Diego Martínez. Director del Festival de Música y Danza de Granada

"Manuel de Falla va a tener una gran presencia en los próximos festivales"

  • El nuevo responsable de la gran cita cultural de la ciudad trabaja en dejar su sello personal en las próximas ediciones aunque la de este año, que comienza en junio, lleva el sello de Enrique Gámez.

Diego Martínez lleva un mes -desde su nombramiento oficial el pasado 10 de mayo- trabajando en las próximas cinco ediciones del Festival de Música y Danza de Granada. La cita de este año lleva la firma del anterior director, Enrique Gámez, por lo que Martínez vivirá estos días 'ojo avizor' para comprobar de primera mano los puntos fuertes y los más débiles de la cita. Ganó el concurso público con un proyecto que gira en torno a la figura de Manuel de Falla. Aumenta el grueso de la programación, la búsqueda de nuevos espacios al margen del Carlos V, el Generalife o el Patio de los Arrayanes, una mayor presencia del flamenco y una apuesta por 'vender' el festival en los mercados internacionales y en Fitur. Y ya está embarcado en la hercúlea tarea de buscar dinero en el 'ceniciento' sector privado.

-Cumple su primer mes al frente del Festival de Música y Danza. ¿Qué se ha encontrado?

-He encontrado un programa completamente cerrado y un equipo de profesionales muy interesante. Ahora estoy intentando que todo siga con normalidad y que la maquinaria de esta institución siga funcionando. Ya he contactado con todos los patrocinadores y he tenido la primera reunión con todas las empresas de Círculo de Mecenazgo para trasladarles la idea de que sean aliados del festival, que cada uno intente buscar nuevos colaboradores porque se avecinan tiempos complicados y el Círculo de Mecenazgo va a ser un instrumento cada vez más importante. Ya me he reunido también con nuevas impresas para incorporarlas al festival. Ahora mismo, la portación privada está en torno al 17% del presupuesto. Mi idea es que, en el futuro, sea aún mayor.

-¿Cuáles son los pilares del proyecto que presentó y que finalmente fue elegido entre más de veinte propuestas?

-Es un proyecto a cinco años en el que cada año tiene una línea programática.

-¿Tiene esbozados los próximos cinco festivales? ¿Van a girar en torno a efemérides como ha ocurrido hasta ahora?

-Claro, tuve que presentar este proyecto. Algunos festivales coinciden con efemérides y otros con temas que tienen mucho que ver con esta ciudad, que tiene la suerte de tener una figura tan importante a nivel universal como Manuel de Falla. Ahora se empiezan a cumplir los centenarios de sus grandes obras y, de hecho, el próximo año es el centenario del estreno en Niza de La vida es breve. Las siguientes ediciones coinciden con las Siete canciones populares españolas, El amor brujo, Noches en los jardines de España...

-Falla será entonces un fijo en el festival...

-Es que tiene que estar. En Salzburgo tienen un músico vinculado como Mozart y todos los años está muy presente en su festival, igual que Beethoven en el de Bonn. Es que tenemos la suerte de tener la figura de Falla vinculada a nosotros porque aquí vivió 20 años, compuso algunas de sus mejores obras, participó en el Concurso de Cante Jondo de 1922... No quiere decir que no prestemos atención a otros aspectos musicales y disciplinas, pero Falla debe estar siempre presente.

-Hace unos días estaba en Madrid reunido con el responsable del Auditorio Nacional. ¿Ya tienen perfiladas también las producciones propias para los próximos años?

-Vamos a hacer una coproducción entre el festival de Granada y el Auditorio Nacional. Estuve reunido con Antonio Moral, director del Centro Nacional de Difusión Musical, cerrando el estreno de una obra en Granada de un compositor y artista fantástico que va a sorprender mucho. Mi proyecto tiene una línea que voy a intentar seguir en la medida de las posibilidades económicas que tengamos. No es conveniente contratar a las orquestas con mucha antelación, hay que buscar en cada momento las que mejores condiciones artísticas y económicas presenten. Buscaremos las mejores orquestas y los mejores solistas que se adapten a nuestros proyectos.

-La estructura del festival está muy definida en la era Gámez con las grandes orquestas en el Carlos V, danza clásica, contemporánea y flamenco en el Generalife, música contemporánea en los Arrayanes... ¿Va a modificar esta estructura?

-Yo aportaré más cosas. Evidentemente, la música clásica es el fundamento del festival, pero la obligación del programador es buscar lo extraordinario sobre lo ordinario. No puedo olvidar que el espectáculo que más éxito tiene en la venta de entradas es El lago de los cisnes. Hace 50 años sólo se tenía acceso a las grandes orquestas en Madrid, Barcelona, Santander, Bilbao y el festival de Granada, pero hora hay una gran estructura de temporadas de conciertos y orquestas en toda España y tenemos que hacer un esfuerzo en presentar cosas extraordinarias que no se suelen ver en las temporadas ordinarias. Por lo tanto, debemos atender a la danza clásica y la danza contemporánea y es una obligación de los festivales públicos entrar en las nuevas propuestas, recuperar el patrimonio musical de este país y, en una ciudad como Granada, tenemos una obligación especial con el flamenco por lo que significa el Concurso de Cante Jondo de 1922, cuando los intelectuales le dieron el valor de actividad cultural de primer orden. El flamenco va a tener más presencia en el festival de Granada del que ha tenido hasta ahora, tiene que tener su propio espacio. Pero no quiero olvidar las nuevas propuestas musicales que tengan calidad contrastada.

-El Patio de los Arrayanes ha acogido los últimos años actuaciones de música contemporánea dentro del proyecto Musma que se han saldado con división de opiniones entre los espectadores... ¿Piensa dar más brillo a este espacio tan emblemático?

-Los Arrayanes es un sitio fantástico y me gustaría que tuviera más programación porque al tener un aforo tan pequeño muy poquita gente tiene la oportunidad de escuchar allí un concierto. Estoy seguro de que llegaré a un acuerdo con la directora de la Alhambra para llevar más propuestas a los Arrayanes, que este año tiene dos conciertos. El gran objetivo de un festival es el público, que escuche algo único.

-Al llegar al festival con la programación hecha por el anterior director, ¿se toma este año como un banco de pruebas para ver qué funciona y qué no?

-Me hubiera gustado que los plazos hubieran sido otros, pero son los que son y no hay que darle más vueltas. En el proyecto presenté un análisis sobre las fortalezas y las carencias del festival. Creo que el festival tiene que anticipar la presentación para poder llegar a los mercados internacionales, que creo que es una de las grandes carencias. El festival tiene que tener una presencia en los mercados del turismo internacional, es una obligación. Tenemos la suerte de tener un festival que no está ubicado en una ciudad fea, precisamente. Me gustaría adelantar los plazos, que el festival no sea un hecho de 15 días, estar todo el año presentes en la ciudad y que la UGR tenga una mayor presencia en los cursos. El festival tiene que estar más vivo durante todo el año, a lo mejor presentando novedades sin esperar a la gran presentación oficial.

-¿El FEX sigue siendo viable?

-Por supuesto, es un proyecto muy interesante que tendrá nuevas aportaciones. Me gustaría que el FEX tuviera una visualización más clara en la ciudad, a lo mejor en una calle concreta. No puedo entender que venga al FEX la banda de Motril o la de Ogíjares y que no tenga cabida la Banda Municipal de Granada, que es centenaria.

-¿También puede haber nuevos escenarios para el Festival además de los tradicionales del Generalife, el Carlos V y los Arrayanes?

-Sí, y alguno va a sorprender. Lo digo con prudencia, pero estoy buscando nuevos escenarios. ¿Por qué no sumamos más cosas?

-En cuanto a los artistas de la ciudad, ¿dónde está la línea entre el chouvinismo y que tengan la representación que se merecen?

-Creo que el festival adolece de una posición intermedia. Hay artistas, normalmente jóvenes valores, que no pueden estar en el Carlos V porque es el sitio de los artistas internacionales pero tampoco pueden estar en el FEX. Tenemos que pensar en ellos, buscar nuevos espacios para los artistas de Granada y los nuevos valores. Diego Martínez no se va a poner a tocar la flauta aunque sea profesor... Es una obligación que los jóvenes tengan proyección en el festival.

-Pero jóvenes valores de Granada como Pablo Heras Casado sí se sostienen en el Palacio de Carlos V...

-Ya he hablado con él y tenemos ideas para el futuro.

-¿Estamos hablando de aumentar la programación? ¿Sin aumentar el presupuesto?

-Vamos a ver, que me juzguen cuando presente mi programación. Pero sí, la idea es aumentar la programación. Vamos a tener las mejores propuestas internacionales, cosas extraordinarias. Pero, ¿por qué no incorporar más gente y más cosas?

-Para el festival de Úbeda ha contado año tras año con la OCG. ¿Tiene que tener más presencia la formación granadina?

-La OCG tiene su temporada de conciertos y yo quiero que sus actuaciones en el festival tengan un carácter extraordinario, programas, directores y solistas extraordinarios.

-¿Va a compatibilizar la dirección del festival con la del archivo Manuel de Falla?

-Eso es algo que no depende de mí, me gustaría porque creo que son momentos que requieren coordinación entre instituciones y podría suponer un ahorro económico.

-¿Se puede recortar en el festival?

-Yo soy funcionario desde el año 82 y siempre he trabajado con presupuestos muy comedidos. Miro muy bien los procedimientos administrativos y es una obligación controlar los gastos, en este sentido soy muy estricto. En los gastos ordinarios hay que ser muy prudentes.

-¿Le cortejan mucho desde que fue nombrado director del Festival de Música y Danza?

-Es una vida muy intensa porque tienes un nivel de presencia en muchos sitios. Desde mi punto de vista el festival tiene que estar presente en la ciudad, también su director. Yo voy a estar, en la medida de mis posibilidades, en todos los sitios a los que se me invite, en los actos de las instituciones que componen el Consejo Rector, en los actos de una ciudad tan viva como Granada... Es una vida ilusionante.

-¿Cómo se mueve en un proyecto en el que están implicadas instituciones de diferente signo político?

-Estoy acostumbrado, he trabajado en proyectos con instituciones de diferente color político. Estoy a disposición de las instituciones para servir con lealtad y honestidad. Prefiero un buen acuerdo a un problema.

-En sus años como director del Festival Internacional de Úbeda, ¿el de Música y Danza de Granada ha sido el espejo en el que mirarse?

-El festival de Granada es el más importante de España, una cita que siempre hay que mirar. Úbeda es una ciudad pequeñita pero está declarada Patrimonio de la Humanidad y su festival se desarrolla en espacios monumentales también, por lo que Granada siempre ha sido un referente. De hecho, nos ayudó mucho en la primera edición en 1989 el director del festival de Granada por entonces, Antonio Martín Moreno.

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