Música para una función de títeres

Programa: Fragmentos de Historia de un soldado de Igor Stravinsky, Children's Corner de Claude Debussy, La vega de Isaac Albéniz, Berceuse sur le nom de Gabriel Fauré de Maurice Ravel; selección de las Cantigas de Alfonso X y del Llivre Vermell; Cançó de Nadal. Intérpretes: Ángel Jábega (piano), Yorrick Troman (violín), Carlos Gil (clarinete) e Ismael Ramos (laúd). Narración: Elena Torres. Lugar y fecha: Aula Magna de la Facultad de Medicina, 15 de noviembre de 2012.

El día de Reyes de 1923, en la residencia de los García Lorca en la Acera del Darro, una conjunción de arte e invención dio como resultado la interpretación de tres pequeñas obras teatrales para títeres. Esta feliz conjunción implicaba a Federico García Lorca al cargo de la adaptación y creación de los textos, Manuel de Falla en la dirección musical y Hermenegildo Lanz, artista plástico en el sentido más amplio del término, en la realización artística de escenografía y títeres.

Casi noventa años después se ha reconstruido aquella tarde musical en un concierto cargado de historia. Por primera vez se volvieron a interpretar las piezas que sirvieron como fondo musical a las obras escénicas representadas en aquel improvisado teatro de títeres. Para el entremés Los dos habladores de Miguel de Cervantes se escogieron fragmentos de la Historia de un soldado de Igor Stravinsky, interpretados por un trío de violín, clarinete y piano según la partitura de cámara que el propio autor dejó escrita. Cabe destacar en la interpretación de la Danza del diablo el buen hacer de Yorrick Troman al violín y Carlos Gil al clarinete, acompañados al piano por Ángel Jábega.

La segunda obra de aquel programa fue La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón, escrita para la ocasión por Lorca a partir de un cuento popular andaluz. En esta ocasión Manuel de Falla escogió piezas muy cercanas a sus gustos y estilos de tres compositores asociados a la etapa francesa del compositor. De Claude Debussy se interpretó la Serenata de la muñeca de la suite Children's Corner, junto con La vega de Isaac Albéniz, ambas para piano; la ductilidad y la técnica depurada de Ángel Jábega se pusieron de manifiesto en estas dos joyas del piano del siglo XX, magníficamente interpretadas e integradas en la atmósfera argumental del concierto. También se interpretó, dentro de la ambientación musical de este cuento, la pieza Berceuse sur le nom de Gabriel Fauré, de Maurice Ravel.

El concierto se completó con la música incidental que Manuel de Falla escogió para El Misterio de los Reyes Magos, un auto sacramental del siglo XIII. Con la intención de acercarse a la atmósfera musical de la obra teatral (que se representó con figuras planas), Falla armonizó dos cantigas de Santa María para violín, clarinete, laúd y piano. Al trío de instrumentistas de las anteriores piezas se unió el laudista Ismael Ramos, que ofreció el contrapunto sonoro idóneo para recrear la atmósfera medieval. Las voces del Coro de la Presentación pusieron voz a estas piezas, e interpretaron para concluir una armonización de Falla del villancico popular Cançó de Nadal, nuevamente acompañadas por el cuarteto instrumental, cuya solvencia y precisión en cada interpretación hicieron de la velada una ocasión para el recuerdo.