Música

Sebastián Orellana mezcla cumbia, filosofía y rock cabaretero en un disco de ciencia ficción

  • El músico de Chile, afincado en Sevilla y muy vinculado a Granada, presenta el recopilatorio de ocho canciones 'Demonomancia' con Sociedad Fonográfica Subterránea: un viaje sonoro del Cono Sur a Andalucía

Imagen de un vídeo de Sebastián Orellana

Imagen de un vídeo de Sebastián Orellana / G. H

El 'puente aéreo' entre Santiago de Chile y Andalucía ha dado como fruto a uno de las propuestas musicales más singulares de los últimos tiempos en el mundo de las cavernas sonoras. Sebastián Orellana, músico chileno conocido por la Big Rabia, ha aparcado el formato dúo para mostrar sus inquietudes en solitario con Demonomancia, un adelanto con ocho canciones de su esperado debut Dios Perro.

Este artista afincado en Sevilla y muy vinculado a Granada, donde se deja caer muy a menudo y ha colaborado con bandas como Pelomono o Pedro de Dios de Guadalupe Plata, ha elegido al humilde sello granadino de Sociedad Fonográfica Subterránea para este proyecto del que ya se conocen sus primeros pildorazos.

Se trata de siete demos grabadas con el móvil -las circunstancias obligan- y una canción más en estudio junto a Pilar Angulo. Saliéndose de los cánones que marca la rabiosa actualidad en cualquier de sus vertientes, Sebastián Orellana utiliza guitarras afiladas y agudas para mirar al pasado del folklore chileno bajo su fórmula rockera. Además, también caben compases de vals y boleros escondidos en las demos en este viaje desde el Cono Sur a Andalucía, su tierra de adopción. La tradición de la familia Parra llevada al subsuelo del underground.

Sociedad Fonográfica Subterránea presenta una de sus primeras referencias de 2020, el año marcado por eso que todos sabemos, con el estreno de Sebastián Orellana y este recopilatorio que sirve para intuir lo que se venía gestando en Dios Perro. En palabras del sello, "la salida de este recopilatorio viene a ser un regalo en formato digital para llevar esta película de ciencia ficción a ritmo de cumbia y filosofía".

Y si todo sale más o menos bien, Dios Perro llegaría ya en formato físico y bien compacto en este 2020. En las canciones, Orellana juega principalmente con la cumbia -hay momentos para alguna electricidad- y se atreve también con el rock de cabaret sin olvidar las inquietudes sureñas que evocan por momentos a Violeta Parra o Atahualpa Yupanqui. Cantos de dolor y ultratumba. 

Las canciones se presentan con títulos que enmarcan este viaje profundo en tiempos de oscuridad como Un mal sin cura, A donde se van los muertos, Entierro del malo, Los Calambres, Canción para las ánimas, Palomita Blanca. Y cierran dos asuntos muy andaluces con gracero y salero chileno en forma de los temas titulados Chipirón y Fuengirola City.

El disco-demo está disponible en las principales plataformas musicales y también en YouTube para perderse en la música minimalista pero muy cuidada de Sebastián Orellana. El músico empezó a venir hace ya unos cuantos años a Granada con su dúo de la Big Rabia junto a Iván Molina y encontró en el sur de España una escena musical con la que identificarse y volcarse hasta el punto de sentar su residencia en Sevilla. En estos años se ha convertido en un habitual de bares, salas y festivales como el Monkey Week con sus proyectos musicales propios y de versiones siembre abierto a tocar todo los palos posibles.

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