Juan Picasso, el militar que dibujaba en sus ratos libres
La Fundación Picasso de Málaga dedica una muestra al tío del artista con un centenar de piezas
Después de años guardados en los cajones de un buró, ahora ven la luz los dibujos que creó en sus momentos de asueto el general Juan Picasso, instructor del expediente sobre el desastre de Annual que lleva su nombre, en la nueva exposición de la Fundación Picasso, con sede en la Casa Natal del artista en Málaga.
"Nunca enseñó a nadie estos dibujos ni les dio importancia porque los hacía en sus ratos libres como hobby, y ni siquiera están firmados", afirmó ayer Isabel Picasso, bisnieta del militar, de quien se exponen un centenar de dibujos hasta el próximo 5 de febrero.
La figura del general, primo hermano de la madre del artista malagueño, fue descubierta en 1994 por Rafael Inglada, uno de los principales investigadores de la vida y obra de Pablo Picasso, cuando estudiaba su genealogía.
"Dos años después, en 1996, participé en los cursos de verano de El Escorial y aproveché el viaje para entrevistarme con Juan Carlos Picasso, nieto del general", explicó Inglada, que ha comisariado la exposición.
Del autor del Expediente Picasso se conservan más de 300 dibujos, y los que se han seleccionado en la exposición se complementan con otros documentos como los planos de su etapa en el Servicio Topográfico de Ceuta o los planos que utilizó para investigar el desastre de Annual.
"Son dibujos a plumilla o a lápiz, que solía hacer en momentos de tranquilidad o de asueto, y siempre teniendo el modelo enfrente, principalmente ciudades muy vinculadas a él por motivos militares como Segovia, Sevilla, Granada o Málaga", precisó el comisario.
Uno de los principales valores de estos dibujos es que "son muy realistas y tienen un carácter fotográfico", y en algunos casos plasma rincones de esas ciudades ya desaparecidos y que no se habían fotografiado, por lo que adquieren una carga histórica.
Isabel Picasso recordó la "adoración y admiración" que sentía su padre, Juan Carlos, por su abuelo, "no sólo como militar, sino también como persona íntegra y honesta". "Cuando estaba haciendo el expediente recibió presiones para que lo dejase y le llegaron a ofrecer el Ministerio del Ejército, pero él replicó: 'Prefiero ser un militar honesto", resaltó.
Los dibujos se encontraban en unos cuadernos de tapa dura, de los que fueron extraídos algunos para ser enmarcados y para que decoraran el hogar familiar y el de las posteriores generaciones, mientras que el resto permaneció "en los cajones del buró", según Isabel Picasso.
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