Slam Poetry, el juego de la lírica en plano corto

Esta noche tendrá lugar en La Tertulia el primer Torneo Gata Cattana dentro del marco del FIP.

Los poetas Carmen Barranco y Sergio Escribano que participarán esta noche en la Slam. / María De La Cruz
Alba Rodríguez

granada, 18 de mayo 2017 - 10:02

Libros y versos colgados en la pared. Una pequeña habitación con una ventana por la que se entrevé la terraza de un ático en el centro de Granada. Un sofá marrón y enfrente una butaca de cuero. El espacio justo para una conversación con dos poetas. Una vez todo dispuesto ambos se sientan y entre humo de tabaco y alguna que otra taza de té para acompañar el día lluvioso comienza la charla.

Se habla de poesía, de una modalidad de recital llamado Slam Poetry. Una nueva puerta para la voz en verso de tantos jóvenes poetas de esta ciudad, y de muchas otras, que se juntarán esta noche en la Tertulia para erigirse como el verbo más ágil y cautivador de la velada. En el marco del Festival Internacional de Poesía nace la primera edición del Torneo Gata Cattana, en honor a esta poeta y rapera cordobesa fallecida el pasado mes de marzo.

Carmen Barranco, sevillana y Sergio Escribano de Madrid, son dos de los participantes de este duelo de lenguas vivas. Escribano es el artífice y coordinador de la velada de esta noche aunque una vez comience el espectáculo, dice, él no tendrá nada que ver porque será uno de los participantes. "De hecho espero ganar", subraya.

Un poeta, una tarjeta llena de letras y la voz, los gestos, la indumentaria y la postura como canales para hacer al público entrar hasta las entrañas del poema. La Slam Poetry es una competición en la que los líricos dan lo mejor de sí recitando sus poemas. Cada uno tendrá tres minutos para defender sus versos y será el público quien juzgue al mejor mostrando tarjetas de colores.

Carmen Barranco de 29 años, explica que desde que llegó a la poesía hace 5 primaveras y no ha sabido bajarse de ella. "La forma la encontré cuando al fin hallé el dibujo exacto y como estar conmigo misma", dice la poeta cuando habla de sus devaneos estilísticos.

A continuación, Escribano interrumpe a Carmen y le apostilla que se ha vuelto 'líricodependiente'. Como otros tantos jóvenes, por otro lado, que han encontrado en la poesía una nueva arma social alejada del vetusto canon de la lírica romántica.

Precisamente por eso el Festival Internacional de Poesía abre sus brazos en esta edición a la Slam Poetry, y a sus adalides. La modalidad, cuentan estos poetas, tiene cada vez un papel más importante dentro del mundo en verso. "Desde mi punto de vista", dice Escribano, "es el hígado de la poesía ahora mismo. Es el tamiz real, toda la poesía fluye, y hay mucha mierda, por lo que algún órgano la tiene que filtrar. Es el Slam lo que hace ese trabajo y funciona".

Sergio dice que en teoría no debería haber ninguna diferencia entre leer poesía y recitarla, aunque matiza que "cuando el autor está cómodo con lo que ha escrito, la poesía te puede desbordar y si no tienes esa sensibilidad desarrollada (porque cada poema la suya), que te la reciten te hace canalizar más hacia el desborde. Tiene esa magia".

Para Carmen el cierre de un poema está en recitarlo. "En nuestra generación, sobre todo en el rollo de la Slam, la gente concibe en tres minutos una calidad literaria tanto como una calidad expresiva. La Slam está consiguiendo sacar la poesía de la imagen del lector triste en un sótano y darle grito". Sergio Escribano interviene y matiza: "la Slam te obliga a trasmitir los paradigmas de tu sensibilidad en tres minutos. Implicas al público, te haces llegar y deja de ser un ejercicio ego-pasivo".

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