Hace 25 años, el mismo Antonio Gades esperaba junto a Stella Arauzo en el Teatro Châtelet de París a que se levantara el telón para estrenar su obra Fuego, un ballet realizado junto a Carlos Saura con la música del gran maestro Manuel de Falla. A día de hoy, muchas cosas han cambiado: el gran coreógrafo ya no está, y la Stella que un día interpretara como primera bailarina el papel de Candela ha asumido el rol de directora artística. Sin embargo, a nivel de coreografía, escenografía, y espíritu general, el resultado es el mismo, con una importante novedad: por primera vez pisa Granada.

El ballet Fuego de Antonio Gades recoge la música del Amor Brujo de Falla y la lleva a su vertiente más flamenca. Pero no sólo la transporta ahí: canciones tradicionales, villancicos, bailes folclóricos... todo un compendio de baile español muestra una de las grandes creaciones conjuntas del tándem Gades-Saura. De hecho, la última de ellas antes de dar por finalizada su amistad. Resucitada y traída a España por primera vez tras 25 años al Teatro de la Zarzuela hace tan sólo tres días, Fuego aterrizó anoche en el Teatro del Generalife, lugar que no podía ser más representativo para que suene y se baile la música del músico afincado en Granada más internacional.

Ocho escenas y un prólogo contaron la historia de Carmelo y Candela, cuyo amor y compromiso se pone en peligro por los fantasmas del pasado, que vuelven en forma de Espectro a atormentar a la gitana Candela. El vestuario, dominado por ocres, grises, y rojos degradados y tenues, encarnaba el espíritu cómada y chabolista de un poblado gitano. Pocos objetos en escena (guitarras, canastos, sábanas y sillas) dejaban todo el peso del espectáculo a la danza, calcada de la coreografía de Gades de 1989. La luz, un trabajo de Saura y Dominique You (hoy director técnico de la compañía) tenía la misión de ir creando diferentes focos de atención de donde surgían historias de rabia, amor, celos y pasión.

Muchos elementos fueron los presentes: El Rocío, la Navidad, la vida gitana, las historias de amor imposible, el pasado que siempre vuelve, las peleas a navajazos al estilo lorquiano, etc. Entre todos estos elementos, eso sí, destacaron tres; Gades, Saura y Falla, que marcaron con su Fuego el corazón de todos los asistentes.