mundial. "Es verdad que me falta ir a unos Juegos y aunque me considero un tipo muy afortunado, los Juegos serían la guinda del pastel", comenta.
La banda
Néstor Zurita, o 'el Doctor Infierno' se instaló en 2004 en Alicante y tiempo después recuperó su afición por la música. "Retomé mi pasión por el rock and roll, empezamos a hablar de ello en el quirófano y resultó que todo el mundo tocaba un instrumento. Había un auxiliar que tocaba la batería, un enfermero que antes se había dedicado a cantar en orquestas, un amigo de una persona de mantenimiento que tocaba el bajo y con mucha ilusión decidimos crear un grupo de música, un grupo de rock, y empezamos a ensayar", explica.
"Empezamos a tocar, pasamos la pandemia. Teníamos que buscar un nombre, a nadie se le ocurría nada y yo propuse doctor Infierno Rock Band y a la gente le gustó. Ha pasado de ser un nombre que al principio me identificaba a mí, para que ahora identifique al grupo y ahora también a nuestros seguidores", cuenta desde el box del equipo español de natación en aguas abiertas en Doha.
El 'Doctor Infierno' entiende la vida como un camino "en el que cada uno tiene que cumplir sus sueños", porque una cosa llevó a la otra: "El rock and roll me llevó a la guitarra y la guitarra me llevó a cumplir mi sueño de juventud de tener mi propia banda de rock. Tocar para uno está muy bien, pero tocar para los demás es una pasada", insiste. Y ahora anda enfrascado entre artroscopias, quirófanos y guitarras eléctricas. Empezaron tocando en bares y ampliaron su repertorio a pequeñas salas. En el próximo marzo, la banda se enfrentará a su primer concierto multitudinario. "Se esperan más de dos mil personas, será el evento de Harley Davidson en Alicante. Esto nos hace felices a todos, es una ilusión y esperamos los viernes para ensayar y los fines de semana para tocar en pequeñas salas", dice Zurita. ¿Un plan B? De momento le sirve de desconexión.
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