Zatu | Cantante de SFDK

"Yo no puedo entrar en 'Los 40 Principales' por más que quiera"

  • La banda sevillana de rap, con más de 25 años de carrera a sus espaldas, protagonizará la jornada del sábado del Bull Music Festival

Óscar 'Acción' Sánchez y Saturnino 'Zatu' Rey (Sevilla, 1977) son SFDK.

Óscar 'Acción' Sánchez y Saturnino 'Zatu' Rey (Sevilla, 1977) son SFDK. / Belén Vargas

La historia dorada del rap español se escribe con las rimas de SDFK. Muchos conocerían al dúo sevillano con temas como El liricista en el tejado y El niño Güei a principios de los 2000. Las letras descaradas e irónicas de Saturnino Zatu Rey (Sevilla, 1977); las bases, obra del genio Óscar Acción Sánchez; y su carisma de niños de clase media engancharían a media España. Al barrio lo que es del barrio.

SFDK celebra ahora sus 25 años en la música con Redención, un disco con el que han aprendido a "hacer canciones". "Creo que vivimos nuestro mejor momento y es, en parte, porque nunca hemos caso a la gente que dice "haz lo mismo". No es una estrategia, es mi modo de vida", reconoce el Zatu al otro lado del teléfono. La banda protagonizará la jornada del sábado del Bull Music Festival.

-Vuestro último trabajo, Redención, muestra a un grupo en la cima de su madurez artística. ¿A qué le teme SDFK a estas alturas?

-Últimamente no pienso mucho en miedos, y mira que están presentes a lo largo de la vida de cualquier persona. Simplemente no pienso mucho en ello. Siempre me ha dado miedo morirme. Aunque ahora quiero aguantar todo lo que sea posible (ríe). Con el último disco hemos aprendido a hacer canciones. Aunque siempre hemos hecho música y la gente nos ha seguido, creo que ahora es cuando hemos aprendido a hacer auténticas canciones. Quiero explotarlo un poquito (ríe).

El dúo de rap posa en las calles de su Sevilla. El dúo de rap posa en las calles de su Sevilla.

El dúo de rap posa en las calles de su Sevilla. / Belén Vargas

-En este último disco se observa a un Zatu más blandito. Algo similar le ocurrió a Kase O en El Círculo. ¿Los raperos también lloran, no?

-Sí, siempre lo he llevado como bandera. En el disco anterior había una canción hablando de la exaltación del llanto (Sin miedo a vivir). Considero que es un ejercicio fundamental como la risa. Sienta bien. Nuestros primeros discos hablaban mucho de nuestros miedos y temores. Éramos unos adolescentes. Había agresividad porque normalmente escribes de cosas que te molestan. Hay una agresividad a la hora de exponerlo. Hoy ya, después de 30 años de rap en España, hay muchos tipos de rap. Incluso hay quien hace rap romántico. Hay ya tantas vertientes que no se puede definir el rap con un sonido estrictamente.

-También se muestra muy crítico con el panorama socio político español, sobre todo en Twitter. ¿Le gusta la España donde vivimos?

-No me ha gustado nunca. Nunca he querido formar parte de muchas cosas. Por eso me hice músico. Desde jovencito, tuve claro que no quería seguir unas normas establecidas. A la hora de vivir, la estética. No entendía porque estaba todo tan autoimpuesto. Nunca lo llevé bien. Cuando era joven el servicio militar era obligatorio. No lo hice. Ni me gusta la semana santa, la feria. Las cosas autoimpuestas.

-¿Considera que el rap debe ser un género combativo?

-No exclusivamente. El rap nació para animar una fiesta -recuerda la frase dar palmas en el aire-. El rap te permite, por la cantidad de texto en sus canciones, hablar de los problemas del sitio donde vivimos. Siempre se entendió que el rap era eso. Hay mil cosas de las que se puede hablar, ojo. Pero a mí me gusta hablar de mi barrio, las personas que habitan en él. Lo que yo siento una persona lo puede sentir antes o después en la vida. Me gusta atacar a cómo somos.

-Hace referencia a la joven violada en San Fermín, a Marta del Castillo y a las mujeres en general, cuando anima en Los funkcionarios a no tratarlas de tontas. ¿SFDK tiene ahora una conciencia feminista del mundo?

-Me voy concienciando, como todos, sí. Hay que progresar. ¿Si las cosas se han hecho de una manera equivocado por qué no se van a cambiar? La palabra clave es reeducación. Yo me he criado en una sociedad machista y de los coletazos últimos del franquismo. Esa educación no se cambia en una década. Eso queda en el inconsciente de las personas y muchos no saben ni siquiera lo machistas o racistas que son. Hay que ir cambiando por el bien común. Cuando canto "Y no trate a la mujer de tonta" en Los funkcionarios lo hago en referencia a los músicos románticos. Cuando te fuiste, cuando te deje. Sólo veo títulos en referencia a la pareja o ex pareja. ¿No se puede hablar de la mujer en otros términos que no sean sentimentales? Nunca lo he entendido. Pero claro como venden.

-El reggae, el funk y el flamenco están presentes en su último trabajo. ¿Cuál es el límite, respecto a géneros, para SDFK?

-No mucho. Nosotros todo lo añadimos a lo nuestro. No dejo de ser un rapero por mucha musicalidad que haya.

-¿Qué opina de C. Tangana, "la máxima expresión de lo comercial salido de lo underground" según algunos?

-A mí me gusta ese tío. Su música está bien hecha. El venía de otra cosa, de hacer rap, y ahora ha dicho: "Me la pela, voy a hacer esto, que es lo que me va a dar de comer".

-¿Una canción comercial que entra los 40 Principales puede ser buena?

-Al final es la compañía, no la canción que hagas. Yo no puedo entrar en los 40 Principales por más que quiera. Las tres o cuatro multinacionales de turno meten a sus grupos. Aunque yo quisiera pagar por salir en los 40 no me dejarían. Las compañías se negarían. Ojalá sonaran mis canciones ahí y llegaran a más gente.

-¿Y si Sony llamara a vuestra puerta?

-Ya llamaron algunas multinacionales. Nosotros nunca hemos querido. Nos ofrecieron dinero. Siempre vienen con dinero por delante, que es el engaño para los chavales del barrio. Lo mismo firmas y no ves dinero en tanto tiempo o cuando no les convengan te meterán en un cajón hasta que alguien venga y pague. Un mundo. Eso es como ir a los programas de tele. La parte trasera de los negocios es muy fea. 

-Todo tiene su Cara B.

-Sí (ríe).

-Se atreve a cantar en Creador. ¿La voz le ha cambiado con el tiempo o usted mismo se ha entrenado para ello?

-Creo que cada vez canto mejor sin llegar a cantar bien (ríe). Creo que es como todo deporte. Si tú todos los días haces algo, el músculo se acostumbra. Ahora escucho mucha más música. Me es mucho más fácil inventarme cualquier melodía por la cantidad de música que escucho. Antes, de joven, escuchaba rap todo el día. Tenía que estudiarlo.

-Tenía 13 años cuando escuchó su primera canción de rap. ¿Qué le encandiló tanto de este género que decidió dedicarse a hacer esta música?

-Era algo nuevo en su momento. "¿Qué es esto?", me preguntaba curioso. Ahora está de moda el trap, pero no deja de ser gente rapeando sobre un ritmo diferente.

-¿Qué ha ganado y qué ha perdido en 25 años?

-Mis palabras han ganado en sabiduría. He perdido agresividad, pero tampoco me era necesaria la coraza veinteañera, los complejos que intentas tapar para que nada te haga daño. Hoy es complicado hacerme daño. Ya te estoy contando en las canciones mis puntos débiles. Me tengo más miedo a mí que a los demás. 

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