Lavi E Bel: resistir en el oficio

La compañía Lavi E Bel lleva a escena 'El tren de la lluvia'.
Mónica Francés

13 de octubre 2012 - 05:00

De: Emilio Goyanes. Compañía: Lavi E Bel. Intérpretes: Larisa Ramos, Antonio Leiva, Nerea Cordero, Javier Parra, Virginia Nölting, Piñaki Gómez. Músicos: Javier Viana, José Mª. Pedraza, Miguel Pimentel. Escenografía: Carlos Monzón. Iluminación: Miguel Miñambres. Vestuario: Marisa Pascual. Dirección: Emilio Goyanes. Lugar: Teatro Alhambra. Fechas: 11 al 21 de octubre de 2012.

De los grandes fastos de 1992 a los recortes fáusticos y la resistencia de ciudadanos y trabajadores hoy contra las mil y un pérdidas en bienestar y derechos; van 20 años. Los mismos años que ahora cumplen dos hitos, dos emblemas, dos lugares de referencia en el panorama histórico y contemporáneo de las artes escénicas a nivel nacional: el espacio escénico público Teatro Alhambra y la compañía teatral privada Lavi E Bel.

¿Y cómo lo celebran respectivamente? Simple y llanamente, abriendo de nuevo la persiana a una temporada teatral más y estrenando un espectáculo nuevo. Esto es, inventando la manera de continuar, de "resistir en el oficio" (como dice literalmente Goyanes en El tren de la lluvia), a pesar (y con pesar) del tiempo delirante en que vivimos, de recortes, precariedad y depauperización.

Malos tiempos en los que sabemos de tantos proyectos, salas de teatro alternativas o compañías de teatro que a pesar de sus esfuerzos, no lo han conseguido.

El tren de la lluvia consigue crear un espectáculo de cabaret nuevo a partir de materiales y fragmentos pertenecientes a diversas piezas anteriores. Es una suerte de antología con tal empaque en su dramaturgia e hilo argumental que anda del lado de la creación recreando la propia historia y producción de la compañía.

Sabe a celebración por el teatro, a vitalismo que no cede al desaliento, ideológicamente afín a la intrahistoria más digna. Músicos y actores cantantes interpretan a la perfección una partitura de ritmo trepidante, que cambia hábilmente de tono, según convenga, de la euforia a la gravedad, del humor a la nostalgia o los tintes de pesimismo lúcido necesarios para resistir tan generosa y enérgicamente en el oficio. Un espectáculo espléndido.

En la menguada programación del Teatro Alhambra, que sortea los recortes programando menos y nacional, con una apuesta rotunda por las producciones de compañías tanto locales como andaluzas, se convoca a algunas obras que llamaría de asistencia obligada.

Junto a El tren de la lluvia no se pierdan las producciones de las compañías granadinas Histrión -que estrenan nuevamente con Daniel Veronese-, y los infantiles de Titiritrán, LaSal Teatro y Arena en los bolsillos; la reposición en Granada del un espectáculo de Jan Fabre que ya arrolló en esta ciudad en el año 1985; la nueva pieza de Alfredo Sanzol; el par de Shakeaspeares, tuneado por Steven Berkoff -Sala Muntaner- o bien por Álex Rigola.

¿Cómo resistirse a no acudir?, ¿a apostar por el oficio real de la creación desde la butaca? Querido público, nos vemos en el Teatro.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último