Paco López (Morgan): "No hemos sido nunca la alegría de la fiesta"

Paco López, guitarrista de Morgan

Morgan
Morgan / R. G.
Belén Rico

Granada, 26 de enero 2023 - 13:35

El grupo madrileño Morgan vuelve el próximo sábado a la Sala Industrial Copera. Carolina de Juan, más conocida como Nina, es la voz y piano de este proyecto compartido con Paco López (guitarra y voz) -que responde a esta entrevista- y Ekain Elorza (batería y componente del grupo Dinero) y David Schulthess (Chuches).

-Llegan a Granada con el éxito del Wizink Center de Madrid del pasado fin de semana. ¿Se ha convertido en el nuevo templo de la música en España?

-Sí, y de hecho hace poco leí que era el sitio donde más conciertos se hacían de Europa. Desde la organización lo están convertirlo en eso, en un templo. Han sabido escalar el aforo hacer un trabajo increíble. Eso está fomentando que muchos artistas internacionales quieran pasar por Madrid porque se adaptan a las condiciones que necesitan. En nuestro caso intentamos hacer el ring, que es una manera reducida del Wizink, pero sigue siendo muy grande porque allí lo mínimo que puedes hacer es solo la pista, que implica 5.500 personas.

-Este concierto llega en mitad de una temporada intensa de giras.

-Sí, nosotros empezamos la gira de teatros en 2021. Luego comenzamos la de teatros en 2021. Después, de febrero a agosto, hicimos la gira con Fito de teloneros. Y ahora hemos empezado la gira de salas, con otro tipo de formato -barras, más de pie...-, que nos gusta mucho también. Está funcionando genial y cada fin de semana lo disfrutamos mucho.

-En ese último concierto en Madrid varios críticos señalaban que la cantante, Nina, agradece constantemente al público su apoyo. ¿Es una muestra de demostrar que se disfruta?

-No es sólo en ese concierto, lo hace en todos y es un agradecimiento honesto. Independientemente de que le metas mucho trabajo a las cosas, hay que estar agradecido porque estamos viviendo un sueño. No estaríamos aquí si la gente no estuviese comprando las entradas. Aunque sí seguiríamos tocando, porque nos gusta mucho.

Un compañero del grupo, Alejandro Ovejero, lo dejó para dedicarse a la apicultura. ¿El resto compatibilizáis la banda con otras aficiones o profesiones más o menos singulares?

No, y de hecho fue la razón por las que Ove lo dejó; porque al final no puedes dar el cien por cien en ninguna de las dos cosas. Nosotros no vivimos holgadamente pero sí lo suficientemente bien para dar el cien por cien en lo que hacemos, que es la música. Te pueden pasar mil cosas y tienes que tener disponibilidad o imposible llevar a la práctica la vida que tienes en la cabeza. Pero lo invitamos a tocar el sábado pasado y fue un momento muy emocionante.

-¿Él era una rara avis en el grupo o sois todos campestres?

-Hay un poco de todo porque cada uno somos de nuestro padre y nuestra madre. Creo que estamos mitad y mitad entre el campo y la ciudad aunque es verdad que la naturaleza ha tenido siempre mucha importancia en nuestra música. La primera maqueta la grabamos en un pueblo cerca de Bilbao, de donde es el batería, y eso te contagia. En general nosotros tenemos vidas normales, nada muy especial.

-Y desde ese primer trabajo, North, hasta ahora, ¿qué otras influencias habéis tenido dentro del sonido Morga? ¿Cómo habéis evolucionado hasta The river and the Stone?

-Yo creo que la diferencia más grande es en esta ocasión alquilamos una casa en la sierra en Madrid cuando acabó el encierro del COVID y nos metimos allí de lunes a viernes 6 meses. Quitamos todos los muebles del salón, pusimos los instrumentos y creamos el disco el disco de cero. Había ideas más desarrollas otras menos, pero creábamos todos juntos. La diferencia principal es que hemos trabajado muy intensamente, conviviendo, y hemos podido tener una perspectiva que en otros discos no.

-¿Hubo también roces? Porque aquello suena como un Gran hermano...

-Dice Ekain que cuanto más tiempo pasamos juntos mejor estamos. Obviamente no somos los Brady, pero hemos aprendido a respetar los límites de cada uno para que esto siga siendo lo que es. Si nos llevamos bien sigue siendo divertido y, si nos llevásemos mal, en vez de un paraíso sería un infierno. Obviamente de vez en cuando nos tenemos que dar nuestro tiempo, eso también es así.

-Y en cuanto a estilos, ¿cómo ve la evolución?

-La filosofía es parecida, no poner limites. Cualquier idea es bienvenida pero había algunas canciones que las tocábamos y nos daba la sensación que eso ya lo habíamos hecho. Entonces exploramos un poco más para ver qué podía salir. Parte del proceso creativo es la exploración: puedes saber que una cosa funciona pero eso no te deja satisfecho. Realmente lo interesante es seguir avanzando como autores de canciones.

-¿Y en cuanto a influencias?

-No hemos dado un volantazo estilístico porque nos hubiese parecido antinatural pero sí pensamos que ha habido bastantes cambios. Hemos probado diferentes ritmos y hay más hard rock ochentero. También hay un poco menos de soul que en otros trabajos.

-¿Es un disco más oscuro?

-Sí lo creo. Es un disco oscurete, aunque no hemos sido nunca la alegría de la fiesta. Quizás ha estado influido por el momento que estábamos viviendo en 2020. Introspectivo, con un punto oscuro pero siempre con la luz al final del túnel.

stats