Juarma amplía las fronteras de Villa de la Fuente con 'Punki', su nueva novela
Novedad editorial
El granadino avanza en su proyecto de crear una hexalogía sobre el pueblo en el que ya se desarrollaba 'Al final siempre ganan los monstruos'
"Prefiero un millón de veces a alguien de pueblo que a la gente de ciudad"
Juanma López, Juarma, dio un golpe sobre la mesa hace unos años con la publicación de Al final siempre ganan los monstruos (Blackie Books, 2021), su primera novela que le puso en boca de un público (y crítica) que se sumó a sus fieles que lo siguen por su labor en el mundo del cómic y la viñeta. Para aquella primera inmersión en el mundo de la literatura, Juarma escogió su pueblo natal, Deifontes, rebautizado convenientemente como Villa de la Fuente, uno de esos lugares “donde la gente dice que no pasada nada, pero donde pasa de todo”. Fruto de esa fuente inagotable de temas, Juarma ha decidido crear una hexalogía en torno a este municipio, un proyecto al que este febrero sumará un nuevo capítulo con la publicación de Punki, también con la editorial catalana.
A lo largo de 350 páginas, la novela desarrolla la historia de Álex y Paula, dos amigos de esos de toda la vida, compañeros de fatigas y de borracheras, que se hablan a través de cintas de casetes (de hecho el libro se divide en dos bloques, cara A y cara B) y que sueñan con marcharse de Villa de la Fuente a otro lugar que les brinde un mejor futuro del que, prevén, les tocará vivir si se quedan ese trasunto de Los Montes Orientales que vieron nacer a Juarma. Un futuro del que, como los lectores de Al final siempre ganan los monstruos ya sabrán, no se puede escapar, pues la sombra de Villa de la Fuente es alargada y les perseguirá allá donde vayan.
Junto a ellos, conviven otros vecinos que junto a los ya conocidos Juanillo, Jony y Lolo, comparten las alegrías y, en mayor medida, las penas de la vida del pueblo. Con nombres algo más 'normales', a lo largo de la novela el lector conocerá la vida de Teresa, Lucas, Miguel o Álvaro, los Vuelcavasos (¿hay algo más de pueblo que un mote familiar?); Manolillo, Mª Dolores o Lolo, los Manolillos; o Teófilo, Federico y Rafaelico, los Tontodobles.
Con estos mimbres, parece claro que el nuevo trabajo de Juarma es una novela de amor, pero también es una novela punk, como se intuye por su título y siguiendo esa mezcla de géneros tan peculiar que ya se apreciaba en su debut como novelista, en el que se mezclaba el thriller, novela negra, neonoir, la sátira, la novela de aventuras o el melodrama.
Pero Punki es, ante todo, un paso más en el proyecto más ambicioso de Juarma, un camino que comenzó en 2021 y que se irá desgranando a lo largo de la década, siguiendo la estela de otros autores como Faulkner y Carson McCullers, capaz de narrar el mal con infinita ternura, según explican desde la editorial.
Juarma es un claro ejemplo de que el arte no da de comer en España y, de hecho, antes de convertirse en un fenómeno editorial (25.000 ejemplares vendidos con Al final siempre ganan los monstruos) se ganaba la vida en eso cajón de sastre que es "de lo que vaya saliendo" y sus manos callosas de dibujante muestran las cicatrices de un joven que ha tenido que desempeñarse entre la paleta de mezcla de la obra, la vara para zarandear olivos en su tierra, las tijeras para cortar en la vendimia y que sabe también lo que es trabajar cara al público en la ingrata profesión de camarero. Experiencias que van curtiendo mucho más que el título en Filología Hispánica y que son, de alguna manera, el mejor bagaje del Juarma escritor.
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