Lara Dibildos, actriz

Lara Dibildos: "Si solo nos limitamos a esperar, a veces las cosas no llegan"

Lara Dibildos junto a su compañero en 'Estado de Alarma', César Lucendo.

Lara Dibildos junto a su compañero en 'Estado de Alarma', César Lucendo. / R. G. (Granada)

Lara Dibildos regresa este fin de semana a Granada con nueva obra, Estado de Alarma, el estreno como dramaturgo de César Lucendo, director y actor de la misma con el que la actriz y presentadora ha compartido ya muchas tablas. Con esta función llega este viernes y este sábado, a las 20:30 y 19:00 respectivamente, al Teatro Isabel la CatólicaEstado de Alarma es una comedia que transcurre durante la pandemia en la que la actriz y presentadora interpreta a Julia, una abogada residente en Londres que tiene que mudarse a España por motivos laborales. Lucendo es Fede, un policía de baja por depresión. Los personajes que interpretan son dos desconocidos que se ven abocados a convivir juntos durante 99 días, siendo el virus en sí lo menos importante durante los 75 minutos que dura la obra.

En palabras del autor, "Estado de Alarma es una comedia romántica, por momentos disparatada, que es capaz de hacer llorar de la risa al espectador, a la vez que le toca el corazón”. El aplauso de los sanitarios, los bizcochos caseros, los gimnasios improvisados en el salón o la falta de papel higiénico estarán presentes durante la obra. Así como la pérdida de amigos, compañeros o familiares que el virus se llevó por delante.

-En este montaje toma el testigo a Paula Prendes. ¿Cómo surgió la oportunidad?

-Ella tenía otros compromisos en estas fechas y como César y yo llevamos juntos tanto tiempo y hay tanta conexión él me lo pidió. Cómo le iba a decir que no a un amigo y más con esta obra tan divertida con un personaje que es un bombón. 

-Después de su estreno en Granada, ¿seguirá dando vida a Julia?

-Todo va a depender de los compromisos de Paula, pero de momento mis ojos y mi corazón está en el Teatro Isabel la Católica, que es precioso. 

-Es un escenario que ha pisado en numerosas ocasiones. ¿Recuerda su última visita?

-Sí, llevo más de veinte años haciendo teatro y he estado con varios montajes. El último fue La telaraña, de Agatha Christie, que fue mi primera producción. Llenamos, pero justo después vino precisamente la pandemia y tuvimos que dejarla. 

-El público la conoce fundamentalmente como actriz y presentadora pero, ¿qué otras facetas ha realizado entre bambalinas además de la producción?

-Realmente no es que la mayoría de los intérpretes tengamos alma de productores pero somos actores, necesitamos trabajar y no podemos estar toda la vida esperando a que el teléfono suene. No hay más remedio que armarse de valor y producir tus propios proyectos, que además son en los que creemos. Realmente me considero actriz pero en esta vida hay que moverse siempre, lanzarse y arriesgarse. Si solo nos limitamos a esperar, a veces las cosas no llegan. 

-En su faceta televisiva, ¿hay algo en lo que se encuentre ahora inmersa?

-Sí, realmente estoy muy ilusionada porque en diciembre y enero voy a estar colaborando en un programa  de RTVE española que presenta Jaime Cantizano por las mañanas. Me hace mucha ilusión volver a la tele porque es regresar a mis comienzos y me siento muy cómoda. 

-A parte te tablas, ¿en su casa consejos tendría de sobra.?

-Sí, para televisión y para cine. Por eso yo me fui al teatro, que era el huequecito que me quedaba porque en los otros me habían dejado el listón muy alto. 

-¿El teatro es su medio favorito? ¿Lo prefiere a la televisión?

-No tiene nada que ver. El teatro te tienen que gustar mucho porque no tiene muchas de las comodidades que ofrece la tele. Tienes que viajar y cuando tienes niños pequeños es un problema. Al yo menos tuve la suerte de tener una madre que era una abuela maravillosa. Pero si de verdad te gusta, con todo lo que implica de tantos kilómetros de furgoneta, descargar, montar un decorado... Todo lo que conlleva hasta que se levanta el telón, escuchas las carcajadas y ves la emoción. A partir de ahí todo vale la pena. 

-¿Qué características tiene esta obra para que sea un bombón?

-En mi caso, como acudí cuando la hizo Paula Prendes como espectadora y les eché una mano en el estreno,  primero me reí a carcajadas. En un momento posterior sentí una emoción increíble. Yo ya sabía que era una función muy completa porque te vas con la sensación de que has sentido muchas cosas. 

-¿Es una comedia como 'Matrimonio de conveniencia', de dos antagonistas obligados a convivir?

-Claro, por la pandemia ellos no se conocen de nada y además no tienen nada que ver. Y claro, las situaciones que ocurren son de carcajada tras carcajada. Y de hecho, no es tan inverosímil porque hubo gente a la que le tocó. Pasamos por estados de ánimo de cabreo, risa, la torpeza, de las lágrimas... de todo. Eso da pie a situaciones hilarantes. Ella es una tía muy echada para adelante que viene a comprar una casa y él es un policía muy amargado de la vida al que tampoco le gusta mucho su profesión. Pero precisamente ese confinamiento hace que terminen congeniando. 

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