Esta noche Juan Habichuela Nieto clausura en el Palacio de los Córdova el VI Festival Internacional de la Guitarra de Granada. Será una ocasión única para disfrutar de uno de los grandes de la música en un entorno idílico.

La presente edición está resultado todo un éxito. Un éxito de público y de venta de localidades, originado por la calidad y audacia de una programación hecha con mimo artesanal por parte del gran guitarrista Vicente Coves. Pero si la cara visible es su director y su equipo, debe destacarse la firme ayuda y compromiso del Ayuntamiento de Granada, coorganizador del Festival, de la Fundación Europea de la Guitarra, promotora y organizadora, de la UGR, del Patronato de la Alhambra y Generalife y de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y en ese apartado también debemos destacar el papel esencial de la Universidad Estatal de California con la que el Festival está en trámite de de renovar un nuevo convenio con la Universidad de California.

Con motivo de la clausura de la presente edición, conversamos con Juan Habichuela Nieto que clausurará este festival con una actuación muy especial, y con su mujer y su pequeño hijo, entre el público, será, como pueden imaginar, una despedida muy especial.

Conversar y pasear con Juan por el centro de Granada es en sí testimonio del profundo aprecio y el cariño que recibe por parte de multitud de granadinos y granadinas que se acercan a saludar al maestro. A pesar de su juventud, le precede un aire natural de categoría y nobleza que hacen afrontar una conversación con él, con un respeto y una tranquilidad muy especial.

Por lo primero por lo que le preguntamos es por lo de “Nieto”, algo que nos habla de la pertenencia a una generosa saga de músicos como son los Habichuela y de una relación muy especial con su abuelo, pero en seguida nos recuerda que “ya con mi niño chico, la familia sigue creciendo”, “la verdad es que le debo mucho a mis padres, a mis abuelos y a la familia, pero eso, nos hacemos grandes y la familia va creciendo”.

La relación que mantiene el artista con el director del Festival es muy estrecha, esté donde esté, siempre tiene una fecha para colaborar con el Festival de la Guitarra. Realmente es un a relación donde el peso de la categoría y trayectoria de Vicente Coves como guitarrista y él tienen mucho peso, le preguntamos por esta relación tan especial entre él y Vicente, y a su relación con el Festival de la Guitarra de Granada. “Vengo al Festival encantado, sé que Vicente tiene mucha confianza en mí y es mutuo el respeto. Vicente ha tenido ese gran corazón de contar conmigo y estoy encantado, la verdad es que Vicente es como de la familia, tengo recuerdos con él de hace muchos años, han sido muchos días oyéndolo tocar, junto con mi abuelo Juan, y los dos nos quedábamos enamorados de como toca clásico”, nos dice. Por eso sabemos que esta clausura obedece evidentemente a la relación director-artista, pero late profundamente la relación de artista-artista y ese pacto de mutua colaboración y comprensión. Ese por tanto, será otro de los grandes alicientes de la noche de la clausura en el Palacio de los Córdova.

Ahora, Juan Habichuela, ya padre, cuando le preguntamos por sus comienzos habla con esa trascendencia que da la vida, ya hay todo un camino andado y un legado. En ese aspecto habla emocionado de su padre, y de sus comienzos con la mítica cueva La bulería, en la que era frecuente poder verlo y disfrutar de su arte. Nos dice “ya lleva uno unos cuantos años en esto, con Morente, que comencé muy joven estuve 9 años, pero mis primeros pasos fueron junto a mi padre, al que le acompañaba tocando la percusión, le acompañaba en su soleá, su seguiriya, luego ya mi madre, con 11 o 12 años me dio la guitarra para que tocase en casa, de manera más constante”, nos dice.

Es llamativa la inspiración que origina compartir una charla con Juan Habichuela, es un hombre de silencios, de intensa vida interior, por ello le preguntamos y nos responde “me gusta más escuchar, en todo, en la música y en la vida. Hay silencios que transmiten más que grandes discursos, que mil palabras. Eso pasa en la vida y en la música, una nota, si la dejas, tiene su profundidad, pero bueno, como todo, si te tomas dos vinillos o estás animado, pues hablas más o haces una escala más rápida”, nos confiesa, y termina diciéndonos “realmente, mi mundo interno es más en silencio”. Y realmente, eso es tanto en su música como en su persona, escucha, se detiene, todo tiene un sentido natural, nada se fuerza, la verdad es que no apabulla, porque es muy buena persona, pero sí que impone, como los grandes artistas. En ese sentido le preguntamos por sus giras, y por qué lleva de Granada allá por donde va, por si se siente como lo vemos, un embajador de lujo de nuestra cultura, a lo que nos responde “cuando paseo, cuando estoy fuera, de gira, siempre llevo presente y creo que transmito el amor por mi tierra, mi Granada, por mi familia, y siempre busco algo nuevo, una nueva melodía, un nuevo horizonte, no me conformo. Lo afronto todo como una nuevo aventura en lo personal en lo compositivo y en que sigue viva la tradición”.

Como artista, vive en su tiempo y sabemos que son tiempos convulsos los que vivimos, con una guerra fratricida a las puertas de Europa, por ejemplo, le preguntamos por ello, por el papel de la guitarra en todo esto, por cuál sería la voz de la guitarra. “La guitarra no tiene voz, no tiene palabras, tiene música, pero dice más y en más idiomas que ninguna lengua y nos demuestra como deberíamos ahorrar tanta palabra vacía. La guitarra habla a cada persona en su idioma, no tiene maldad, es todo corazón”.

Llegados a este punto, encantados del paseo y de compartir una conversación con una persona de la calidad de Juan Habichuela, le deseamos lo mejor para el jueves y le preguntamos por qué tiene preparado, a lo que nos responde que “toques clásicos, algunas cosas mías nuevas y desenado que salga todo bonito y darle otro abrazo a Granada”.