Miguel Hiroshi, músico

“Quería homenajear la música que he conocido en este viaje de 15 años”

  • El músico nacido en Japón pero criado en la Alpujarra presenta su primer trabajo en solitario, ‘Oníriko Orinoko’, después de 30 álbumes como productor o instrumentista

“Quería homenajear la música que he conocido en este viaje de 15 años”

“Quería homenajear la música que he conocido en este viaje de 15 años”

Con más de 30 grabaciones de estudio como productor e instrumentista, Miguel Hirosi se lanza ahora a su primer trabajo en solitario, un álbum en el que destila toda la sabiduría adquirida en una larga trayectoria de peregrinación. Oníriko Orinoko es la historia vital y profesional del músico, una historia de migración, fusión y mestizaje.

Nacido en Kamakura, Japón, de padres Andaluces y criado en la Alpujarra de Granada, Hiroshi tiene una amplia trayectoria con más de 15 años en la música profesional, giras internacionales en al menos 40 países y alrededor de 30 álbumes. Durante su carrera ha formado parte de múltiples proyectos de flamenco, músicas del mundo, jazz, música electrónica, new age, circo y danza.

“Este disco ha surgido ahora porque he estado en un montón de sitios del mundo tocando músicas muy diferentes y tenía ganas de empezar a enseñar esa mochila llena de cosas. Quería homenajear la música que he conocido en este viaje de 15 años”, explica el creador sobre el impulso que le ha llevado a lanzarse ahora a esta aventura en solitario.

Por ese motivo Oníriko Orinoko es un viaje a diferentes lugares sonoros dónde el oyente va meciéndose de un tema a otro, cambiando su estado de ánimo, descubriendo, sorprendiéndose. “Este disco no es fusión sino una suma de elementos de diferentes músicas”, puntualiza sobre este trabajo influenciado por “las músicas más tribales de Brasil, Cuba o Marruecos”.

Un espíritu nómada que ya le viene de sus padres, que pasaron en Japón el primer año de vida del pequeño atraídos por la cultura y sobre todo la lengua. “A ellos les gustan muchos las lenguas”, simplifica sobre el motivo que llevó a sus progenitores hasta el país del sol naciente. “Hasta los 16 años crecí en la Alpujarra y luego en la capital. Pronto me fui y he vivido en muchos lugares pero Granada es un sitio muy especial porque pasé mi infancia aquí y porque lo es”, refiere.

Esta alquimia musical contiene ingredientes muy finos, se nutre de géneros como las músicas de raíz (Africa, India y el Mediterráneo), sabores como la improvisación y armonías del jazz moderno o el cante flamenco, aderezado con texturas electrónicas e incluso se asoma a la música clásica con la adaptación de una pieza de J.S. Bach en un instrumento nada usual.

Para recrear esos viajes musicales, el músico utiliza 25 instrumentos de percusión, cuerda, viento y electrónica, muchos de ellos muy exóticos. Por ejemplo, entre ellos hay uno especialmente sorprendente llamando Hang (handpan, hangdrum), un instrumento metálico de percusión melódica con forma de OVNI con un sonido que no deja indiferente a nadie.

La instrumentación y sensaciones innovan en cada tema, abunda la diversidad, lo creativo y lo conceptual. Aunque sí hay una clara constante presente en cada tema, la poliritmia, (engranaje de ritmos de distinta índole que conviven a la vez) la cual crea una sensación de trance, de relajación, de conexión, un puente entre un estado natural y la experiencia musical.

En este disco, el artista se rodea de colaboraciones muy exóticas y remarcables: Sandra Carrasco (cante, España), Shai Maestro (piano, Israel), Jorge Pardo (flauta, España), Richard Ekre-Suzzi (bansuri, Suecia), Petros Klampanis (bajo, Grecia), Tomás Merlo (bajo, España), Aleix Tobías (percusión, España), Andreas Arnold (guitarra, Alemania), Audun Waage (trompeta, Noruega), Joaquín Sánchez (clarinete, España), Jerónimo González (requinto y jarana, México), Walid Mahmoud (gimbri y voz, Marruecos) y Angelika Baumbach de Mirabai Ceiba (voz, México). “Como he querido homenajear ese camino de 15 años he querido invitar a casi toda la gente que ha formado parte de esta andadura”, explica sobre la larga nómina de colaboradores.

Por ese motivo Oníriko Orinoko ha sido grabado entre España, USA y México durante 2018-2019. “Yo no paro, me ha pillado en esos sitios en el momento de la creación y con músicos de esos lugares. Yo resido en España pero suelo pasar mi invierno en América y cuando estoy de gira surge la creatividad”, relata Hiroshi sobre ese escenario múltiple, lo que aclara que no ha implicado una mayor dificultad en la grabación. “Casi todo han sido grabaciones en estudios profesionales salvo alguna pequeña cosa pero, de todas formas, hoy en día la tecnología está tan avanzada que puedes tener equipos portátiles muy buenos”.

Tan buena ha sido la experiencia que actualmente trabaja en su siguiente disco para 2020 dedicado al cante flamenco y los sonidos elementales. “Es un disco centrado en acompañamiento al cante flamenco pero los acompañamientos van a ser con mi estilo y con mi música”, adelanta. 

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