El poeta granadino Luis García Montero animó ayer a "admirar" y "cuidar" al recibir el IV Premio La Trastienda, que concede la Fundación Instituto de Cultura del Sur, en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). "En estos tiempos de descrédito reivindico la palabra admiración porque una de las mejores cosas que se puede hacer es tratar de estar a la altura de algo", afirmó García Montero, quien se mostró emocionado y abrumado por los elogios que le han proferido la decena larga de intervinientes en este acto, que cerró su mujer la escritora Almudena Grandes leyendo el "único poema" por ella escrito, dedicado a su marido.

También reivindicó "los cuidados", haciendo hincapié en que son "lo que constituye una comunidad". "Hay gente a la que nosotros cuidamos y gente que nos va a cuidar", defendió el poeta frente a una época como la actual del "sálvese quien pueda" y en la que, lamentó, "cualquier inversión en los cuidados se considera un derroche".

El Palacio de La Magdalena, sede de los cursos de verano de la ha acogió ayer el acto de entrega de este galardón en el que García Montero estuvo arropado por su familia y una larga lista de amigos, que glosaron la figura del poeta, pero también su compromiso político y docente, además de la calidad humana de quien fue calificado por el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, como el "máximo exponente de la poesía de la experiencia".

En la entrega del premio, que comenzó con la interpretación, al piano, de una pieza musical a cargo de Elisa, hija de Luis García Montero y Almudena Grandes, asumió el papel de "maestro de ceremonias" el escritor Benjamín Prado, quien destacó la cualidad de "impulsor" e "imán" del poeta granadino, por haber tratado durante las tres últimas décadas "que la vida cultural crezca allí donde esté".

El pintor Juan Vida, con quien García Montero compartió sus primeros pruritos culturales en su Granada natal, calificó al poeta como un "militante y activista de la amistad", además de subrayar su condición de "poeta enorme y docente monumental". A continuación intervino el escritor Eduardo Mendicutti, quien tras relatar que fue "testigo del flechazo" entre Luis y Almudena, se reconoció "lector de poesía por disciplina", antes de "obsequiar" a su amigo con unos pareados y alabar la cualidad que tienen los poemas de García Montero de emocionar.

También el poeta Joan Margarit destacó la "intensidad" de los versos de García Montero, aludiendo la "sensación de facilidad como herramienta de seducción" que destila una obra que, pese a esa cualidad, considera que es fruto de un "trabajo de máxima dificultad".

Del "corazón en verso" de García Montero habló el cantante Miguel Ríos, otrora galardonado con este premio, como lo fue Chus Visor en la primera edición.